Expertos consideran que concesiones del chavismo en relación con el CNE buscan debilitar al liderazgo opositor

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Expertos señalan que si bien el anuncio de la nueva directiva del CNE puede considerarse una concesión para la oposición, al mismo tiempo sería un golpe para el G4, pues podría generar una fractura en el seno de la oposición tradicional.

Caracas. El reciente anuncio de una directiva del Consejo Nacional Electoral (CNE) que incluye dos rectores principales y un suplente incorporado que no siguen las líneas del chavismo es algo inédito en la política venezolana de los últimos años y forma parte de una serie de  supuestas concesiones que desde el gobierno de Nicolás Maduro se han hecho en las últimas semanas. Sin embargo, para algunos expertos hay una estrategia bien calculada de buscar el debilitamiento del liderazgo de Juan Guaidó y el G4 en la oposición.

La nueva directiva del CNE es solo la más reciente en una lista de concesiones que se han concretado en los últimos días y que, a pesar de tener un gran peso mediático, no representan hechos verdaderamente trascendentales para la política interna de Venezuela, de acuerdo con algunos analistas.

El pasado 1º de mayo el sistema judicial aprobó una medida sustitutiva de casa por cárcel para los seis ejecutivos de la empresa Citgo que habían sido detenidos en noviembre de 2017 por las autoridades del Gobierno.

Esta medida llegó luego de que durante los últimos tres años el Gobierno de Estados Unidos solicitara un procesamiento justo para los ejecutivos (cinco de ellos estadounidenses), que fueron acusados de presunta corrupción.

De igual forma, el mismo 1º de mayo se registraron otros dos hechos que han sido considerados como concesiones del gobierno.  El fiscal general designado por la  extinta Asamblea Nacional Constituyente, Tarek William Saab, ofreció una declaración a la prensa en la que revirtió la postura del Estado venezolano en relación con dos muertes: la de Juan Pablo Pernalete en 2017 y la de Fernando Albán en 2018.

En el caso de Juan Pablo Pernalete, Saab reconoció que el joven había muerto tras recibir el impacto de una bomba lacrimógena en el pecho durante una manifestación, lo que echó por tierra la posición del gobierno en los últimos cuatro años, durante los que sostuvo que la muerte del joven se había producido por el disparo de una pistola de perno captivo. Por este hecho, 12 funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana fueron imputados por homicidio preterintencional en grado de complicidad.

Con respecto a Fernando Albán, concejal de Primero Justicia en Caracas que murió el 8 de octubre de 2018, Saab reconoció que este fue asesinado por dos efectivos del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) mientras estaba bajo la custodia de este organismo. Según el fiscal, estos dos funcionarios serán imputados con cargos de homicidio culposo, pues se comprobó que lanzaron a Albán desde la ventana del décimo piso de la sede del organismo en Plaza Venezuela. En un principio el Gobierno había sostenido la tesis del suicidio.

Con la mira puesta en el liderazgo de Juan Guaidó

Para el politólogo Piero Trepiccione, coordinador del Centro Gumilla en el estado Lara, “no queda la menor duda” de que estas concesiones que ha hecho el chavismo forman para de una “estrategia política muy bien concebida”, que apunta en dos direcciones: desestabilizar el liderazgo opositor y romper el apoyo internacional al interinato que encabeza Juan Guaidó.

El primer objetivo es el de terminar de desestabilizar, dispersar y dividir el liderazgo opositor venezolano. Es obvio que el objetivo de esta acción es desarticular a quien ha tenido el liderazgo en los dos últimos años, Juan Guaidó. Además, se conecta con el segundo: generar una ruptura o distanciamiento del apoyo de la comunidad internacional, comentó.

Para Trepiccione, las concesiones que se han concretado, especialmente la del CNE, también responden a la realidad interna del propio chavismo, el cual, a pesar de la imagen que proyecta, no está del todo fortalecido.

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Piero Trepiccione. Foto: Cortesía El Impulso

El politólogo señaló que una de las prioridades del chavismo es resolver lo relacionado con las sanciones económicas, y en tal sentido el nuevo CNE y acciones como lo referente a los seis ejecutivos de Citgo buscan abrir la posibilidad de algún tipo de acercamiento con los países sancionadores.

Las sanciones son importantes, el margen de maniobra financiero del gobierno está demasiado limitado y, por ende, necesita negociar, necesita conceder ciertas oportunidades a la oposición para que se genere una posibilidad de negociar en alto nivel una forma de minimizar o eliminar de lleno las sanciones, explicó.

Además, Trepiccione hizo énfasis en las dificultades a lo interno del chavismo y del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).

“Hay una dificultad a lo interno, en el seno del PSUV, que es enorme. El PSUV vive su propia tormenta, tiene un juego de intereses que está afectando el funcionamiento del país y las relaciones que tiene el gobierno con factores internos y externos. Es por eso que no se puede ver lo del CNE como que simplemente se dio, hay válvulas de presión que han empujado al gobierno a hacer estas concesiones”, aseveró.

Una nueva muestra del tira y afloja de Nicolás Maduro

El politólogo y director de posgrado de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la UCAB, Fernando Spiritto, expresó una visión algo similar a la de Trepiccione, aunque agregó un punto adicional: todo lo que esté haciendo el gobierno de Nicolás Maduro que pueda ser considerado como concesión forma parte de una de sus características principales, la de aplicar un “tira y afloja” en el escenario político.

Aquí estamos en presencia de un populismo autoritario, un gobierno iliberal que no cree en la separación de poderes, la alternabilidad democrática y que no reconoce el pluralismo. Su objetivo es el de no separarse del poder sin reparar en los costos. En ese sentido se ha caracterizado por un tira y afloja o, como ellos mismos dicen, dos pasos hacia adelante y uno hacia atrás, explicó Spiritto.

Para el académico es justo ese el objetivo tras la decisión reciente en relación con el CNE, pues se trata de retroceder en ciertas áreas del tablero político para luego regresar en otras con más fuerza: “El gobierno siempre se ha caracterizado por eso, afloja para luego reprimir o incrementar la represión de algún modo”.

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Fernando Spiritto. Foto: Cortesía Prodavinci.com

Spiritto también señaló que otro factor que jugó en esta decisión, al menos para el plano internacional, es el abandono de los principales aliados del chavismo: China y Rusia, cuya ausencia no se puede compensar por las alianzas regionales de Cuba, Nicaragua y Argentina.

Creo que los aliados fundamentales del chavismo, especialmente Rusia y China, lo están abandonando. Los chinos abandonaron políticamente al chavismo y los rusos tienen problemas para llegar a este lado del continente; además, el tema de las vacunas es evidente (…) Las fallas en los apoyos internacionales también han influido para que se tomaran estas medidas, explicó.

Además de la lectura que hizo Spiritto sobre las causas de las concesiones, él también considera que tras la “jugada” del CNE existe un cálculo político para afectar al G4, al mismo tiempo que alivia algo de la presión sobre sí mismo.

“Este gesto es un cálculo muy bien hecho por el chavismo, que tomó la decisión de aflojar desde el lado del CNE sin perder control real para buscar algo de legitimidad y quizás forzar la aparición de un nuevo polo opositor en el país, ya sea con los líderes regionales que favorecen la idea de participar en elecciones, u otros partidos políticos”, manifestó.


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