Victoria Bello, de 11 años, fue vista por última vez cuando volvía de casa de su abuela el pasado 2 de junio en el sector Sisipa de El Hatillo. Yulimar Pinto, su mamá, contó que en octubre un vecino dijo que la vio en una zona boscosa y quiere que los funcionarios investiguen.
Caracas. “Estamos desesperados, no sabemos si mi hija está viva o está muerta, quiero saber para salir de este sufrimiento y este desespero. Esto no se lo deseo a nadie, es muy horrible. Lo de mi hija se ha tardado mucho”, pidió Yulimar Pinto.
Han pasado casi ocho meses desde que su hija, Victoria del Carmen Bello Pinto, de 11 años, desapareció en el sector Copeia de Sisipia, zona rural de El Hatillo, cuando regresaba a su casa después de visitar a su abuela.
Desde entonces Yulimar ha tenido pocos indicios del paradero de su pequeña. El último y único contacto que tuvieron con sus presuntos captores fue una llamada al celular de la familia, ocho días después, en la que un hombre exigía que le devolvieran su moto a cambio de la niña.
Dijo que sabía que tenían a la niña equivocada. Mi hija mayor, que fue la que atendió, preguntó si le habían hecho daño y le colgaron”, contó.
Victoria fue vista por última vez el pasado 2 de junio de 2017 muy cerca de su casa, cuando regresaba de la vivienda de su abuela, donde se la pasaba diariamente. Su mamá se extrañó de que a las 8:00 p. m. no había vuelto y llamó para preguntar por ella.
“Mi mamá me dijo que la niña tenía rato que se había ido a la casa. Comenzamos a buscarla y una vecina la vio pasar. La llamamos a mi celular y estaba apagado, al día siguiente nos atendió un hombre pidiéndonos una moto. Después no atendieron más hasta que nos llamaron ocho días después”.
La familia buscó en hospitales y hasta en la medicatura forense, pero no dieron con la menor de edad. A casi ocho meses de su desaparición piden apoyo de los funcionarios para dar con su paradero. Quieren ingresar a un sector peligroso donde ellos creen que está.
El pasado mes de octubre de 2017 un vecino aseguró que vio a la niña dentro de una casa muy rural, en una zona boscosa. Sostuvo que estaba rodeada de cuatro hombres y una mujer, que la agredieron con una patada.
“Llamamos a Polihatillo y fuimos a esa casa con algunos familiares, los policías entraron pero el hombre estaba solo y dijo que tiene una hija de 11 años. También fue el Cicpc y les dijo lo mismo”, soltó Yulimar.
La madre pide a las autoridades que tomen acciones más contundentes, ya que en la zona donde presuntamente se encuentra la menor han visto a personas armadas. “Es una montaña. Tiene que meterse alguien con conocimientos, a nosotros nos da miedo. Tienen que pedirle al hombre que enseñe a la hija que dice tener”.
Fuentes extraoficiales contaron que en esta zona operan varias bandas dedicadas a robar motos. La familia descarta que se trate de una venganza con algún miembro, aunque tiempo atrás a uno de ellos le quitaron una moto en Las Minas de Baruta. “No quiso actuar en su contra y dejó eso así”.
La pequeña se graduó de sexto grado en la escuela Abilio Reyes Ochoa, en el sector La Mata vía Gavilán.
Foto cortesía de los familiares
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