Estudiantes, egresados y amigos de la UCV se activaron para recaudar $300.000 para recuperar el Aula Magna

En las próximas horas se abrirá una página web —gracias a la ayuda de un grupo de estudiantes de Computación— llamada Aula Magna 300, en la que las empresas podrán conocer cada uno de los 16 proyectos para que hagan sus aportes, asesorías o puedan apadrinar algún trabajo con el financiamiento de más d 25 % del monto total.

Caracas. El Aula Magna de la Universidad Central de Venezuela (UCV) está a oscuras luego de que un bajón eléctrico en la ciudad dejara inoperativo el sistema de fusibles. Es otra sombra que pareciera vencer a esta casa de estudios, que cada día pide más atención y mantenimiento. Es por esto que la comunidad ucevista se activó con una campaña en la que buscan recaudar al menos 300.000 dólares para recuperar este recinto cultural y académico de gran importancia.

La radiografía del Aula Magna es compleja. Aunque la prioridad es el encendido de sus luces, con la reparación del sistema eléctrico, la profesora Trina Medina, directora de Cultura de la UCV, explicó que los fondos también se usarán para otros trabajos como la desinfección y sanitización del área por haber estado cerrada por más de ocho meses, la recuperación del piso del escenario, del sistema de sonido original, los baños y los espacios internos donde practican los grupos.

Se trata de al menos 500 bombillos que tienen una vida útil y que necesitamos actualizar a tecnología LED, especificó la profesora Medina sobre la iluminación del Aula y agregó que otro trabajo de gran importancia es con las lozas originales de los pasillos, que se han levantado por la filtración que producen las tuberías reventadas cuando llega el agua después de muchos días sin recibir el servicio.

El 22 de diciembre se cumplen los 300 años de la fundación de la UCV y los estudiantes, egresados y profesores de esta casa de estudio quieren que se celebre con el Aula Magna encendida y, si es posible, los otros 15 proyectos adelantados. Además, se han mantenido suspendidos los actos de grado en este recinto desde hace año y medio.

Para la recaudación de fondos, la profesora Josefina Benedetti, de la Asociación de Amigos y Egresados de la UCV, explicó que gracias a un grupo de ucevistas que viven en Boston, Estados Unidos, lograron conseguir los permisos del gobierno norteamericano para tener una cuenta en dólares y a través de sus redes sociales difunden las coordenadas para hacer pagos con plataformas como Paypal.

Pedimos en dólares porque sabemos que si tenemos el dinero en bolívares hay que gastar en la tarde el dinero que llegó en la mañana por la devaluación, explicó Benedetti y sostuvo que, además del apoyo económico, también aceptan donaciones de empresas privadas que desde su especialidad puedan trabajar en la restauración del Aula Magna.

En las próximas horas se abrirá una página web —gracias a la ayuda de un grupo de estudiantes de Computación— llamada Aula Magna 300,  en la que las empresas podrán conocer cada uno de los 16 proyectos para que hagan sus aportes, asesorías o puedan apadrinar algún trabajo con el financiamiento de más de 25 % del monto total.

Uno de los sueños más importantes que tenemos los estudiantes es poder graduarnos dentro del Aula Magna y por eso estamos trabajando, dijo Adriana Mijares, representante de Ucevistas por el Aula Magna, y resaltó el apoyo de la Escuela de Ingeniería Eléctrica y del profesor Julio Molina, que se está encargando de analizar el transformador eléctrico.

Los miembros de Viva la UCV denunciaron en mayo de este año que los alrededores del Aula Magna se habían convertido en un espacio de heces y basura que ponía en riesgo este Patrimonio Cultural de la Unesco. Los estudiantes le reclamaban a las autoridades universitarias que se trabajara por recuperar los espacios y se garantizara mayor seguridad en el área.

Con la suspensión de las clases presenciales por la pandemia de la COVID-19 en el territorio nacional, los estudiantes han manifestado su preocupación por otras áreas de la universidad y han hecho jornadas de limpieza para mejorar los espacios y salones. Otros trabajos de mayor dificultad, como la recuperación de pasillo techado, ha quedado en manos de las autoridades bajo la observación de la Unesco.

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