El domingo 20 de diciembre los niños de la vereda 61 de la urbanización Carlos Delgado Chalbaud, en Coche, tuvieron un encuentro especial con Santa. El hombre de barba blanca y traje rojo hizo espacio en medio de la pandemia para recibir las cartas y, con su usual jojojo, llenó de esperanzas a grandes y chicos.
Caracas. Estamos en la época más festiva del año y ese panorama sombrío marcado por la pandemia se opacó por la fuerza de la tradición. Tan es así que Santa llegará y lo hará por varias vías, y en una comunidad de Coche usará el delivery para mantener la sonrisa de los más pequeños de la casa.
Sucede que las personas, en medio de tanta calamidad, quieren sentir esperanzas. Y en esa onda andan los vecinos de la vereda 61 de la urbanización Carlos Delgado Chalbaud, en Coche, quienes de la mano de Diana Brito decidieron dar inicio a las festividades en honor al niño Dios con una misa de aguinaldos celebrada el pasado 13 de diciembre. Y este domingo 20 sorprendieron a grandes y chicos con la llegada previa de San Nicolás.
Talento y organización
Brito dijo que el 2020 ha sido un año duro para toda la humanidad, pero que las tradiciones deben seguir, principalmente si se trata de involucrar a los niños, la población más vulnerable en medio del confinamiento.
Entonces, ideó la forma de que la Navidad reviviera, a pesar de la pandemia, prestó su casa para acoger al hombre de barba blanca y vestido rojo y dispuso de trajes que ella misma confeccionó.
En un lado de su sala hizo el trono, decoró con luces y una alfombra roja. Los vecinos ayudaron con los insumos para poder llevar la magia.
A partir de las 6:30 p. m. los niños ya estaban en alerta y esperaban con ansiedad que ese jojojo retumbara a lo largo de la vereda.
Fue pasadas las 7:00 p. m. cuando Santa llegó acompañado de dos duendes y dos hadas de fantasías que iluminaron la noche.
Las hadas, Andrea y Heikary, lucieron dos trajes elaborados por Brito: uno, Hada Blanca, hecho con pitillos, CD y plástico desechado de los envoltorios de las maletas, y, el otro, Chocolate, realizado con negativos de fotografía y cintas de casetes, bordado con chocolatinas y semillas de cacao. Este traje obtuvo el tercer reconocimiento Dedal de Oro, ganó el Primer Lugar en el Chocolate Fashion Show 2017 y mejor diseño en la Feria Internacional del Chocolate 2018 y que, para este evento, fue adaptado con motivos navideños, como el tapabocas brillante.
Durante casi dos horas, con la precaución y las medidas de bioseguridad recomendadas por la OMS, cada niño entregó la carta a Santa.
Los grandes también hicieron lo propio. Peticiones como: “Queremos paz para el mundo”, “que no muera más gente”, “que se acabe el virus”, se repetían con el paso de los adultos.
Al fondo, la flauta de Nahir, una vecina integrante del Sistema de Orquestas, entonaba villancicos, que fueron coreados por los asistentes.
Por ese instante la normalidad se sintió en el ambiente. Los tapabocas y el llamado al distanciamiento era lo que recordaba la existencia de un virus, que ya cumplirá un año azotando al mundo.
Los flash de los teléfonos no dejaron de alumbrar y la muchachada no dejó de celebrar.
Para este 24 de diciembre se espera el acto central. Pero ya no será en un trono decorado. La novedad será la entrega de los regalos usando una metodología que durante la pandemia se hizo viral: el delivery.
“En esta comunidad, a pesar de la crisis económica, social y sanitaria, las tradiciones cobran vida, y Santa llegará en pro de los niños y la unión familiar”, sentenció Brito.
Participa en la conversación