Cursantes de la mayoría de las carreras en la Universidad Central de Venezuela se estancan en un embudo por los límites para cursar muchas de las materias en simultáneo, debido a la modalidad en línea.

Caracas. Después de cinco años cursando estudios de pregrado, a los universitarios los motiva la sensación de que cada vez están más cerca de su graduación. A menos que pertenezcan a una de las escuelas de la Universidad Central de Venezuela (UCV) que todavía enseña desde la virtualidad, en cuyo caso, las limitaciones del sistema en línea hacen que vean su meta más lejos.

Esta es la realidad en las carreras de Comunicación Social, Idiomas Modernos, Estadísticas y Estudios Administrativos y Políticos, por nombrar algunas. En 2020 la pandemia de COVID-19 obligó a las universidades venezolanas a implementar estrategias de educación a distancia para reducir el riesgo de contagios. Desde marzo de 2022 el Consejo Universitario aprobó que las facultades se reincorporaran de manera voluntaria a la presencialidad.

Sin embargo, las limitaciones de espacio impidieron que 20 escuelas tomaran la decisión de volver a las aulas. Y lo que en cuarentena funcionó como una estrategia para no paralizar la formación, actualmente es descrito por los estudiantes como un “embudo” en el que siguen acumulando materias pendientes.

De las materias disponibles, el estudiante solo puede seleccionar aquellas que pertenecen a un mismo semestre, según el plan de estudios; tomando en cuenta que los semestres impares solo se cursan en el primer período del año y los pares solo en la segunda mitad.

En Comunicación Social, si el estudiante ha tenido buen rendimiento puede cursar hasta 30 unidades de crédito en línea, que equivalen a tres materias aproximadamente. De lo contrario, el límite se reduce a solo 24 unidades de crédito por semestre.

Mientras tanto, la virtualidad hace menos visibles las reparaciones sin terminar, la carencia de transporte universitario y las limitaciones económicas de profesores y estudiantes.

el embudo del sistema en línea de la UCV
Infografía: Amadeo Pereira
En Comunicación Social cátedra de periodismo no ha abierto en dos años

Ariana Linares es estudiante de la escuela de Comunicación Social de la UCV desde 2015. Pero, aunque “en teoría” debería estar en décimo semestre, desde la pandemia ha avanzado poco en las clases que le quedan por ver.

Entre ellas, el departamento de Periodismo no ha podido dictar ninguna de las cuatro materias obligatorias del pensum.

La razón del retraso de la oferta, según ellos, es la búsqueda de calidad, porque no quieren impartir estas clases de manera online, pero tampoco dan soluciones

Luego de que las consejeras de esta escuela consultaran a los jefes de departamento, concluyeron que aún no hay una decisión sobre si volverán a las instalaciones. De los 12 profesores del departamento de periodismo, 2 apuestan abrir las clases completamente en línea y 3 completamente presencial. El resto, la mayoría, opta por la asistencia presencial para cosas puntuales.

Una profesora de esta cátedra, que prefirió no ser mencionada, dijo a Crónica.Uno que las medidas sanitarias de la cuarentena impedían a los alumnos hacer prácticas de reporteo. Por otro lado, la conectividad de sus colegas no era favorable para el aula virtual.

“Tenemos que esperar hasta el semestre que viene, para ver si por fin, después de más de dos años, podemos ver algunas de las materias más importantes para esta carrera”, indicó Ariana.

Por su parte, a Arlyn Amanda Rodríguez, presidenta del centro de estudiantes de Comunicación Social y tesista, le preocupa que no se han ofertado materias “filtro” en la carrera. Además de Periodismo, Castellano, Estadística y los talleres de redacción suelen ser difíciles y acumularán mayor demanda en la vuelta a la modalidad presencial.

Foto: Tairy Gamboa

Como muchos estudiantes, Rodríguez ya se incorporó al mercado laboral. En su experiencia como analista de redes sociales, las materias no abiertas “sin duda son importantes para nuestro desarrollo como comunicadores sociales”, admitió.

