El Colegio Instituto Escuela ubicado en Prados del Este, municipio Baruta, forma parte de los centros electorales más grandes de la zona, alberga aproximadamente 11.000 electores. Sin embargo, a diferencia de otras jornadas, solo estaba habilitada una cola conformada en su mayoría por personas de la tercera de edad.

Caracas. A las 8:27 a. m. de este 21 de noviembre en el sector de Las Minas, municipio Baruta, estaba operativo el centro electoral del Colegio Americano, mientras que para esa hora no lo estaba el Colegio Internacional de Caracas que se ubica en la misma calle. Se concentraban pocos adultos mayores junto con uno que otro acompañante.

Entre esas personas se encontraban la señora María* y su hija, Carmen*. Comentaron que les resultó inusual no escuchar el toque de diana. Decidieron ir a votar porque quieren un verdadero cambio en Venezuela y también porque se arrepienten de no haber votado en las elecciones de 2018.

A pocos metros de ellas se encontraba Agustín Rodríguez, de 62 años de edad, quien denunció que no aparece en la lista de electores de su centro de votación del Colegio Internacional de Caracas. Aseguró que verificó tanto en la lista como enviando un mensaje de texto al número 2637.

A los alrededores, algunos negocios estaban abiertos, otras personas montaron sus puestos en la acera para vender café y empanadas. Los ciudadanos caminaban y pasaban de largo por los centros electorales, entre los pocos que se quedaban estaban los adultos mayores.

Xabier Ugalde, de 72 años de edad, tuvo el mismo problema que Agustín, él vota en el Colegio Americano: Yo tampoco aparezco en la lista de mi centro, envié el mensaje y confirma que voto acá, tuve que convencer a los guardias para que me dejaran pasar y así hablar con el coordinador, de esa manera logré votar porque estaba en los cuadernos de votación, relató.

Ugalde estaba ayudando a su vecina, Dilvia Ferranes, porque su cédula de identidad tampoco figuraba en la lista de su mesa. Aseguró que era la primera vez que le ocurría. Usó su celular para chequear su cédula en la página del Consejo Nacional Electoral (CNE) y no aparecía registrada en el sistema.

Decidí venir a votar porque las elecciones de gobernadores y alcaldes forman parte de nuestra cotidianidad y es importante involucrarse. Cometimos un gran error en no ir a votar antes, dijo Ferranes.

No hay cola preferencial para los adultos mayores

En la plaza del casco histórico de Baruta varios adultos mayores estaban sentados, otros caminaban para dirigirse a la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario, que este 21 de noviembre tiene parte de su infraestructura como centro de votación.

Luego de ir a misa, fui a votar, comentó Aligia Cisneros, de 85 años de edad. Se tapó el rostro con la cartera para evitar que el sol le incomodara la vista mientras esperaba a su hija. Desde los 18 años de edad ha ejercido el sufragio y en esta ocasión fue la primera en votar en su centro electoral. Hay una cola de aproximadamente 40 personas, la mayoría son gente de tercera edad y no tienen cola preferencial, no se respeta el distanciamiento social a pesar de que en el piso hay unas calcomanías amarillas que indican las medidas de bioseguridad.

Foto: Gleybert Asencio

9:45 a. m., el Colegio Instituto Escuela ubicado en Prados del Este, municipio Baruta, forma parte de los centros electorales más grandes, alberga aproximadamente 11.000 electores. Sin embargo, a diferencia de otras jornadas solo estaba habilitada una cola, la mayoría de los integrantes eran personas de la tercera de edad.

Marlene Hernández, de 69 años de edad, estaba reclamando el retraso de la apertura de las mesas de votación, solo han abierto dos mesas de las once que hay, no han llegado los miembros de mesa. Mencionó que a pesar de los inconvenientes, los ciudadanos deben insistir y no perder su derecho al voto. Más personas estaban exigiendo respuesta por parte de la coordinadora del centro de votación. La encargada tuvo que pedir voluntarios para completar el equipo electoral.

Foto: Gretta M.Gil Anzola

José Ángel Hernández, de 65 años de edad, coincide con Marlene en que se debe presionar para que la jornada electoral se cumpla. Lo que está ocurriendo es una forma de dilatar el proceso de votación, desanima a la gente para que se vaya y no podemos permitirlo.

De aquí no nos vamos, gritó Urnella La Rocca, de 75 años de edad. Aseguró que es la primera vez que ocurre esta irregularidad en su centro de votación y que ese problema se habría solucionado de haber aceptado a los voluntarios que se ofrecieron días antes de los comicios.

Poca gente en El Hatillo

A las 11:28 a. m. estaban habilitadas las siete mesas del centro de votación del Polideportivo de La Boyera, ubicado en el municipio El Hatillo. Generalmente, en este centro se dividen las colas según el número de mesas, pero esta vez no hubo esa logística.

A diferencia de los otros centros de votación que se documentaron en Baruta, había una cola preferencial para los adultos de la tercera edad. Los electores de la mesa tres denunciaron que había fallas en la máquina, el Plan República les aseguró que pronto se cambiaría el dispositivo. Muchos de ellos decidieron irse del centro de votación y comentaron que regresarían más tarde para votar.

Foto: Gretta M.Gil Anzola

Afuera de las instalaciones de la Universidad Nueva Esparta no se formaba cola. Los militares le echaban gel antibacterial a los electores en la entrada e ingresaban a revisar la lista de los votantes para identificar cuál mesa les correspondía.

María Isabel de Escobar dijo que por ser de la tercera edad y por tener dificultad para caminar le permitieron a ella y a su familia ingresar con el vehículo hasta el edificio que fue habilitado como centro de votación. Comentó que sus familiares que siguen en Venezuela fueron a votar y que, a pesar de las dificultades, se debe ejercer el voto.

*María y Carmen son nombres ficticios. Las entrevistadas pidieron resguardar su identidad.


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