La oftalmóloga Odaly Ghelman aseguró que la detección temprana ayudaría a corregir los problemas visuales para que no avancen más. El bajo rendimiento académico, la poca concentración, la evasión de la lectura y de actividades recreativas o no distinguir colores está relacionado a una mala visión.
Caracas. Fabián González, de ocho años de edad, usa lentes desde que inició tercer nivel de preescolar. Su maestra de ese entonces fue quien detectó la deficiencia visual del niño, cuando achicaba mucho sus ojos para ver de la pizarra.
Al principio Mayerling Georgerin, madre de Fabián, pensó que se trataba de una “maña” y no le dio importancia a las advertencias de la docente. Sin embargo, la maestra tuvo a su alumno en seguimiento y a la semana siguiente citó de nuevo a la madre y le pidió que le hiciera una prueba de la vista.
“Efectivamente, lo llevé al oftalmólogo y tenía una deficiencia que le perjudicaba en su rendimiento porque copiaba más lento de la pizarra, y solía poner una letra sobre otra”, dijo Mayerling.
Odaly Ghelman, oftalmóloga, aseguró que hay síntomas que denotan un problema visual. “Achinan los ojos para enfocar mejor, o se acercan mucho a los objetos, a veces incluso agachan la cabeza”.
Los niños y niñas más grandes ya suelen identificar que no ven bien de la pizarra y pueden presentar dolores de cabeza o cansancio ocular, acotó Ghelman.
Ahora cuando a Fabián comienza a achicar sus ojos y a desmejorar la caligrafía su madre sabe que necesita una nueva visita al oftalmólogo.
El Informe Mundial sobre la Visión realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2019 reveló que al menos 2,200 millones de personas padecen deficiencia visual y de ellas, por lo menos 1000 millones tienen una deficiencia visual que podría haberse evitado o que aún no se ha tratado.
Rechazo por la lectura
Ghelman explicó que algunos padres piensan que sus hijos son “flojos para leer” cuando en realidad presentan una mala visión. Mencionó que cuando hay una dificultad para llevar a término las tareas asignadas es importante hacer un chequeo en la vista.
“Ante cualquiera de estos síntomas hay que llevarlo con un oftalmólogo o manifestarle al pediatra tratante para que pueda hacer un examen de agudeza visual y luego, si es necesario, remitirá al niño a un especialista”, dijo a Crónica.Uno.
Añadió que anteriormente era rutina en las escuelas pedir una evaluación oftalmológica en el momento de la inscripción, sin embargo, lamenta que esto ya no se cumpla. “Si no se corrige antes de los siete años difícilmente el niño podrá tener una visión 20/20”.
Los lentes ideales
Mayerling mencionó que las primeras monturas que le compró a Fabián eran pequeñas, adaptadas a su cara, pero las perdió muy rápido. “Sus primeros lentes eran pequeños, apenas tenía cinco añitos, pero ahora los que tienen son de montura estándar, así le dura más para ahorrarme”.
Los últimos lentes del niño costaron $60, la madre buscó un modelo estrecho que le quedara bien para luego solo tener que cambiar el cristal.
Ghelman sugirió que hay monturas cómodas con materiales ligeros y seguros para los niños y niñas. Mencionó que es fundamental que se adapten a la cara y que no les queden flojos para que no se resbalen, ni muy apretadas para que no molesten.
“Generalmente cuando la niñez ve que al ponerse los lentes su visión mejora, no se los quitan y se adaptan”.
Rendimiento escolar
El informe de la OMS adjunta que los niños y niñas pequeñas, con una deficiencia precoz grave, pueden experimentar retraso en el desarrollo motor, lingüístico, emocional, social y cognitivo, con consecuencias permanentes. Por su parte, los niños en edad escolar que tienen deficiencia visual pueden experimentar niveles más bajos de logros educativos y autoestima, que sus compañeros con visión normal.
Ghelman aseguró que la detección temprana de los problemas visuales ayuda a corregir y que no siga avanzando. El bajo rendimiento académico, poca concentración, evasión de la lectura o de actividades recreativas como pintar, colorear o distinguir colores está relacionado a una mala visión.
La especialista aclaró que los problemas de visión son un defecto que puede ser corregido y que no debe catalogarse como una enfermedad.
Sistema Visual
El sistema visual de los niños no está completamente desarrollado, por eso requiere que ambos ojos estén en perfectas condiciones para que la visión se desarrolle correctamente en el cerebro.
“Si los ojos no envían imágenes claras al cerebro su visión puede verse limitada y si no se corrige a tiempo es posible que no pueda corregirse más adelante”, dijo Ghelman.
La especialista hizo énfasis en la importancia que tiene un examen temprano que puede ayudar a corregir defectos de por vida.
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