Fedecámaras e industriales carabobeños apuestan por la confianza empresarial pero la informalidad hace mella

En los últimos 20 años la Cámara de Industriales de Carabobo perdió más del 90% de sus agremiados. La industria automotriz, otrora motor carabobeño, fue la más golpeada de todas.

Valencia. El optimismo se ha vuelto una palabra muy constante en la discursiva empresarial carabobeña, pero no es una novedad en vista que la retórica de la confianza ha sido la estrategia en los últimos años para levantar una industria que busca oxígeno en medio de un panorama desolador para el empresariado.

Luis Rossi, presidente de la Cámara de Industriales del estado Carabobo, no se atreve a dar cifras que permitan conocer a fondo la realidad de las industrias carabobeñas, tampoco lo hizo hace tres meses cuando en conversación con Crónica.Uno afirmó que no manejaba una data y que para dar una información atinada debía consultar con otros miembros de la cámara.

Durante la rueda de prensa Rossi afirmó que es difícil obtener las cifras y que dar un número no es correcto. Sin embargo, informa que industrias carabobeñas como: alimentos, químicos y mecánica han comenzado a despertar, pero otras no están ni próximas a hacerlo como la automotriz que fue el motor de la Zona Industrial de Valencia.

Rossi recuerda que lo que se está tratando desde las distintas instituciones empresariales es generar condiciones y eso lo hacen mediante la confianza. Por ende. “No se trata de decirte que el decreto firmado tal día hará tal y tal cosa, no es tan blanco y negro”.

Luis Rossi. Fotografía: Armando Díaz.
Los datos restan confianza

La razón es que hay varios problemas, uno de ellos es la enorme cantidad de carga impositiva que posee el país. En este sentido Rossi opina que una de las soluciones es bajar el Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras (IGTF). “Esto es algo más político”.

En la actualidad la Cámara de Industriales del Estado Carabobo tiene alrededor de 150 afiliados, 35 menos que en 2020, mientras que en 1998 poseían 1687, un desplome de más del 90%.

Estos datos alejan mucho a la industria de la tan deseada confianza que la presidente de Fedecámaras Carabobo, Isabel Taboada, expresa aún cuando se realicen eventos como la Expo Agro Industrial la cual se celebró entre el 8 y 10 de septiembre. Pero situaciones como el déficit crediticio representan otro distanciamiento.

Ana Isabel Taboada jutno al presidente de Fedecámaras, Adán Celis y el Tesorero de la patronal Rafael Trejo. Fotografía: Armando Díaz.

Taboada enfatiza que la feria sirvió para visibilizar lo que se hace en Carabobo y que los diálogos se están llevando a cabo para tener un terreno mejor preparado. “Pero ¿Sin financiamiento cómo haces para que el flujo de caja resuene un poco?”.

Por tal motivo, la empresaria es aún más franca y recuerda que luego de un 2022 con grandes expectativas el 2023 no ha sido prometedor. “No ha habido crecimiento evidentemente y la gente se llenó de inventario y eso se quedó ahí”.

Es por esto que Taboada siempre le pide al gobierno mayor concesión de créditos y la derogación de la Ley de Armonización Tributaria. “Tratamos de generar confianza sin decir que vamos a ir a peor”.

Isabel Taboada. Fotografía: Armando Díaz.

Pero la confianza es algo muy frágil al punto que Taboada relata que una vez en conversaciones con empresarios chinos estos le preguntaron cómo estaba la situación en Carabobo.

No hay gasolina, se nos va la plata, después cuando le pedimos la mercancía ellos nos dijeron, ¿después de todo lo que me dijiste tu me vas a pedir?”.

La meta de Fedecámaras Carabobo es transformar al estado una vez más en una región industrial, pero prescindiendo del sector automotor, “eso no va a volver hay que ver cómo nos convertimos nuevamente en 40% del PIB del país sin este sector”.

Formalidad vs informalidad

Una preocupación latente por parte de la patronal carabobeña es la gran cantidad de informalidad en las calles. Taboada de hecho toma como recurso una encuesta consultada recientemente en la que 74% de los trabajadores del país no tienen seguridad social.

Es decir, no están inscritos, tampoco tienen ley de política habitacional. Eso habla muy mal de lo que se está haciendo de querer que los trabajadores sigan formales”, sostuvo.

Fotografía: Armando Díaz.

La lectura de esta cifra para Taboada es que los trabajadores prefieren laborar desde sus casas, ya que la informalidad te exonera de los cuantiosos impuestos del Estado.

En el caso de Adán Celis su objetivo de complacencia es el empresariado y nadie más.

“No vinimos a ganar un concurso de popularidad”. De ahí que en su misión sea la devolución de buena parte de las empresas que hoy están en manos del Estado. “Estamos más que seguros que algunas de esas empresas pueden volver a ser productivas, tanto en manos de sus legítimos dueños como de inversionistas nacionales”.

Fotografía: Armando Díaz.
Hay que sentarse

Durante su discurso con el empresariado Celis reconoció que se ha reunido con el gobierno en varias oportunidades y que hoy por hoy. “Son más las cosas que nos unen que lo que nos distancia, porque el respeto es la palabra mágica de esta relación”.

Las relaciones con la patronal han mejorado tanto que es la primera vez en más de 20 años que un ministro de Comercio se reúne con la cabeza de Fedecámaras, pero también ha sostenido reuniones con Nicolás Maduro, con el que conversó por 40 minutos, con Diosdado Cabello estuvo más de dos horas. “El deber ser es reunirse”.

Fotografía: Armando Díaz.

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