Los pros que ocultan más contras

La educación a distancia ha ocultado carencias que son visibles presencialmente. Como en otras áreas de la Escuela de Comunicación Social de la UCV, en el departamento Audiovisual no hay suficientes insumos tecnológicos como cámaras de fotografía o filmación.

Antes de la pandemia, los profesores empezaban a permitir que los jóvenes hicieran sus prácticas con teléfonos inteligentes si estos tenían una cámara de alta calidad. Como no era el caso de todos, formaban grupos en torno a las personas con celulares marca iPhone.

Algunos profesores han aprovechado para vincular sus enseñanzas a las tecnologías de información y comunicación (tics). Sin embargo, el adiestramiento digital no forma parte del pensum, como lo demandaron en las candidaturas de representantes estudiantiles y egresados este año.

De hecho, Rodríguez aclara que el centro de estudiantes es quien apuesta por cursos que formen a sus pares en tendencias mundiales.

La UCV no es de las universidades más dadas a la tecnología, lamentó la dirigente estudiantil.

Enseñar las tics, pero también usarlas estratégicamente, es importante para acompañar a generación que trabaja en entornos digitales mientras sortea las dificultades cotidianas.

 (En las clases sincrónicas en línea) ahorras tiempo y gastos transporte, pero también está la otra realidad y el típico problema de internet o de luz, que no solo le afecta a los estudiantes, también a los profesores.

Foto: Tairy Gamboa

Este martes, ucevistas reclamaron en la Esquina Salas frente al Ministerio de Educación que el pasado lunes las becas estudiantiles aumentaron de menos del equivalente a un dólar (Bs. 6) a tres dólares mensuales.

Por otro lado, la Federación de Asociaciones de Profesores Universitarios de Venezuela (FAPUV) alerta que el salario de los profesores apenas alcanza para adquirir un tercio de la canasta alimentaria.

Para planear el nuevo semestre, la universidad debe tomar en cuenta que estudiantes y profesores dividen su tiempo con otras actividades económicas.

Estructuras por arreglar

Keta Stephany, profesora de Trabajo Social y agremiada FAPUV, dice que el factor determinante para la vuelta a clases presencial es que se acondicionen las instalaciones de la UCV que todavía están en proceso de reparación.

Hay algunas de las sedes en las que no se ha culminado el trabajo y no se pueden utilizar en este momento. Hay que esperar al mes de octubre a ver si esas edificaciones están listas, dijo.

El 2 de agosto de 2021 iniciaron los trabajos de restauración, limpieza y recuperación de la infraestructura de la UCV. Desde entonces, las obras las ejecuta la Misión Venezuela Bella, bajo la supervisión del Ministerio de Obras Públicas y la Comisión Presidencial.

Dicho proyecto tiene previsto abarcar 107 edificios del recinto universitario. En esos trabajos se han restaurados puertas, baños, tuberías e iluminación y han desmalezado las áreas verdes.

Foto: Gleybert Asencio

En el caso de Idiomas Modernos, ni siquiera las aulas de su edificio tienen las condiciones acordes, confirmó a Crónica Uno, Dayana Díaz Villa, presidenta de ese centro de estudiantes. Alí Acosta, homólogo en la escuela de Estudios Políticos y Administrativos, dijo que recuperar las instalaciones que se incendiaron en 2021 no es parte de los planes de la Comisión.

Los trabajos debieron culminarse el pasado 22 de diciembre de 2021 para conmemorar el aniversario 300 de la UCV. Sin embargo, para el momento de la elaboración de esta nota, las obras continúan. La profesora Stephany comentó que se ha retrasado el pago de los trabajadores, lo cual ralentiza la restauración.

Algunas de las instalaciones ya están terminadas. Por el avance de las obras es probable que se tome la decisión de retomar las clases que usan salones en esas áreas. Sobre esto, la profesora recuerda que no todas las escuelas de una facultad ven todas las materias un mismo espacio.


Participa en la conversación