La hiperinflación impulsó el crecimiento del mercado de valores

Las instituciones registran más apetito de inversión en el sector. Las restricciones al crédito bancario y la prolongada hiperinflación han llevado a las empresas a buscar otros modos de financiamiento. Desde 2019 las operaciones diarias en la Bolsa de Valores de Caracas se mantienen entre 250 a 300. Además, hay empresas emitiendo bonos privados más seguido, por ejemplo, en 2016 había 2 o 3 empresas emitiendo deuda privada y hoy registran más de 42.

Caracas. En 2017 la economía venezolana cerró con una inflación de 2873 %. Ese año el país entró en un ciclo hiperinflacionario que se mantiene hasta ahora, pero en 2018 y 2019 los precios de bienes y servicios aumentaron de una manera más violenta: 359.908 % y 11.032 %, respectivamente. La crisis empobreció a la población y las empresas quedaron atadas a un contexto de incertidumbre y de contracción sostenida del Producto Interno Bruto (PIB), que en siete años se redujo 79 %. Sin embargo, en ese trance el mercado de valores consiguió impulso de parte de quienes buscaban vías para que sus patrimonios no se diluyeran con la hiperinflación.

Más empresas tienen apetito por invertir en la bolsa. Las instituciones empiezan a registrar adquisiciones más ambiciosas y los activos nacionales son más atractivos por la devaluación de los últimos años. Pero el desarrollo del sector no comenzó en 2021, sino un poco antes. El presidente de la Bolsa de Valores de Caracas, Gustavo Pulido, recuerda que en 2017 se inició un empuje en el mercado debido al control de cambio que regía en el país y a la hiperinflación. Ambas cosas hicieron que los inversionistas buscaran una manera de proteger sus ahorros. “Eso comenzó poco a poco y se fue extendiendo, así es como realmente la bolsa comienza —como institución— a ser una herramienta de los inversionistas para protegerse”, dice en conversación con Crónica.Uno.

Luego de un 2018 con la tasa de inflación más alta y, posteriormente, la liberación del control de cambio; en enero de 2019 el Banco Central de Venezuela (BCV) comienza una política de restricción del crédito bancario al elevar el encaje legal. La medida del BCV aspiraba contener la tasa de inflación y del tipo de cambio. Esto último también influyó en que las empresas recurrieran al mercado de capitales para obtener financiamiento.

Este año entraron cuatro empresas en la Bolsa de Valores de Caracas en busca de capital de trabajo para sus proyectos. Las compañías lo han hecho emitiendo renta variable, que, a pesar de tener más riesgo, aporta mayor rentabilidad a largo plazo. La Bolsa de Valores de Caracas menciona a empresas tradicionales como el Fondo de Valores Inmobiliarios (FVI), que el mes pasado lanzó una oferta pública de acciones por cinco millones de participaciones clase A y B. El FVI va tras la idea de concretar un bulevar en Las Mercedes.

Desde 2019 las operaciones diarias en la Bolsa de Valores de Caracas se mantienen entre 250 a 300. Pulido explica que el volumen en cuanto a masa monetaria es mayor. Además, hay empresas emitiendo bonos privados más seguido, por ejemplo, en 2016 había 2 o 3 empresas emitiendo deuda privada y hoy registran más de 42. “Desde el punto de vista de una moneda constante ha subido el volumen de estas colocaciones de papeles comerciales adaptadas a una nueva realidad de país”, apunta. Las empresas cada 90 días hacen intercambios de bonos y obtienen rendimientos atractivos de hasta 220 %, Pulido explica que si estas dejaran sus ahorros en un banco no obtendrían el mismo rendimiento.

El año pasado el PIB de Venezuela se contrajo 27,4 %. Este 2021 las últimas proyecciones de FocusEconomics para América Latina —publicadas en mayo— prevén que la economía caiga 2,8 %. Sin embargo, las estimaciones son prudentes y en algunas firmas se habla de crecimiento para este año y el próximo, lo que ha provocado expectativas alentadoras en el país.

El presidente de la Bolsa de Valores de Caracas dice que las perspectivas de las empresas que participan en el mercado son que el sector va a crecer y avizoran un último trimestre positivo desde el punto de vista económico.

Este nuevo escenario económico, que algunos especialistas consideran muy incipiente para calificarlo de recuperación, también empieza a transformarse y a dar pasos fundamentales en dirección al crecimiento. Por ejemplo, Pulido explica que la Superintendencia Nacional de Valores se ha ido “adaptando a esta nueva realidad que vive el país y que vive el mercado”, dando aceleración a la emisión de deuda privada. “Vemos que los papeles comerciales que eran a un año con una tasa de descuento, se adaptan a los inversionistas y en vez de un año se reducen a 90 días”, dice.

La Bolsa de Valores de Caracas considera que hay seguridad jurídica, operativa y transaccional. La deuda privada que emiten es en moneda local y todas las autorizaciones vienen de la Superintendencia Nacional de Valores adjunta al Ministerio de Finanzas. Para el empresario, que la emisión sea en bolívares no genera mayores riesgos, mientras que señala que se debe ampliar el mercado para que la deuda pueda colocarse en otras monedas, en ese sentido, sostiene que las sanciones hacen que las transferencias en dólares se hagan con dificultad, por lo que considera pertinente flexibilizar la norma y cita un proyecto multimonedas que presentaron el año pasado al BCV y que este no ha autorizado.

