Los trans que quieren emigrar tienen una misión imposible a la hora de tramitar documentos

Trans venezolanos reclaman que realizar cualquier trámite como la cédula de identidad, el pasaporte y los antecedentes penales suele ser un dolor de cabeza. Denuncian que deben soportar la discriminación de los funcionarios sin tener opción a protección legal.

Caracas. Varias organizaciones que luchan en pro de los derechos de la comunidad LGBTI exigen desde hace años el reconocimiento del derecho a la identidad. Informan que es casi inexistente un marco legal que proteja a los trans venezolanos contra la discriminación, y ahora, en medio de la emergencia humanitaria que presenta el país, su situación de vulnerabilidad se intensifica.

A finales del año 2016, el Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (Saime) permitió a la comunidad trans llevar una fotografía acorde a su identidad de género en la cédula y pasaporte. Aun así, reclaman que no se han podido zafar de las críticas de los empleados públicos cuando su imagen física no se corresponde con el nombre expresado en su documento de identificación.

Antes de emigrar a Perú pasé una humillación terrible en este organismo, debido a que un empleado me indicó que no podía tomarme la foto del pasaporte porque en mis papeles aparece el nombre de Gabriela. Este funcionario me dijo que yo no debía tener ese nombre en mi documento. Algo similar me ocurrió con los antecedentes penales, expresó Dominic Orduz, hombre trans.

La ausencia del reconocimiento a la identidad de las personas trans en Venezuela ha derivado en la violación de muchos otros derechos como la educación, el empleo, la salud y la alimentación.

“Varias veces no tuve acceso a un trabajo digno en Venezuela por mi identidad. Se me dificultó todo lo que se refiere a los derechos civiles”, recalcó Orduz.

Giovanni Piermattei, coordinador de la asociación civil Venezuela Igualitaria, dijo que a la comunidad trans se le ha hecho imposible tramitar sus documentos en el órgano correspondiente. Demanda que no hay instancias del Estado donde se pueda efectuar una acusación. Resaltó que en el año 2017 fue emitida una denuncia ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ). Pese a esto, llevan dos años a la espera de alguna sentencia.

El concepto de transexualidad es la incongruencia continuada en el tiempo entre el sexo biológico y su identidad de género. La persona inicia un proceso de transformación con el fin de vivir de acuerdo con el género sentido como propio.

Una persona trans tiene todo su derecho de acudir al Saime para sacar su cédula de identidad o pasaporte. Pero, si, por ejemplo, una mujer trans va maquillada pero su partida de nacimiento la identifica como Pedro Pérez, de manera inmediata le piden que cambie su apariencia. A este tipo de discriminaciones es que estamos sometidos, sustentó Piermattei.

En este contexto ahora se suma el hecho de que con la diáspora de varios activistas hay una disminución en el número de organizaciones, movimientos sociales, agrupaciones estudiantiles y asociaciones civiles independientes que trabajaban por la defensa de los derechos humanos de la comunidad LGBTI.

diversidad sexual
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos evalúa casos de discriminación en contra de la diversidad de género e identidad sexual. Cortesía Venezuela Diversa

Atraso legislativo en Venezuela

Un informe publicado por la asociación civil Unión Afirmativa de Venezuela expone que no existe en el país una ley amplia e integral que resguarde los actos de discriminación por razón de su orientación sexual, identidad o expresión de género. Asimismo, enuncia que debido a la coyuntura política, económica y social, las personas trans no tienen otra opción más que emigrar hacia los países más cercanos del continente.

Algunos países de América Latina como Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México, Perú y Uruguay hace tres años tuvieron avances en materia de derecho para las personas de la comunidad LGBTI. Sin embargo, en Venezuela varios defensores siguen en la lucha. Indican que el primer paso hacia ese camino es el reconocimiento, por lo que la Asamblea Nacional es la única instancia del Estado venezolano que constituye una esperanza para la comunidad trans a través de una Ley de Identidad de Género.

Ana Margarita Rojas, directora de proyecto de la Fundación Reflejos de Venezuela, explicó que en otros países se hace un trámite notarial. Los ciudadanos trans se dirigen a un registro, se anula la partida de nacimiento y se obtiene una nueva identidad. Para acceder a tu derecho de identidad como persona no se necesita presentar exámenes médicos o psicológicos, es algo más simple, acotó.

A pesar de que la Ley Orgánica del Registro Civil fue publicada en Gaceta Oficial en el 2016 —la cual establece en su artículo 146 que “toda persona podrá cambiar su nombre propio, por una sola vez, cuando sea infamante o no se corresponda con su género”—; en esta no se menciona ninguna posibilidad de cambio de género en la documentación personal. Por ello, en la actualidad ningún trans venezolano ha podido cambiar su nombre.

La primera diputada trans electa a la Asamblea Nacional, Tamara Adrián, indicó que —de acuerdo con las interpretaciones oficiales— los cambios solo se pueden producir si una persona nacida con pene fue registrada con el nombre de niña, o si una persona nacida con vagina recibió nombre de niño.

Tamara Adrian, diputada trans a la Asamblea Nacional. Foto: Sebastian Inojosa

¿Emigrar con dos identidades?

Debido a la ausencia legislativa en Venezuela, cuando la apariencia física no corresponde con el documento de identidad, implica señalamientos abusivos de parte de los cuerpos policiales en las oficinas de migración.

Adrián asegura que la imagen percibida y la que se expresa en el documento son dos situaciones con las que deben lidiar los trans en el momento que deciden salir del país.

Quiteria Franco, coordinadora general de Unión Afirmativa, resaltó que en la frontera colombiana el trato hacia estas personas es humillante. Señala que en el caso de las mujeres hay más discriminación por la transformación severa de sus cuerpos. “Si una persona dice que se llama Juan y luce como María, se piensa que esta tiende a falsificar su identidad”, sostuvo.

Franco, además, alegó que la única información personal de un ciudadano es la que se tramita en los organismos, aunque esta se presente con otro nombre, y su aspecto no concuerde con su documento oficial. “Lo que se exige es que se respete el género con el que se relacione el individuo”, acotó.

Quiteria (franela blanca) exige que se respete el derecho de género.

Activistas dicen que una de las muchas razones por las que los ciudadanos trans deciden irse es porque piensan que, en el país de recepción, la sociedad es mucho más tolerante y hay un espacio de libertad.

Las organizaciones que defienden los derechos de la comunidad LGTBI confirman recibir varias denuncias por las trabas para salir del país. Sin embargo, estas no están registradas ante ningún organismo competente. Informan que, de este modo, es muy complejo obtener estadísticas concretas de las acusaciones.

En síntesis, la comunidad trans es vulnerada y rezagada por los documentos de identificación legales que hoy en día otorga el Estado venezolano. Tener apariencias en nombre e imagen diferentes a las identidades percibidas de las personas transexuales constituye una barrera para su integridad.

Por eso, Dominic, al ver que en su país natal no podía desarrollarse como hombre, salió del país. Está en Perú, donde fue aceptado con su cambio de imagen, está contratado en una tienda y no ha sentido hasta ahora discriminación de parte de sus compañeros de trabajo y empleadores.

Así es como le gustaría sentirse en Venezuela.


Participa en la conversación