La avenida Victoria, llamada luego Presidente Medina, es uno los sectores más emblemáticos y expresión fiel de la inmigración italiana en esta ciudad de aniversario. Los vecinos disfrutan, como pueden, de la movilidad, tranquilidad y la renovación gastronómica que ofrece.
Caracas. Es uno de los desarrollos urbanísticos menos estudiados en Caracas y del que existen menos registros de su inauguración, hace 79 años, en el sur de la capital. Sin embargo, la avenida Victoria es uno de los sectores más antiguos y significativos de la ciudad capital que cumple 456 años, entre carencias y deficiencias para su población.
Bautizada luego como avenida Presidente Medina (1958), es también la que mejor recoge la impronta de la inmigración europea, especialmente la italiana, de los años 40. Se llamó Victoria en alusión al triunfo de los aliados de la Segunda Guerra Mundial. Y también la permanencia de sus habitantes.
“Buena parte de los residentes de este sector llevan aquí más de 50 años”, dice S. Wiebe, descendiente de alemanes, quien tiene 55 años alquilado en un apartamento del edificio Real, muy cerca de la avenida principal. Señala que, como muchos otros inquilinos, paga poco arriendo y encuentra en el sector “un lugar ideal”.
La facilidad de movilidad, la tranquilidad y la renovada gastronomía tradicional constituyen razones de peso que contrastan, en mucho, con otras zonas de la ciudad.
Avenida Victoria, corredor inédito
La avenida Victoria fue proyectada, en medio de la expansión urbanística que ocurría en Caracas, con importantes proyectistas. Entre ellos, Juan Bernardo Arismendi y Luis Roche, quien junto con Juan Benzo y Santiago Alfonzo Rivas construyen la urbanización popular San Agustín del Norte, en 1927, refiere el Diccionario Historia de Venezuela.
El objetivo fue enlazar puntos importantes, ubicados en el sur de la ciudad, como la naciente Ciudad Universitaria, El Cementerio y luego la avenida Nueva Granada y la Roca Tarpeya. Además, se abría paralela a la incipiente urbanización Los Rosales (1935-1945).
El urbanista e investigador Marcos Negrón explica que la avenida Victoria podría ubicarse en la tercera expansión física importante de la ciudad. La primera ocurrió al final de la Segunda Guerra Mundial del centro hacia el oeste y que se concreta con El Paraíso.
“El centro de Caracas tuvo un crecimiento de actividades de las personas, sin que significara expansión física. Era la misma superficie con casas o edificaciones de uno o dos pisos, y se construyó el tranvía que enlazó el centro con el oeste de la ciudad”.
La segunda se dio hacia el este, con los sectores de La Florida, Los Caobos, más allá de lo que hoy es la Plaza Venezuela, explicó.
En la del Sur, se desarrolla Los Rosales, en los terrenos de la hacienda Valle Abajo, donde Negrón vivió, a mediados de los años 40. “La Avenida Victoria se construyó cuando yo estaba comenzando la carrera en la Universidad Central.
Modelo urbanístico particular
Negrón consideró a la avenida Victoria “un espacio urbanísticamente interesante”, en medio de los desarrollos que avanzaban en Caracas.
Una característica resaltante es que el corredor vial cuenta con amplias acercas que permiten a la gente caminar y disponer de servicios de cafetería al aire libre, generalmente regentados por italianos; supermercados, tiendas y bancos. Una avenida para andarla a pie. En la década de los 50 fue lugar de billares y de incursiones de la patota “La mano negra”.
La arquitectura de sus edificios es particular. Tienen el sello de los constructores, inmigrantes italianos, cuyos nombres se desconocen. “Seguro hubo muchos de esa emigración italiana de posguerra, pero los nombres no figuran en los planos por falta de títulos validados en el país”, indicó el arquitecto Joao de Freitas, estudioso de los proyectos urbanísticos en la capital.
El edificio La Fuerza del Destino, que lleva el mismo nombre de la ópera del influente compositor italiano Giuseppe Verdi y el Edificio Roma, son dos de aquellos.
El diseño, un modelo estético particular, contrastó con la tendencia moderna del arquitecto Le Corbusier que se imponía en Caracas, por los años 40.
“Eran unos edificios de los cuales los estudiantes de Arquitectura nos burlábamos mucho, porque no atendían a los patrones que considerábamos válidos en la época”, recordó Negrón.
“El modelo de vivienda de la Segunda Guerra Mundial era la quinta unifamiliar, pero la avenida Victoria tenía otro modelo, uno más parecido al europeo, de viviendas multifamiliares, edificios continuos, y con espacios públicos en las aceras. Fue un fenómeno aislado, pero tuvo un carácter particular, muy distinto al que prevaleció en el resto de Caracas”.
No obstante, desarrollos similares se repitieron más tarde en La Carlota y en el casco de Chacao, en otras épocas.
La avenida con sello romano
Una impronta de la influencia italiana en el sector es la Iglesia de San Pedro, ubicada en uno de los extremos de la avenida, y es el nombre de la parroquia a la que pertenece. La iglesia es la imitación, a escala más pequeña, de la original San Pietro, de Roma.
Otra edificación destinada a vivienda, ubicada en la calle Guayana, fue distinguida con el nombre de Julio César, legendario político y militar romano. El edificio tiene casi 70 años y sus ocupantes mantienen el color rojo y diseño original de sus paredes.
“Yo disfruto vivir aquí, es una zona muy limpia y en cada esquina aprecio la belleza de esas construcciones y las valoro enormemente”, dijo Y. Mejías, quien lleva 23 años en el sector que logra mantenerse distante del descuido que prevalece en sus adyacencias, gracias a sus habitantes.
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