Escasez de agua empeora en Caracas casi dos semanas después del quinto apagón nacional

La Dolorita, Petare, agua, servicios

El ingeniero civil, José De Viana, afirmó que cuando ocurre un apagón masivo, uno de los primeros sistemas en colapsar es la red de suministro de agua, porque se consume casi la cuarta parte de la energía eléctrica de Venezuela. Además, los tres embalses de emergencia que existen en el país llevan más de un año vacíos.

Caracas. En la calle El Chorrito, parroquia La Dolorita, el racionamiento de agua impuesto hace casi 10 años, es de martes a jueves. Sin embargo, la situación empeoró con el apagón del 30 de agosto pasado, que dejó al menos 20 estados sin servicio eléctrico por más de 14 horas, en promedio. 

12 días después de esta falla masiva, que ocasionó el quinto apagón generalizado en los últimos cinco años, la crisis del agua en Caracas y buena parte del país ha entrado en una nueva fase.

Para miles de usuarios, este nuevo colapso eléctrico ha exacerbado una situación ya crítica en cuanto al suministro de agua potable, que ha dejado a miles de familias sin acceso a este servicio durante semanas.

Desde hace 20 días la escasez de agua ha sido apenas atenuada por unas horas en varias zonas de la ciudad. La crisis del agua se ha convertido en un símbolo más de la compleja situación que atraviesa Venezuela, donde la falta de servicios básicos se ha vuelto la norma y no la excepción, incluso en la capital.

Escasez continua

Una semana antes del apagón, Jorge*, residente de El Chorrito, estaba a la espera del suministro, que luego la empresa estatal pospuso, justificada en la inestabilidad del Sistema Eléctrico Nacional. No obstante, el ciclo no se ha normalizado casi dos semanas después de la falla eléctrica.

Por la contingencia, Jorge* se han visto obligado a buscar alternativas, entre ellas comprar un botellón de agua por $5 en casa de una vecina que tiene un tanque subterráneo. 

Aquí siguen las interrupciones en el servicio eléctrico que pueden durar hasta más de tres horas. Eso ha generado que tengamos más de 25 días sin agua.

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El agua en la parroquia El Junquito tiene más de 20 días sin llegar. | Foto: Gleybert Asencio

El sector El Chorrito no es el único que ha tenido fallas en el suministro de agua. Yohana*, vecina del sector Santa Eduvigis, en la parroquia El Junquito, tiene más de 22 días sin el servicio. Según su testimonio, desde hace un año en la comunidad se han agudizado los problemas para acceder al servicio, aunque los racionamientos solo ocurrían durante los fines de semana.

Pero, desde hace tres meses, poder llenar los tanques de su vivienda cada semana se ha convertido en una tarea casi imposible.

Los vecinos tampoco tienen consciencia porque lo poquito que llega se queda en las primeras casas, añadió.

Falla estructural

A continuación, Crónica Uno presenta algunas razones relacionadas con la prolongada crisis por falta de agua en el país: 

El ingeniero civil y expresidente de la Hidrológica de la Región Capital (Hidrocapital), José María De Viana, aseveró que el sistema de distribución de agua ha desmejorado sin mayores paliativos en los últimos años. Por ello, las personas ven como los embalses están llenos y las ciudades sedientas. 

Agregó que este problema se debe a que no existe un buen sistema que conduzca el agua desde los embalses hacia los urbanismos. Justamente porque los sistemas de tubería y bombas que envían el agua están en malas condiciones.

Agua
Sistema de distribución insuficiente por la falta de mantenimiento en las plantas.  Foto: cortesía.

De Viana detalló que, en el caso de Caracas, el acueducto producía en el año 1999 aproximadamente 20.000 litros por segundo. Actualmente, solo produce 12.000 litros por segundo. Esta caída se debe a la falta de mantenimiento e inversión por parte del Estado. 

Los Sistemas Tuy I y II no llegan a cubrir su capacidad total por la falta de inversión. Es necesario que se repare para que se envíe el agua suficiente y se pueda evitar tener un servicio interrumpido e insuficiente, especificó el profesor. 

El apagón nacional 

El experto explicó que cuando hay un apagón, uno de los primeros sistemas que suele colapsar es el suministro de agua, porque consume casi la cuarta parte de la energía eléctrica del país. 

El sistema interrumpió el envío de agua desde la fuente hacia la ciudad al menos 12 horas. Además, luego de un apagón, el servicio de agua es de los últimos sistemas que se conectan, indicó.

De Viana apuntó que el sistema está diseñado para que la distribución del agua siga en funcionamiento, pese a fallas eléctricas porque tiene tres embalses de emergencia; La Pereza, Mariposa y Macaro, los cuales pueden dar 15 días de suministro continuos. Sin embargo, ninguno de estos está operativo en la actualidad, aclaró. 

Actualmente, estos tres embalses no funcionan porque están vacíos. Por esa razón, hay zonas de la ciudad que han pasado prácticamente más de 15 días sin agua y todavía hay otras a las que no les llega. 

Falta de experiencia en los técnicos

A su juicio, en la hidrológica estatal hay un problema por la falta de talento y conocimiento. Las personas que están manejando alguna hidrológica son de muy reducida capacidad profesional, de muy escasos conocimientos técnicos, denunció. 

De Viana enfatizó en que hay problemas que podrían ser solucionados, pero no se resuelven porque no hay personal calificado a cargo del sistema. 

Es uno de los problemas más importantes de los acueductos, hay muchos otros, pero el problema más importante es este, insistió.

Calidad en el agua 

Para el ingeniero civil, la acumulación de problemas en la red de sumunistro de agua en Venezuela han ocasionado que el servicio sea intermitente e insuficiente para las necesidades de muchos hogares.

De acuerdo con el Observatorio Venezolano de los Servicios Públicos, 60% de las personas han denunciado que el agua presenta algún color, mientras 25% señala que el agua tiene olor.Lo que evidencia que en Venezuela hay problemas de seguridad hídrica

De Viana coincidió en que la calidad del agua es un problema que ha escalado en los últimos cinco años como queja en la percepción de los usuarios, la mejor forma de medirla.  “Las personas no tienen un laboratorio químico, pero si el agua tiene sabor o color, no tiene potabilidad”.

(*) Los nombres se modificaron por medidas de protección a la fuente.

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