Katherine Martínez: El Estado no quiere ver lo que ocurre en el Hospital J.M. de los Ríos

La muerte de otros dos pequeños pacientes del servicio de Hematología del hospital infantil, entre el 21 y el 22 de diciembre, incrementó a más de 100 la lista de fallecidos por causas que implican la violación de derechos de los niños. “El Estado debe poner la lupa en los hospitales y  unidades pediátricas”, afirma la directora de Prepara Familia que con las madres se alistan para iniciar en 2022 nuevas acciones.

Caracas. Desde 2017, en el Hospital de Niños Dr. J.M. de los Ríos no cesa el duelo. Año tras año, se registran muertes de pequeños pacientes que sobrepasan hoy los 100. El pasado 21 y 22 de diciembre, los niños del área de Hematología, Damián Naranjo, de 6 años de edad; y  Jairelys Fernández, de 7 años,  se sumaron a la lista que parece no tener fin. En el principal hospital infantil del país han cerrado no menos de cinco servicios especializados y faltan insumos básicos como inyectadoras, lo que ha ocasionado protestas recurrentes de las madres y del personal.

En todo este tiempo no ha habido respuesta oficial. No ocurren acciones “milagrosas”, más que las que realiza un puñado de madres y voluntarias cada día para impedir que la salud de los niños, niñas y adolescentes desmejore debido a las carencias y las aguas servidas, dentro del edificio.  Y lo más grave es que están ingresando nuevos pacientes “que aguantan menos” que los demás.

“El Estado no quiere ver lo que está ocurriendo en el hospital”, reclama Katherine Martínez, directora de la ONG Prepara Familia que acompaña y defiende los derechos de los niños, niñas y adolescentes con patologías crónicas que allí se atienden. “Ha volteado la mirada a otro lado. Y tiene que poner la lupa en el hospital, como en los demás, y en las unidades pediátricas. El sistema de salud está debilitado y exige ser reactivado y funcionar”.

Lo señala, luego de recordar que el Estado tiene pendiente desde 2017 el cumplimiento de la medida de protección dictada por la CIDH para los derechos de unos 1000 pacientes de 14 servicios del hospital.

Hospital J.M. de los Ríos sin protección 

La decisión histórica e inédita fue una ampliación de la medida acordada en febrero de 2018 para los pacientes de Nefrología, luego de más de una decena de fallecimientos de forma exponencial. Morían por shock séptico, neumonía, desnutrición, insuficiencia respiratoria aguda, sepsis, diarrea aguda-deshidratación grave.

En ambos fallos se impuso la obligación de adoptar medidas que garanticen el derecho a la salud y la vida de los pequeños convalecientes.

-¿Cuál fue la circunstancia de la muerte de los dos pacientes?

-El niño llevaba tiempo grave. Por su parte, la niña había sido diagnosticada con aplasia medular severa en noviembre pasado y falleció muy rápidamente. Queremos llamar la atención sobre esto. Preocupa a los médicos el hecho de que los nuevos niños que ingresan mueren al poco tiempo. Están muy deteriorados debido a problemas de nutrición o de falta de medicamentos que en pasado otros pudieron tenerlos en una etapa en su vida. Entonces, cuando llegan a los servicios muchos de ellos no aguantan. Ya no son como los niños de antes que ingresaban con larga data de la enfermedad y eran fuertes.

-¿Cuántos niños han fallecido desde 2017?

Desde ese año hasta agosto que es la fecha de nuestro Informe 2020 son 63 niños solo de Nefrología. En cinco años. Y hasta 2019 en Hematología hay 31 niños. Eran los que esperaban trasplante de médula ósea. En lo que va de año 2021 llevamos 22 niños fallecidos.  Pero hay mucho más de 100. Se ha incrementado muchísimo, porque la llegada de la COVID-19 restringió muchísimo

La gravedad del J.M. de los Río

-¿En qué estado se encuentra el J.M. de los Ríos?

-Lamentablemente, hay servicios que siguen cerrados, como los de Cardiología, de Terapia Intensiva, de posgrado de Cardiología, de Neurología. Este último es un hecho dramático porque ese es un servicio como el de hematología: Lo requieren todos los niños que tienen problemas de hidrocefalia y de otras enfermedades similares que vienen del interior. También los posgrados de esa especialidad están cerrados. Lo que hay son jornadas de Cardiología para casos concretos, pero no se han habilitado las consultas ni el servicio como tal. Y lo estamos pidiendo. ¿Cómo se mantiene un hospital  tipo IV que hace operaciones importantes, sin tener los servicios de cardiología, de neurología, de terapia intensiva habilitados?

