Usuarios han reportado errores en el Sistema de Legalización y Apostilla Electrónica, Saime y GTU. Algunas fallas tienen más de un año que no se reparan. Las personas acuden a gestores pese al riesgo de estafa que esto puede significar.
Caracas. La única manera en que Jesús Ortega logró registrarse en la página de Gestión de Trámites Universitarios (GTU) fue ingresando desde su celular con los datos móviles. Escribió la información que le pedían, como su nombre completo y cédula de identidad. Al terminar, no recibió una contraseña, ni siquiera en el buzón de spam de su correo electrónico.
Pasaron tres días y nada. El pasado lunes 3 de mayo intentó ingresar por “recuperación de contraseña” y se generaba un error. Verificó que estaba inscrito en el sistema y aparecía que sí. Desde entonces no ha podido hacer su trámite de legalización del título universitario. En paralelo, personas llamadas “gestores” le están cobrando entre 30 y 50 dólares solo por hacer un “reseteo” y enviarle la contraseña.
El GTU es un servicio encargado de la legalización de documentos académicos universitarios para su validez en otros países y forma parte del Ministerio de Educación Universitaria, encabezada por César Trómpiz. En las redes sociales son múltiples las denuncias de personas que tienen el mismo error y, aunque mencionan al ministro, no reciben ningún tipo de respuesta.
El error para el envío de contraseña en esta plataforma tiene un año, según denuncias de los usuarios. Algunos han comentado que se han acercado hasta las oficinas del GTU en Caracas y luego de entregar una copia de la cédula con su correo electrónico, entonces reciben la nueva contraseña en un período de 15 días. Sin embargo, hay quienes relatan que a pesar de haber hecho esto, nunca reciben la información y terminan acudiendo a los gestores. Otros, en cambio, dicen que les ha funcionado ingresar a la página entre las 5:00 a. m. y las 7:00 a. m.
Jesús contó que compañeros que se graduaron con él pudieron pagar el monto por el reseteo de contraseña, pero ha sido imposible conseguir una cita para hacer el trámite. Deben ingresar todos los días a la página a ver si tienen suerte. Además, los mismos gestores cobran unos 80 dólares adicionales por la legalización del título universitario.
En general, la página tiene dos años con errores. El problema de la contraseña es desde hace un año aproximadamente y sé que no lo han arreglado por intereses internos de la institución”, comentó Ana*, una mujer que se dedica a hacer diligencias y trámites en instituciones del Estado.
Muchas estafas se han reportado a partir de algunas personas que dicen gestionar los trámites y terminan robando a otros, quienes, por su condición de urgencia, aceptan pagar montos en dólares para agilizar la diligencia. Según comentó Ana, los trabajadores dentro de las instituciones que conoce son los que presuntamente cobran entre el 90 % y 95 % de la tarifa que piden, mientras que ella solo le gana el resto por “hacer el enlace”.
Este trámite estuvo suspendido durante una buena parte del año 2020 por la declaración de cuarentena en el territorio nacional. A partir de las medidas de flexibilización, esta y otras instituciones públicas se han ajustado al esquema 7×7 que ordenó la administración de Nicolás Maduro.
Hola! Anoche me registré por primera vez en GTU nunca me llegó la clave y hago “olvide la clave” “modificar correo” (lo cambie) “verificar registro” (lo muestra bien) pero no me llega la clave y cuando hago olvide contraseña me da el error de la imágen. #GTU #APOSTILLAS 🙁 pic.twitter.com/R3pAv5aV83
— Sinais (@sinaisb) March 4, 2020
Más errores
Otros errores que han dificultado los trámites de los venezolanos guardan relación con el Sistema de Legalización y Apostilla Electrónica. Por ejemplo, al momento de solicitar la apostilla de antecedentes penales aparece como si el número de cédula no estuviera registrada, no deja ingresar a nuevos usuarios o hacer cambios de correo electrónico.
Desde el año 2019 la administración de Maduro fijó que las oficinas de Ipostel y Cantv están encargadas de verificar los documentos para su posterior legalización o apostilla. Estas citas se gestionan a través del portal online. Pero, a partir de las fallas en el sistema y las medidas de cuarentena, las citas se han ido posponiendo y están muy atrasadas. Algunos usuarios han denunciado que se han cancelado sus citas sin tener una nueva fecha e, incluso, la única solución ha sido solicitar una nueva.
En el caso del Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (Saime), la falla que más reportan los usuarios desde mediados del año pasado es el mensaje por “error migratorio” que no permite solicitar una prórroga o pasaporte a venezolanos que están en el exterior porque aparece el siguiente texto:
Estimado ciudadano, usted no tiene movimientos migratorios registrados, por lo tanto, su situación solo le permite realizar trámites nacionales, en caso contrario, diríjase a nuestra sede principal Saime, piso 3, Dirección de Migración”.
De igual manera, denuncian que al momento de recibir la prórroga de pasaporte realmente no se cierra el trámite en la página web y los trabajadores de la institución no informan que la persona debe ingresar a la página del STG Saime para finalizarlo. A partir de esto, muchas personas también cobran por el trámite e incluso hay a quienes no dejan salir del país, de acuerdo con lo que comentó Ana. No obstante, esta plataforma siempre tiene muchos problemas para abrir como si estuviera fuera de línea y a veces genera el error de “usuario inactivo”.
El Saime ha emitido distintos comunicados en los que resalta que es el único organismo facultado por el Estado para el trámite y emisión de documentos de identificación y que la falsificación o alteración de la diligencia figura como un delito dentro de los artículos 327 y 328 del Código Penal Venezuela; artículos 27 y 28 de la Ley Orgánica contra la Delincuencia Organizada y Financiamiento al Terrorismo; los artículos 39,40,41,42 y 43 de la Ley Orgánica de Identificación; y el artículo 59 de la Ley de Extranjería y Migración, entre otros.
*Nombre ficticio a petición de la fuente
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