Especialistas coincidieron que la presentación de 82,25 % de las actas escaneadas, por parte de la oposición, que muestran ganador a Edmundo González, evidencian que hubo un fraude electoral.
Caracas. “La gente se siente estafada y la indignación es nacional. Debemos llamar a la conciencia de las instituciones y de las Fuerzas Armadas que juran respeto a la Constitución”, plantea Oscar Arnal, abogado constitucionalista, quien señaló que Venezuela está en una encrucijada.
Especialistas consultados por Crónica Uno coinciden en que el respaldo de la comunidad internacional, y los gobiernos de la región será crucial para garantizar la transparencia de los resultados de los comicios del 28 de julio pasado.
A tres días de celebrarse las elecciones presidenciales, el Consejo Nacional Electoral (CNE) sigue sin publicar las actas completas, aunque ya proclamó ganador a Nicolás Maduro al señalar que, con 80 % de las actas escrutadas, el mandatario obtuvo 5.150.092 votos o el 51,20 % del apoyo popular.
Mientras, el 30 de julio la oposición publicó una página web donde dijeron que cargaron el 82,25 % de las actas, que se dieron a la tarea de escanear, y que dan el triunfo a Edmundo González con 7.119.768 votos, sobre los 3.225.819 que habría obtenido Maduro.
A juicio de Oscar Arnal, la presentación de las actas contabilizadas y disponibles para la consulta pública constituyen la prueba más fehaciente de un “fraude electoral”, que viola la voluntad popular, la normativa electoral y el artículo 5 de la Constitución. Este artículo establece que la soberanía reside en el pueblo y se manifiesta mediante el sufragio.
“Legalmente habrá que llevar esto a todas las instancias internacionales, a la Organización de los Estados Americanos, de la Unión Europea y de las Naciones Unidas”, expresó.
El abogado descarta la posibilidad de acudir a los organismos jurisdiccionales en el país para solicitar algún recurso de nulidad ante el Tribunal Supremo de Justicia, como las salas Electoral o Constitucional.
“Tenemos un país con los poderes secuestrados por el Ejecutivo nacional, en los que hay una abrumadora voluntad de perpetuarse en el poder. No tiene sentido acudir a ellos”, dijo.
Lo que sigue
Para el politólogo Jesús Enrique Mazzei la posible evidencia del fraude plantea dos escenarios para los próximos días en el ámbito político y jurídico.
Señaló que a nivel interno la movilización de los factores políticos inició con el escrutinio transparente de las actas y proseguirá con búsqueda del respaldo de figuras claves en Latinoamérica, como Brasil y Colombia y, en especial, los Estados Unidos.
“A los gobiernos en la región no les conviene que Venezuela se complique aún más porque puede desatar un mayor éxodo migratorio, que los comprometerá en su economía y estabilidad”, enfatizó.
Con el respaldo de otros gobiernos, el siguiente paso sería presentar ante las instancias internacionales las actas contabilizadas y escrutadas.
A diferencia de Arnal, Mazzei considera que a lo interno la responsabilidad de iniciar un proceso de apelación e investigación para denunciar el fraude recae en el TSJ. Pero, dijo, en ese caso tendrían que admitir un proceso de apelación.
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Mazzei explica que países como Cuba y Nicaragua, donde se perpetúan sistemas dictatoriales, no son el mejor ejemplo para crear paralelismos con el caso venezolano dada su trayectoria democrática; sin embargo, enfatizó que aún la situación es incierta y es arriesgado hacer proyecciones. “Lo que ocurrirá es difícil de predecir”.
Dos fraudes en la historia
Aunque para Oscar Arnal los eventos del 28 de julio marcan un punto de inflexión en el contexto político social e internacional, recordó que en la historia venezolana hay dos antecedentes de fraude electoral. El primero en las elecciones presidenciales de 1897 cuando el entonces presidente Joaquín Crespo realizó una maniobra para asegurar la victoria del candidato oficialista Ignacio Andrade. Esto para arrebatarle el triunfo a José Manuel Hernández, conocido como “El mocho” Hernández.
El segundo ocurrió en las elecciones para la Asamblea Nacional Constituyente de 1952, donde resultó ganador el partido URD. Y cuyo resultado no reconoció el dictador Marcos Pérez Jiménez.“ En este caso que se nos presenta ahora existen las pruebas, y nada puede rebatir las actas en las que se demuestra el fraude monumental en esta posmodernidad”, recalcó.
Mazzei, por su parte, hizo un llamado a la ciudadanía a mantener la calma y la cordura en este momento de incertidumbre.
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