-¿Y los insumos?

-También falta una inversión fuerte en el tema de los laboratorios y reactivos. Tenemos laboratorios como Hematología y Nefrología que no están prestando servicios. Y en el caso del laboratorio central hay reactivos para muy pocos exámenes. Eso hace que las madres salgan con la orden a ver dónde le hacen los exámenes a sus hijos y tienen que llevar todo. En el J.M. de los Ríos seguimos sin inyectadoras, sin yelcos. Solamente se les da muy poco a las enfermeras. Al final se reactivaron las quimioterapias, pero no podemos seguir en esto. El Estado tiene que poner la lupa al J.M. y a los hospitales, a las unidades pediátricas, porque el sistema de salud está debilitado y necesita reactivarse y ponerse a funcionar como debe ser.

-¿Cuál es la situación del personal del hospital?

-El personal de salud presta atención en un  momento muy complicado, como en todos los hospitales. El déficit de personal de enfermería a escala nacional es de 80% en todo el país. Adicionalmente tenemos una migración  importantísima de personal de salud en general, administrativo, de limpieza y mantenimiento. Y se carece de material de limpieza para hacer la asepsia en un hospital. El Banco Municipal de Sangre está en un estado dramático. Es un milagro que los hemoterapistas con sus salarios, como el resto del personal de salud, vayan a trabajar. Hay que agradecer que lo hagan, porque lo que ganan se les va en transporte.

Debilidades ante la COVID-19

-¿Cuáles son las medidas ante la COVID-19?

-Aunque se hizo una inversión en el área de COVID-19, hay un déficit importante de los protocolos de seguridad en todo el hospital. Publicamos un informe de 2020 en cual destacamos con dolor cómo las organizaciones hemos tenido que movernos con conciertos y todo tipo de actividades para poder proveer y apoyar a las mujeres en sus labores de cuidado, de tapabocas desechables. Al personal de salud se le da uno o dos tapabocas al día pero no se cumple con los guantes, las batas desechables ni con todo el material quirúrgico que se requiere. Todo esto lo tiene que comprar el familiar. Aunque esto tiene tiempo así, ahora las madres tienen que ver cómo consiguen todo ese material de seguridad. Terminan vendiendo lo que no tienen. Eso sin contar que ellas no cuentan con un suministro regular de alimentación. Es demasiado.

-¿Y la infraestructura?

-En el área de Triage, en la que se reciben inicialmente a los niños en emergencia, hubo una remodelación, pero es necesario que se invierta en problemas como el de las aguas servidas. ¿De qué sirve una remodelación si al poco tiempo aparecen filtraciones y no se pueden usar los baños?.

Estado incumplido con el J.M. de los Ríos

¿Cuántos pacientes hay en el Hospital J M. de los Ríos?

-Hasta el 24 eran 50 o 60 niños, pues de la población de 120 hospitalizados muchas madres en estas fechas de diciembre piden permiso para llevárselos a sus casas. Son niños cuyo estado de salud no es tan grave y están en condición de viajar o de ir a la casa cercana de algún familiar. Pero también hay que sumar los pacientes que van a tratamiento ambulatorio que en Hematología son entre 350 y 400 niños; y en Nefrología se reciben 300 niños.

-A qué atribuye que a pesar de los llamados el Estado incumple las medidas para los pacientes?

– Vemos con preocupación que esto ha escalado a mayores. En septiembre pasado hicimos una acción de calle a las puertas del J.M. de los Ríos. Y nos lanzaron a la acera donde estábamos una unidad de metrobús en el que venía el personal directivo del hospital. El vehículo venía en contravía. Todos salimos corriendo. Estábamos informando a los medios, junto a las madres, sobre el fallecimiento de la paciente Niurka Camacho mientras esperaba un trasplante. Ella fue una de las adolescentes que intervino en la audiencia de la CIDH y fue la segunda niña del grupo de 12 que murió. Las mamás se enfurecieron tanto que colocaron pancartas encima del autobús. Se está criminalizando no solo a los defensores, sino también a las madres o familiares manifestantes de esos niños, e inclusive a activistas que protestan hasta por agua. Pero, a pesar del agravio, ellas respetan y no se amilanan.

-Cómo interpretan las madres la indiferencia notoria del Estado, desde 2017?

