Gastar el medio petro es misión imposible para jubilados y adultos mayores

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Expertos señalan que para más de 3 millones de usuarios inscritos en la plataforma Patria el proceso de subasta con el medio petro ha sido confuso y engorroso. En comercios y locales son pocos los puntos de biopago habilitados para hacer transacciones con la huella digital y la cédula, lo que ha favorecido la compra indiscriminada de la criptomenda por debajo de su valor a través de las redes sociales.

Caracas. Lo que prometía ser un beneficio se convirtió en un fraude. Adultos mayores, empleados públicos y jubilados que salieron a gastar el petro aguinaldo para comprar comida, ropa o medicinas volvieron a sus casas con las manos vacías. En tiendas y locales son pocos los puntos de biopago habilitados para hacer la transacción con la criptomoneda, pese a que el Gobierno aseguró que 12.000 comercios estarían habilitados en todo el país. 

Para Ismary Liendo fue una alegría saber que recibiría el medio petro asignado por el Gobierno, equivalente a 1,3 millones de bolívares. Con el dinero compraría los ingredientes para hacer las hallacas de la cena del 31 de diciembre y algunas medicinas. Pero, aunque siguió todos los pasos sugeridos en la página petro.gob.ve, para registrar la billetera virtual y subastar su medio petro, la desilusión que se llevó fue grande. 

Nadie me lo compró y me lo devolvieron. Ahora intento comprar y en ninguna parte aceptan el pago en petros. Me vine de Vargas a Caracas para comprar lo necesario, pero no pude hacer nada. Las tiendas que tienen biopago no están afiliadas. Fui a varios Farmatodo y cuatro carnicerías y en todas me dicen lo mismo. Pura mentira”, dijo.

A las puertas del Banco Bicentenario, varios adultos mayores que discutían sobre el tema coincidieron en lo mismo: ninguno había podido adquirir algo con la criptomoneda y mucho menos ofertarla a través de la subasta para obtener el equivalente en bolívares. A todos les fue devuelta la critpmoneda a las 24 horas con un costo adicional de 10.000 bolívares por transacción.

“Es una estafa porque a casi nadie le interesa comprar petros. Mi hija intentó registrar la billetera varias veces y ahora ni siquiera lo puedo gastar. En todo los comercios ponen pero para aceptarlo”, aseguró un adulto mayor que hacía fila para retirar 12.000 bolívares en efectivo.

En el Traki cercano a la plaza Diego Ibarra, gran cantidad de personas se aglomeraban para preguntar si aceptaban el pago con la moneda virtual. Mucho salían decepcionados y otros confundidos. Quienes lograban adquirir algo lo hacían a través de sus teléfonos y de las computadoras del local con la aplicación petroapp.

Jubilados y empleados públicos que no pudieron comprar con el medio petro optaron por ir a los bancos a sacar efectivo

Uno de los trabajadores de la tienda explicó que los clientes solo podían comprar haciendo una transferencia a través de la criptobilletera con nombre de usuario y clave. “No tenemos activo el biopago porque el Banco de Venezuela no nos ha facilitado el mecanismo para afiliarnos”, aseguró.

El equipo de Crónica.Uno también se acercó al Farmatodo de la avenida Universidad. Aunque en un aviso en la puerta se lee que se aceptan el pago a través del sistema biométrico de biopago, uno de los trabajadores explicó que no se encuentran afiliados. 

Aarón Olmos, economista y especialista financiero de la Universidad Central de Venezuela, explicó que para 3 millones de personas inscritas en la plataforma Patria el procedimiento elegido por la Superintendencia Nacional de Criptoactivos (Sunacrip) para convertir el petro a bolívares ha sido confuso y engorroso por tratarse de un sistema de subasta poco conocido entre la población, especialmente entre adultos mayores y pensionados que no manejan las plataformas digitales y tecnológicas. 

“No hay gente interesada en cambiar sus bolívares por petros, porque no hay información ni educación al respecto y mucho menos cuando cada transacción para ofertar el medio petro tiene un costo de 10.000 bolívares”, indicó.

El petroaguinaldo también se raspa 

Olmos indicó que otro de los obstáculos ha sido el desconocimiento que existe acerca de los comercios o negocios habilitados con el sistema de biopago, pues no hay listas publicadas con el nombre de los locales, tampoco una descripción de los pasos para afiliarse a la aplicación petroapp. 

El economista explicó que para que un comercio o persona natural acepte el pago con la criptomoneda a través del sistema biométrico debe estar afiliado a la aplicación petroapp, disponible a través del portal de la Sunacrip. Sin embargo, aunque el monedero digital es la única vía para hacer operaciones intercambiables con la moneda virtual no todos lo bancos están habilitados para trabajar con ese sistema.

Olmos indicó que el Banco de Venezuela es el único que posee conexión directa con la Sunacrip para afiliarse directamente a la plataforma y hacer uso de la criptobilletera. “Eso significa que otros 31 bancos que hay en el país quedan por fuera del ecosistema, lo que dificulta que los comercios puedan aceptar el sistema biopago con cédula de identidad y huella digital”, dijo.

A juicio del experto, el desconocimiento en esa área y la falta de información ha propiciado la compra inescrupulosa de la criptomoneda por debajo de su valor, fijado en 70 dólares. A través de las redes sociales y plataformas de mensajería como WhatsApp muchos usuarios han optado por vender su medio petro a cambio de 20 o 30 dólares. “Lastimosamente, hay gente sacando ventaja de la situación y el desespero de quienes necesitan algo de dinero para comprar medicinas o comida en medio de esta situación de zozobra y desconfianza”.

Pablo Zambrano, dirigente sindical, lamentó que los adultos mayores sean lo más afectados por la medida. “Esto defraudó a la mayoría de personas que hizo este tipo de transacciones. La subasta fue un fracaso y los adultos mayores los más perjudicados por un sistema que los excluye y que les genera confusión. Ellos salieron a comprar comida o medicinas y se quedaron sin nada. Están sufriendo”, aseguró.


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