Entre el 7 y el 11 de junio las acciones más negociadas en la bolsa fueron: los valores de Grupo Zuliano Bs. 1.950.036,81 millones, Banco Nacional de Crédito Bs. 440.092,76 millones, Fondo de Valores Inmobiliarios clase B Bs. 264.150,62 millones, Domínguez & Cía. Bs. 88.837,92 millones, Protinal Bs. 74.713,42 millones, Ron Santa Teresa Bs. 58.607,54 millones, Bolsa de Valores de Caracas Bs. 40.736,86 millones, Envases Venezolanos Bs. 29.779,92 millones y Banco de Venezuela Bs. 18.366,59 millones.

“Cualquier mercado necesita regulación, pero libertad al mismo tiempo. Por ejemplo, cuando viene un control de precios automáticamente se crea un mercado negro, el mercado negro siempre ha existido y existirá, el Estado lo que debe hacer es dejarlo, supervisarlo y que opere con libertad, porque el mercado se autorregula. El Gobierno tiene que entender esto, si no se ha entendido tras ocho años de caída del PIB donde se aplicó una sobrerregulación del mercado es hora de que entienda que no funciona así”, indica.

Pero luego de una caída en los ingresos petroleros de más de 90 % —entre 2013 y 2020— el gobierno de Maduro ha cambiado el tono al insistir en diversificar la economía y hace llamados en público a inversionistas extranjeros. Por ejemplo, en enero la Asamblea Nacional (2021-2026) comenzó un diálogo con Fedecámaras y otros gremios empresariales. El mercado de valores no ha estado exento de estos encuentros. Pulido cuenta que luego de muchos años sin comunicación el diputado oficialista Vielma Mora se reunió recientemente con el sector privado. Mientras que miembros de la Comisión de Finanzas y el viceministro de Finanzas los han visitado en la bolsa.

Vinieron a conversar para encontrar salidas al mercado, esto es muy necesario para que la empresa privada funcione, porque es la empresa privada la que genera empleo y divisas. Aquí no podemos avanzar si no tenemos inversión extranjera. Ahora como país tenemos un default y eso se debe resolver, hay que llegar a una negociación sobre el impago de la deuda; podemos ir abriendo el mercado —dando apertura en otras dimensiones para que se vaya reconstruyendo la economía—, pero sobre todo para que la empresa tome el rol que le corresponde.

Las inversiones extranjeras a las que actores públicos y privados apuestan para una recuperación de la economía también empiezan a manifestarse. Pulido señala que es difícil saber quiénes invierten porque son las casas de bolsas las que tienen los clientes, mientras que ellos solo prestan la plataforma transaccional. “Uno se entera a veces, pero al final no tengo conocimiento si son de otros países. Me llaman de Argentina, Brasil; el embajador de Turquía y el embajador de Corea están interesados, pero es difícil entrar en el mercado siendo extranjero, por ello hay que flexibilizar la norma para que puedan entrar de una manera más rápida”, algo que se lograría con el proyecto multimonedas asegura.

La pandemia por coronavirus, que afectó las tareas cotidianas desde el año pasado, no paró las operaciones de la bolsa. Pulido dice que se adaptaron rápidamente al teletrabajo y que cuentan con tecnología de punta, la misma que usan las bolsas españolas. Con 300 operaciones diarias y a pesar de las fallas en los servicios de internet locales han logrado adecuarse y hacer las asambleas con los 1270 accionistas con los que cuentan.

El año pasado el rendimiento en la bolsa estuvo por encima de la devaluación. Para el empresario, es lo natural en un mercado así. “Este despertar de la Bolsa de Valores de Caracas es lo que sucede en todos los países del mundo, que tengan una bolsa, porque son instrumentos que deben estar acorde al riesgo que uno corre”, dice. Asimismo, agrega que se está invirtiendo en empresas que debido a la situación del país representan un riesgo elevado, pero que al final llevan años sobreviviendo a una crisis sin precedentes.

Pulido cree que puede venir una apertura económica porque “el Gobierno ha comprendido hasta cierto límite que es necesario la generación de riqueza”. Además, sostiene que ve a personalidades del Gobierno y de la empresa privada hablando en favor de esa apertura tan necesaria para el país.

El presidente de la Bolsa de Valores de Caracas concluye que la seguridad que tiene en este momento es que no saben si la economía venezolana crecerá o no este año.

Realmente no veo un plan económico definido por parte del Gobierno desde el punto de vista de política monetaria. La economía financiera es una economía de expectativas, tú compras acciones hoy por lo que va a generar a futuro; este incremento en el número de operaciones dentro de la bolsa posiblemente puede ser porque la gente percibe que venga una apertura económica que favorezca al país. Pero cuando ves que algunos dicen que la economía caerá 10 % o que crecerá 3 %, con esos escenarios tan disímiles es muy difícil la planificación.


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