-Lo que estamos solicitando es que se cumpla con los derechos de los niños. El 24 de diciembre, funcionarios de la vicepresidencia ejecutiva y del partido llegaron al Hospital J.M. de los Ríos para repartir juguetes a los niños. ¿Cómo vas a traer juguetes cuando te faltan inyectadoras e insumos básicos, y las madres van de una fundación a otra buscando apoyo? Ese día teníamos un concierto y aunque nos cerraron las instalaciones de acceso al hospital, igual lo dimos afuera. La visibilidad de los derechos tiene que continuar hasta que estos se cumplan, pero no puede ser que recibamos este tipo de respuesta. Me impresiona la cantidad organizaciones vinculadas todas al Estado que hacen eventos, reuniones, dentro del hospital. Puede ser que las madres reciban juguetes y qué bueno que los reciban para sus niños, aunque luego los vendan para comprar las inyectadoras y todo lo que necesitan. Pero tienen que respetarse los derechos. Por ejemplo el de la alimentación. Cuando comen todos los días arroz con frijoles, de almuerzo y cena, ¿qué significa un reparto de juguetes?.

A la espera de los trasplantes

-¿Qué ha pasado con el programa de trasplantes?

-El gobierno dice que van a reactivar los trasplantes, lo prometieron una semana antes de las elecciones, pero no hemos visto movimiento. En el Hospital Militar se han hecho trasplantes de vivo a vivo pero sin garantizar los inmunosupresores que son básicos en personas trasplantadas para evitar el rechazo del órgano. Pero estamos haciendo seguimiento a ese ofrecimiento y a la espera de lo que va a pasar. El 24 de diciembre  pintaron en el servicio de Nefrología, pero eso no es habilitarlo, porque el laboratorio no funciona. Hablamos de un sistema de salud en el que habrá supuestamente trasplantes en el país y por eso esperamos la inversión y que se haga en las condiciones más adecuadas. En un hospital donde no hay agua ni inyectadoras ni insumos ni funciona el Banco Municipal de Sangre, ni hay plaquetas, ni ambulancias, eso no es posible. Además, en el informe de Trasplantes del 31 de agosto indicamos que son  muchos los derechos  que se vulneran: Alimentación, salud, trasplantes, educación hospitalaria, y recreación.

-¿Cuándo fallecieron los primeros niños por problemas renales?

En mayo de 2017 comenzaron a fallecer los niños debido al brote infeccioso en el Servicio de Nefrología, lo cual nos llevó a pedir las medidas cautelares. Vimos cómo no se les estaba dando mantenimiento a las plantas de osmosis a todos los equipos para diálisis. Así nació la denuncia. En la primera audiencia pública en la CIDH el 5 de julio de 2017  expusimos junto con Judith Bron el caso de su hijo que acababa de fallecer y la situación de la salud en el Hospital. Luego con Carlos Trapani, de Cecodap, trabajamos de  manera rigurosa las exigencias que nos pedían para solicitar las medidas cautelares. el 21 de diciembre de 2017 y  el 21 de febrero de 2018, dos meses después, recibimos el otorgamiento para los niños pacientes renales.  Y luego el 21 de agosto de 2019 para  los niños en 14 servicios.

Lucha por los niños del J.M. de los Ríos hasta el final

-Qué obliga al Estado a cumplir con las medidas de protección?

-La Convención de los Derechos del Niño y los tratados que el Estado ha firmado y que se convierten en ley, de acuerdo con la Constitución. Y protocolos. Lamentablemente no ha cumplido ninguno hasta esta fecha. Sin embargo, seguiremos acompañando. Se han activado grupos o comités de apoyo de mujeres. Y también de pacientes adolescentes que están convencidos de continuar con las denuncias, a pesar de que están sufriendo la espera de trasplantes, y están preparándose para llevar la voz de sus pares a otros escenarios internacionales. Eso a uno le levanta el alma. Hay que seguir pidiendo al Estado que cumpla con la Convención y la Constitución y las medidas cautelares.

-Se está evaluando llevar este caso a  la CPI?

-Hemos estado pendientes de activar cualquier mecanismo internacional de derechos humanos por las vulneraciones de los derechos de los niños. Hasta ahora hemos ido al sistema interamericano y enviado informes ante relatorías del sistema de Naciones Unidas. Pero faltan muchas cosas por hacer en el 2022, porque estamos decididos a procurar un cambio en el respeto a los derechos fundamentales de los niños, y para eso tenemos que seguir reactivando mecanismos que aún faltan.

-¿Cómo puede la gente apoyar al Hospital J.M. de los Ríos?

-Los datos están en nuestra página web y en las redes sociales para que las personas puedan hacer donaciones principalmente desde el exterior, porque ya sabemos las dificultades económicas que existen dentro del país para hacerlo.


Participa en la conversación