Hasta 5 millones de bolívares cuesta una bolsa de sangre en el mercado negro

La escasez de reactivos de laboratorio se ubica en 100 % lo que compromete las pruebas de serologías en 336 hospitales públicos del país.

Caracas. Al drama de la ausencia de medicamentos que acorrala a los pacientes crónicos, se suma un nuevo factor: el debut de personas con cáncer, insuficiencia renal crónica, hemofilia y otros padecimientos en la lista de enfermos con VIH, sífilis y Hepatitis C.

Para el Colegio de Bioanalistas de Venezuela, se trata la peor secuela de la escasez de reactivos de laboratorio, una falla de insumos que el gremio ubica en 100 % y que compromete las pruebas de serologías en 336 hospitales públicos del país, donde una bolsa de sangre se cotiza hasta en 5 millones de bolívares.

María Cabrera, presidenta del Colegio de Bioanalistas de Caracas, advierte que el personal de salud perdió capacidad para analizar las bolsas de sangre y descartar enfermedades infectocontagiosas como Sida, Hepatitis B y el Chagas que forman parte del panel serológico, una trama de siete estudios que deben ser aplicados de manera obligatoria antes de la transfusión, pero que en la práctica no se realiza.

La coyuntura deja efectos letales en la población más vulnerable y recrudece en un contexto que algunos describen como la peor tragedia sanitaria de Venezuela. No podemos seguir responsabilizándonos de las muertes ni de las enfermedades reemergentes que afectan a la población, aseguró Cabrera en una protesta organizada en Caracas, a propósito del Día del Bioanalista.

Durante la concentración, en la que algunos afectados profirieron consignas a favor de la salud, los profesionales indicaron que las fallas de insumos ascienden a 70 % en los laboratorios privados, lo que relega a las clínicas dentro del panorama sanitario. Sobre ello, Cabrera asegura que algunos recintos incluso cobran los exámenes en dólares.

El desatino y la opacidad gubernamental, denuncian quienes resienten la crisis humanitaria, ha fomentado un panorama inédito en la historia del país. El suministro de insumos no se realiza de manera continua y ello deja vacíos profusos en la red de salud pública, el vértice de la atención sanitaria, según la Constitución.

La presidenta de la Federación de Colegios de Bionalistas, Judith León, agrega que la decisión tomada en marzo por el Ejecutivo de importar reactivos a través del fondo rotatorio de la OMS fue insuficiente y el problema se agrava.

En Venezuela están ausentes los marcadores tumorales y ello complica el diagnóstico y posterior tratamiento de las personas con neoplasias. Para quienes viven en carne propia las consecuencias de un sistema de salud deficiente, que para las madres del J. M. se torna descarnizado, el panorama es desolador.

Escuelas de Bioanálisis en cierre técnico

La crisis en curso es también el retrato hablado de la academia, una ventana que permite mirar al interior del país y que ofrece una visión totalizante de una profesión malograda por cuenta de la escasez. La directora de la Escuela de Bioanálisis de la UCV, María Fátima Garcés, afirma que la coyuntura no solo afecta la atención hospitalaria, también desentraña el déficit presupuestario, el desabastecimiento de reactivos y la diáspora de docentes que embarga a las universidades.

De siete escuelas de Bioanálisis que existen a escala nacional, tres están en cierre técnico y ello compromete la única cantera de especialistas de ese tipo en Venezuela, informa Garcés. Entre los centros de formación cerrados se cuentan las escuelas situadas en las universidades de Los Andes, del Zulia y de Carabobo, en su núcleo Aragua. No podemos reponer los reactivos y medios de cultivo y ello compromete la formación de los estudiantes en una carrera que es esencialmente práctica y demostrativa, reconoce Garcés.

La educadora asegura que el presupuesto anual que recibe la escuela de la UCV es de 900.000 bolívares, mientras una caja de guantes ronda los 3,5 millones. La docente explica que han tenido que recurrir a centros particulares como las clínicas Metropolitana, El Ávila, el Centro Médico Docente la Trinidad y el Centro Médico de Caracas para completar la formación de los alumnos, quienes muchas veces trabajan con medios de cultivo y reactivos vencidos.

El escenario, que resienten pacientes y médicos por igual, impone urgencia y ha obligado a los bioanalistas a declararse en protesta permanente hasta tanto el Ministerio de Salud no ponga coto al drama que incluso los deja sin cilindros para la extracción de la sangre. Se trata del menor de los problemas, en un momento en el que los médicos postergan los planes de cirugías electivas por falta de sangre.

Los residentes de los posgrados quirúrgicos no cumplen el récord de cirugías para graduarse. Y como profesionales, no nos queda otra alternativa que acompañar a los pacientes en sus padecimientos, declaró Maribel Meléndez, de la Sociedad Venezolana de Hematología.

Cifras extraoficiales indican que de 20.000 bioanalistas agremiados, alrededor de 6000 se han marchado del país en busca de mejores ingresos. Débora Oliveira, vocera del Centro de Estudiantes de la Escuela de Bioanálisis de la UCV, reporta una deserción de 40 %. Según cálculos de esa universidad, en los últimos dos semestres se redujo de 550 a 300 el número de alumnos de Bioanálisis. Las becas que percibe menos del 10 % de los alumnos son de 40.000 bolívares y eso no alcanza para nada, destaca la vocera estudiantil.

El déficit presupuestario ha impedido a la Universidad de Los Andes abrir las inscripciones para cursar la carrera en los últimos dos semestres. A ello se le suma la crisis eléctrica en el Zulia, cuya escuela también está en cierre técnico.

En promedio, según el gremio, un bioanalista devenga 1,2 dólares en el país, una realidad que los deja de manos atadas frente a la inflación que supera 6500 %. Hoy los agremiados exigen ganar el equivalente a 400 dólares por mes para cubrir sus gastos.

Fotos: Francisco Bruzco @bruzco1


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