Las cifras oficiales señalan que hasta abril se culminaron 22.829 casas, 16% menos de lo que hizo en el mismo período del pasado año.
Caracas. El Presidente Nicolás Maduro cada jueves de vivienda asegura que este año se construirán 500.000 casas, pero hasta abril la producción no iba a paso de vencedores por la escasez de insumos.
La información del Ministerio de la Vivienda y de los entes oficiales muestra que entre enero y abril se culminaron 22.829 unidades habitacionales, eso es 4% de la meta fijada por el Gobierno.
La lentitud en la construcción se evidenció en el anuncio del jefe de Estado, quien esta semana dijo que a partir del 1° de julio se debe acelerar la fabricación de inmuebles.
“A principios del mes de julio arrancará una nueva fase para reforzar la entrega de viviendas de la Gran Misión Vivienda Venezuela. Estamos preparando un plan especial. Vamos a avanzar con más fuerza este año 2016. Avanzar en la entrega de terrenos, de recursos, de financiamiento y ya el plan de aceleración para el segundo semestre”, dijo en su programa.
Desde que se lanzó la Misión Vivienda solamente en el 2012 fue que se alcanzó el objetivo. Ese año se contemplaron 200.000 viviendas y ese fue el número de unidades culminadas. En 2013 se anunció la construcción de 350.000 casas y se realizaron 201.000. En 2014 el Gobierno dijo que se efectuarían 400.000 unidades y se terminaron 126.248. En 2015 la meta volvió a ser 400.000 y se concluyeron 325.879.
Pero las cifras revelan más. La cantidad de casas culminadas al cuarto mes de 2016 (22.829) es 16% más baja que el número de soluciones efectuadas en el mismo lapso de 2015 que fue 27.130.
Esa disminución en la producción obedece a la falta de insumos, que afecta tanto al sector público como al sector privado.
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En 2015 el despacho de la Vivienda destacó en la Memoria y Cuenta que una de las limitaciones que tuvo la gestión fue la baja oferta de materiales de construcción en el mercado nacional. Y los informes de los entes oficiales del pasado año dejaron al descubierto la caída en la producción de acero y cemento. Las empresas estatales que producen insumos operan a medias.
Fuentes del sector construcción señalan que por la paralización que enfrenta Sidor la escasez de cabillas y otros productos de acero (mallas, tubos, entre otros) se ha agudizado. Para paliar la situación el Gobierno comenzó a importar alambrón para elaborar las mallas que se usan en las obras.
A las fallas con las cabillas, se suma el cemento. Las cementeras continúan trabajando a menos de 100% de su capacidad y hay dificultad para conseguir ese material. Los problemas aumentan cuando el abastecimiento de otros productos como cables y transformadores es irregular.
Foto: Cristian Hernández
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