Inflación calculada por Observatorio Venezolano de Finanzas se aceleró en julio al ubicarse en 19%

los precios

El economista Ángel Alvarado advirtió que hay riesgos de que la inflación acelere a final de año, debido a que el tipo de cambio ha mostrado picos en los últimos meses y en noviembre el país se prepara para elecciones regionales.

Caracas. El Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), que mide mes a mes el Índice Nacional de Precios al Consumidor, registró en julio una inflación de 19 %, superior a la del mes anterior. En lo que va de año el país acumula una inflación de 415,7 %, por encima de cualquier país de la región.

El economista Ángel Alvarado, quien presentó los resultados este 9 de agosto, evitó vaticinar si este año el país saldrá de la hiperinflación, dado que en la mayoría de los meses la tasa se desaceleró por debajo de 50 %. Sin embargo, el especialista apunta que el tipo de cambio ha mostrado picos en los últimos meses y en noviembre el país prepara un cronograma electoral, por lo que ambos eventos inciden en el comportamiento de los precios de bienes y servicios.

“Después de tres años (de la última reconversión) no hay medidas para abatir la hiperinflación”, dijo el economista refiriéndose a la nueva reforma monetaria que llevará a cabo el Gobierno en octubre de este año. Insistió en que si bien la inflación se desacelera, como en junio cuando cerró en 6 %, “hay riesgo” de que esto cambie a final de año.

El OVF calcula que la inflación interanual se ubica en 1984 %. La educación fue lo más subió de precio en julio al ubicarse en 36 %, mientras que le sigue equipamiento del hogar 31,6 %, esparcimiento 27,2 %, bebidas alcohólicas y tabaco 24,9 %, salud 23,5 %, vestido y calzado 23,3 %, alquiler de vivienda 20,9 %.

La canasta alimentaria que mide el organismo llegó en julio a $303,08. Alvarado indicó que los precios en dólares van subiendo y no parece que vaya a revertirse. “Vida cara en bolívares, vida cara en dólares, todo es producto de la hiperinflación”, sentenció.

La hiperinflación en el país distorsiona los precios de bienes y servicios, ya sean en dólares o en bolívares. La tasa de inflación va por encima de la del tipo de cambio, lo que hace que los comerciantes y empresas ajusten sus precios en divisas para protegerse de la inflación. Cálculos de Econométrica muestran que entre junio de 2019 y junio de este año el poder de compra del dólar paralelo cayó un 63 %. Hoy los venezolanos necesitan más divisas para pagar un mismo bien.

Mirla Pérez del Centro de Investigaciones Populares participó en la rueda de prensa virtual para explicar el impacto que tiene la inflación en la sociedad. A su juicio, “las precarias condiciones de vida le son útiles al sistema para dominar y someter”. “El venezolano no tiene cómo cubrir la canasta alimentaria, esto lo vuelve vulnerable. Tenemos un pueblo con hambre producto de estas acciones económicas”, dijo.

El Centro de Investigaciones Populares registra que la canasta de bebida tuvo un valor de $191 en julio, mientras que la canasta de vivienda $3540, comunicación $3, la canasta de educación $432, servicios $25, restaurantes y hoteles $164, bienes y servicios diversos $3490 y salud $7082.

Una familia de cinco miembros debe aportar 60 dólares por persona para llegar a los $300 que costaba la canasta alimentaria el mes pasado. Pérez indicó que para una familia es muy difícil alcanzar esa cifra. Necesitan 162 sueldos mínimos solo para alimentos.

Mercado negro y matraca

El Centro de Investigaciones Populares refirió que el aislamiento y la inmovilidad por la pandemia y también el colapso en los medios de vida hacen que la población se vea con menos acceso a los alimentos. Algunos deben recurrir al mercado negro para comprar la comida u obtener efectivo para hacer las transacciones o pagar los pasajes para trasladarse. Por ejemplo, en las regiones la electricidad falla a menudo, lo que suspende los puntos de venta y cualquier servicio que dependa de internet y energía.

Pero también “factores delincuenciales” afectan el precio de los productos, como las alcabalas que debe sortear la población. En ese sentido, Alexander Campos del Centro de Investigaciones Populares se refirió al “impuesto malandro” que infla el valor de los productos por los sobornos que deben pagar los comerciantes. “Es difícil saber cuánto es la incidencia, porque son demasiados factores, en cada zona son impuestos distintos, pero sí vemos que es muy relevante”.

 

Exoneración de aranceles

El 6 de agosto el gobierno de Nicolás Maduro aprobó un decreto que elimina la exoneración de aranceles a 597 códigos relacionados con bienes terminados que puedan estar afectando a la industria local. La vicepresidenta Delcy Rodríguez dijo durante una reunión con el Consejo Superior de Economía, que la medida formaba parte de “una política de sustitución estratégica y gradual de importación para vigorizar las capacidades productivas del país”.

El economista Ángel Alvarado señaló que el impacto de la medida se verá sobre todo en enero del año que viene. “Los canales van a estar llenos en diciembre por la época navideña, pienso que el impacto se verá, sobre todo, a partir del año que viene. Típicamente los aranceles hacen más caros los productos, por ejemplo, arancel a la leche, a la harina de trigo, técnicamente lo que uno puede esperar es que se encarezcan estos productos en términos reales: dólares y bolívares, así que lo que pensábamos era evaluar el impacto que tendrá esta medida, que va a encarecer aún más la vida de los venezolanos y esto se esperará para el primer trimestre del año 2022”, apuntó.


Participa en la conversación