Grietas y filtraciones ponen en jaque a la Escuela de Artes y Oficios de Maiquetía

Escuela de Artes y Oficios

Creada en 1936, la Escuela de Artes y Oficios de Maiquetía sobrevive al progresivo deterioro de sus instalaciones. Sus estudiantes se quejaron de la inacción de la Gobernación de La Guaira.

Caracas. Desde la última década, todo se sumió en el declive. Ya no se aprecian promociones con cientos de graduandos. Tampoco funcionan algunas maquinarias técnicas para las prácticas de los alumnos, mientras que las grietas y filtraciones en paredes, techos y pisos ponen en jaque las actividades en la Escuela de Artes y Oficios Artesanales, ubicada en Maiquetía, al oeste del Litoral Central.

“Cada vez que llueve, uno tiene la sensación, terrible y pavorosa de que se va a venir abajo”, comentó Amelia Cortez, integrante del curso de Corte y Costura que se dicta dos veces a la semana en este plantel, que comparte su sede con la Secretaría de Educación de la Gobernación de La Guaira y la Escuela Miguel Suniaga, esta última con una matrícula de 400 estudiantes.

En octubre de 2022, el gobernador José Alejandro Terán destacó las reparaciones en el sitio, por parte de las brigadas comunitarias militares en educación y salud (Bricomiles).

Sin embargo, solo abarcaron el desmalezamiento, despeje de desechos y la pintura del muro perimetral, pupitres y baños.

“En la Escuela de Artes y Oficios no hicieron nada. Pensamos que iban a atendernos, porque aquí está la oficina del director de Educación, pero no fue así, quedamos a la deriva”, indicó una empleada de la dependencia que pidió a Crónica.Uno el resguardo de su identidad “porque la persecución se activa”.

Daniel González, titular del referido cargo de la gobernación, despacha desde la sede de la Zona Educativa de La Guaira, en la casa presidencial de La Guzmania, en Macuto. Además, es el jefe de la zona y, por tanto, se le reconoce como Autoridad Única en la materia.

Una prueba más de la fusión de los cargos administrativos se materializó a inicios de febrero de este año, cuando los sueldos y salarios de los trabajadores de la antigua dirección regional los absorbió la nómina del Ministerio de Educación. Sin embargo, continúan padeciendo las incomodidades en su nicho laboral, que se reproducen, igualmente, en la escuela técnica.

La productividad del olvido

En 1936, bajo el gobierno de Eleazar López Contreras, se construyó la Escuela de Artes y Oficios Artesanales de Maiquetía. Junto al Inces en Caraballeda, son las únicas instituciones con esta concepción técnica para el trabajo en la región.

En la actualidad, ofrece clases de cocina, repostería, corte y costura; artesanía, pintura, decoraciones del hogar, jabones cosméticos, floristería, manualidades, decoración de eventos y peluquería para un centenar de aspirantes.

Pero, la filosofía de convertir a los jóvenes (todos mayores de edad) en “emprendedores y personas productivas” se confronta con el déficit presupuestario, lo que se traduce en bajos sueldos para los profesores, la intermitencia de las sesiones presenciales y las mencionadas dificultades para el mantenimiento de la infraestructura.

Escuela de Artes y Oficios
Trabajadores indicaron que el trabajo de las Bricomiles no se enfocó en la estructura. Foto: Cortesía

Lidia Omaña, estudiante del curso de Manualidades, dijo que, aun sin las lluvias, las filtraciones de las paredes “asustan mucho”. Cuestionó el uso, cada vez mayor, de recipientes en el piso de los salones para sortear las gotas de agua y los desprendimientos en las paredes.

Otros compañeros de Omaña se quejaron del óxido que corroe las puertas, cerraduras y ventanas: el salitre que también afectó al sistema eléctrico de las instalaciones y del que se presume que contribuyera al daño de aparatos que se requieren para las prácticas de peluquería, cocina y repostería.

Los trabajadores de la escuela técnica y la Miguel Suniaga temen que las promesas de nuevas rehabilitaciones en la edificación pudieran ser parte del olvido gubernamental. Están en deuda desde enero de 2023.

La pinturita por fuera, la reparación de unos baños y el lijado de unos pupitres en octubre del año pasado era para la foto en las redes sociales. Para la pantalla, son muy buenos”, expresó Richard Oswaldo Wilson, un obrero de ambas instituciones educativas.

Wilson ha atestiguado la decepción de los alumnos con el derrumbe paulatino de la Escuela de Artes y Oficios. “Es injusto lo que ocurre, la mayoría de esos muchachos vienen de los barrios y necesitan la formación para salir a trabajar y ayudar a sus familias”, agregó.


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