La goleada 4-1 de la selección venezolana contra Japón este 19 de noviembre dio por concluido un año negativo y confuso en lo institucional, pero positivo en cuanto a los resultados.
Caracas- La renuncia de Rafael Dudamel en Madrid, los reclamos de algunos jugadores en cuanto a la logística, los dimes y diretes de la Federación Venezolana de Fútbol con el seleccionador, los rumores de despido del entrenador, las denuncias y petición de no convocatoria de Josef Martínez y el apoyo de los capitanes a su director técnico fueron algunos de los eventos por los cuales 2019 fue un año convulso y muy confuso en cuanto a lo institucional para la Vinotinto.
En la cancha, la selección venezolana encontró la manera de sacar los resultados en la mayoría de los partidos que disputó en el año, más allá de la intermitencia y las lagunas de un funcionamiento pragmático, poco vistoso y a ratos muy improductivo. Y qué mejor colofón que cerrar la última fecha FIFA con una goleada 4-1 en condición de visitante ante un combinado alterno de Japón.
La victoria en Osaka, ante un rival con ausencias importantes, dejó a Venezuela con un registro de seis victorias, tres empates y tres derrotas en un año de Copa América, cuando la oncena criolla pasó la primera fase en Brasil, pero no pudo dar el salto de calidad siempre postergado de avanzar más allá de los cuartos de final.
Los lauros vinotintos fueron ante Argentina, Estados Unidos, Bolivia –dos veces–, Trinidad y Tobago y Japón.
Al equipo de Rafael Dudamel lo batieron, Catalunya en amistoso, México también en partido de fogueo y Argentina en cuartos de final de la Copa América. Además, Venezuela empató con Perú en suelo brasileño, con la canarinha en el torneo continental y con Colombia en fecha FIFA. Marcó 22 goles –nueve de ellos de Salomón Rondón que ya suma 30 con la camiseta nacional– y recibió una docena. Ese es el balance numérico de los 12 meses antes del comienzo de las eliminatorias mundialistas.
Gran primer tiempo
La última presentación venezolana de 2019 se saldó con un gran primer tiempo, en el que la Vinotinto definió el partido con el triplete de Rondón (minutos 8, 31 y 34) y la solitaria diana de Yeferson Soteldo, al minuto 38, para capitalizar los siete minutos de desconcierto asiático en los que encajó tres goles.
Más allá del resultado, Venezuela pudo mostrar el equipo que buena parte de la opinión pública le pedía al seleccionador con la inclusión de Yeferson Soteldo por la izquierda y el cambio de Darwin Machís a la derecha para combinarse y habilitar a Rondón. Esas conexiones se dieron en la primera diana (centro de Soteldo, cabezazo del atacante), en la segunda (centro de Machís y definición de Rondón) y en la cuarta (combinación entre Machís y Soteldo) para redondear la mayor goleada de visitante en la historia de la selección absoluta.
El mérito es de todos los futbolistas que se han entregado por su selección, creyendo en una idea y poniendo toda su capacidad a disposición de un sueño mundialista. Mostramos un gran trabajo en equipo”, valoró Dudamel en rueda de prensa.
El epílogo positivo de 2019 en la cancha podría servir para apaciguar las aguas, sobre todo, en el seno federativo, dado que se avecina un 2020 mucho más exigente con una nueva Copa América en agenda y el inicio de las clasificatorias para Catar 2022.
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