“Los verdaderos atletas salen del barrio”

Ivar Castro entrena a 41 niños de escasos recursos económicos que viven en Tacagua Vieja. Tres de ellos, si consiguen la plata para el traslado, viajarán este viernes a Trujillo para participar en los juegos nacionales de taekwondo.

Caracas. “Los verdaderos atletas salen del barrio. Aquí hay gente con mucho guáramo, echada pa’lante. La verdad es que no cambio el barrio por nada en el mundo. Estos chamos son una mina de oro en talento deportivo”.

A Ivar Castro le corresponde ese testimonio. Él, quien desde hace siete años maneja la Fundación de Taekwondo Pedro Noel González, en estos momentos es uno de los referentes positivos del sector Tacagua Vieja, en la parroquia Sucre.

Castro entrena a 41 niños en un espacio prestado de la escuela Graciela Navas, ubicada en el sector El Limón. De lunes a lunes los recibe a partir de las 7:00 pm, y según contó, el objetivo no solo es prepararlos en una disciplina deportiva, sino además hacer de los chamos agentes para el cambio.

“Es una satisfacción tremenda saber que tengo un grupo muy bueno y que está comprometido con el taekwondo”, dijo Castro de 38 años de edad.

De los 41 niños, tres forman parte de la selección del estado Miranda y este viernes 22 en horas de la mañana viajarán al estado Trujillo para participar en los juegos nacionales de esta disciplina.

“Lo que entristece es que vamos a ese torneo y no puedo estar con ellos en la lona. Tengo que quedarme en las gradas, pero desde ahí los acompañaré con todo el corazón”, refirió.

Crónica Uno/Miguel González
Ailée, Yeismary y Hanyer viajarán a Trujillo para competir en los juegos nacionales de taekwondo.

Y no puede estar codo a codo con sus atletas porque, una vez que forman parte de la selección de un estado, los entrenadores propios de la agrupación son los que se encargan de darle continuidad a la preparación.

“Eso será así durante un año. Solo espero que cumplan, que den lo mejor de sí y que pasen a formar parte de la selección nacional. Ese es mi mayor sueño”, contó Castro enfocando la mirada en Hanyer Colina (13), en Aileén Méndez (12) y Yeimary Delgado (12), los tres deportistas que se alistan para una nueva competencia.

“El profesor es una bendición”

Maruja Diamon, abuela de Ailéen, así lo reconoce: “Ese profesor es un sol, ha hecho mucho por los muchachos. Se entrega demasiado por ellos y ha logrado un cambio sustancial en el comportamiento de los niños”.

Aunque Ivar reconoce que no ha podido con todos. “A algunos se los ha llevado la delincuencia, igual sigo trabajando. Esta es mi pasión, tanto que me costó sostener en el tiempo mi matrimonio. Incluso paso más rato con estos chamos que con mis dos hijos de 4 y 11 años”.

Crónica Uno/Miguel González
Ivar Castro hace siete años creó una escuela de taekwondo en Tacagua Vieja.

Los alumnos también le echan flores a la labor de Castro. Tal es el caso de Hanyer Colina, quien contó que se siente muy a gusto practicando este deporte. Incluso comentó que cuando está jugando en la calle con sus amiguitos del barrio y se da cuenta de la hora les dice que debe ir a entrenar.

“Ellos hacen muecas y a veces se ponen molestos. No digo nada porque hago algo que me gusta y además porque el profesor hace mucho esfuerzo por todo el grupo”.

Por su parte, Ailéen destacó que ella pasó por varias disciplinas deportivas y que en el taekwondo encontró inspiración. “No es fácil, el profesor Ivar nos exige mantener buenas calificaciones para poder seguir entrenando”. Y tanto es así que hoy en día muestra orgullosa el botón recibido por haber salido de sexto grado con honores.

Trabajo de hormiguitas  

La escuela de taekwondo de Tacagua Vieja trabaja con las uñas. Los niños que pueden pagan Bs. 250 al mes, un presupuesto muy simbólico que si acaso alcanza para gastos de papelería.

El material y los instrumentos deportivos (como los protectores) los consiguió el entrenador Castro. Para la fecha muchos de los equipos están vencidos, y aun así dan la batalla en cada torneo.

Los uniformes los mandaron a hacer, pues en el mercado cuestan más de Bs. 30.000; y cuando tienen que ir a una competencia el mismo profesor rasguña sus bolsillos para sacar el dinero del pasaje y hasta de los refrigerios.

Para el viaje a Trujillo están buscando donaciones, pues los viáticos superan los Bs. 100.000 y las madres de los participantes, que son de escasos recursos económicos, no pueden cubrir el 100 % de los costos de traslados.

Crónica Uno/Miguel González
Las madres hacen sacrificios para conseguir los uniformes.

Si consiguen la totalidad del dinero se enrumbarán en el autobús, con una maleta cargada de sueños y de deseos. “No llevamos todos los implementos, nos los prestaremos entre nosotros, igual vamos con entusiasmo y con muchas ganas de ganar. Seguro que traeremos medallas”, indicaron los atletas, quienes están marcando un nuevo camino entre los muchachos de Tacagua Vieja.

Crónica Uno/Miguel González
En este corto tiempo los niños acumulan premios y varias medallas.

Fotos. Miguel González


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