Los estudiantes universitarios que emigraron han visto una oportunidad en los semestres virtuales para retomar sus estudios en Venezuela. La UCAB ha aceptado reincorporaciones de estudiantes de pregrado en el exterior, mientras que la Unimet tiene alrededor de 12 % de los alumnos cursando sus asignaturas en otros países. 

Caracas. Albert Soler supo que la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) abriría un semestre virtual para dar continuidad a la educación por el confinamiento. Le escribió a uno de sus profesores para saber si aún estaba a tiempo de inscribir su noveno semestre. Soler tiene 25 años y salió de Venezuela en 2016.

Para entonces había inscrito el noveno semestre de Ingeniería en Telecomunicaciones y contaba con 75 % de avance de su tesis. Pero por una amenaza de secuestro que recibió su madre, además de la compleja crisis económica, tuvo que detener el semestre y emigrar a los Estados Unidos.  

Soler no perdió el contacto con sus profesores durante casi cinco años. Intentó muchas veces, de manera remota, continuar. Pero algunas materias requerían presencialidad. Con la pandemia, Soler vio, ahora sí, la oportunidad de retomar sus estudios en la UCAB. 

La mitad de los emigrantes recientes son jóvenes de 15 a 29 años que han interrumpido su trayectoria educativa o se han graduado. En ambos casos, buscan afuera las oportunidades que no encuentran en Venezuela, según la Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi). Cifras de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados dan cuenta de 5,6 millones de venezolanos desplazados por la crisis humanitaria compleja. 

En pandemia, Soler pudo inscribir el noveno semestre que cursó de octubre de 2020 a enero de 2021. Entre febrero y marzo de este año hizo un intensivo para las pasantías. Y el 19 de abril se matriculó para el décimo y último semestre. “Si Dios lo permite, estaría terminando la carga académica en agosto”, dice. 

Cuando Soler emigró se deprimió al ver que sus compañeros de promoción se graduaron sin él. “Fue un golpe al ego dejar una carrera que estaba casi terminada, tan complicada”, recuerda. Aunque siente tristeza porque en este tiempo ha perdido familiares por la COVID-19, sabe que ahora es su oportunidad de poder terminar la carrera. 

En cinco años la cobertura educativa en el sistema universitario ha caído a la mitad, según la Encovi. En el grupo de personas en edad escolar (18 a 24 años) el porcentaje de población atendida se redujo significativamente: en 2014 era de 47 %, cinco años después, se ubicó en 25 %.

Los estudiantes universitarios que emigraron han visto una oportunidad en los semestres virtuales para retomar sus estudios en Venezuela. Para el semestre de octubre de 2020 a febrero de 2021 de la UCAB, entre estudiantes regulares que se encontraban fuera del país y reincorporaciones (migrantes) fueron 40 jóvenes quienes vieron clases desde el exterior. “La universidad lo permite en la medida que no haya una obligatoriedad presencialidad”, aseguró Magaly Vásquez, secretaria general de la UCAB. 

Para el semestre abril-agosto de 2020, el primero en pandemia, al menos 20 estudiantes de pregrado que habían emigrado solicitaron la reincorporación tras aprobarse la modalidad de “presencialidad remota”.  

Aunque esto ha sido una oportunidad para quienes han detenido sus estudios por emigrar, Vásquez explica: La universidad no puede garantizar continuidad en ese formato porque todo está supeditado al retorno de clases presenciales. En esta modalidad continuaron también otros 30 estudiantes regulares que estaban de vacaciones fuera del país y por la pandemia no pudieron volver.  

Los jóvenes migrantes han tratado de  inscribir la mayor carga académica que puedan “con la esperanza de avanzar hasta donde sea posible, porque si esta situación se prolonga, podrían continuar avanzando”, señala Vásquez. Sin embargo, reconoce que queda de parte del Ministerio de Educación Universitaria dar lineamientos en cuanto a la posibilidad de prosecución de estudios de esos alumnos. 

“No podríamos tener como dos universidades en el sentido de si llega a haber un retorno a lo presencial. Los estudiantes que estén inscritos tienen que ajustarse a esos lineamientos, no podríamos tomar la decisión unilateralmente de continuar a distancia con los estudiantes que se encuentren fuera. Confiamos en que hayan unos lineamientos claros de parte de los organismos reguladores porque es una realidad con la que nos encontramos, no solamente la UCAB, sino las nacionales y de gestión privada”, opina Vásquez. 

La situación no es diferente en la Universidad Metropolitana (Unimet) que tiene alrededor de 12 % de los estudiantes de pregrado cursando sus asignaturas a distancia, se encuentran en Estados Unidos, España, Colombia, Chile, República Dominicana, Ecuador, Antillas Neerlandesas, Panamá. De postgrado son 5 %. 

María del Carmen Lombao, vicerrectora Académica, explica que cuando se retome la presencialidad, “los estudiantes podrían tener la opción de continuar inscribiendo asignaturas a distancia, si las modalidades ofertadas en ese momento son de su conveniencia”.

Esto no significa que la Unimet vaya a ser virtual, aclara Lombao: “Aprovecharemos esta cosecha para materializar aún más las premisas conceptuales de nuestro modelo académico, lo cual abre nuevas posibilidades a nuestros estudiantes”. 

Lombao explica que alguna asignatura que, anteriormente, se dicta en modalidad presencial, en el futuro pueda ser dictada de manera virtual o semipresencial. “Desde hace tiempo, antes de la pandemia, ya teníamos asignaturas ofertadas virtualmente. Es más, tenemos profesores ubicados en el exterior que dictan clases desde donde estén. En fin, el mundo cambió y la universidad debe avanzar a la misma velocidad”, concluyó Lombao. 

Foto referencial: Tairy Gamboa


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