Hace aproximadamente un mes, Norky Prato, de 19 años, tuvo una discusión con un grupo de residentes y, junto con su padre, tuvo que salir unos días del barrio. Sus familiares dijeron que detuvieron a los responsables del ajusticiamiento.

Caracas. A Norky Sarahí Prato Bernal, de 19 años, la tildaban de mala madre. La señalaban por supuestamente abandonar a su hijo, de cuatro años, y no darle los cuidados necesarios. Eso le ocasionó problemas, y hasta amenazas de muerte, con algunos vecinos de los bloques 8 y 9 de Propatria, que a juicio de sus familiares solo “servían para meterse en la vida de los demás”.

El jueves 27 de octubre, día en que el papá de su único hijo lo mató dándole dos puñaladas en el corazón, varios residentes intentaron lincharla, pues decían que era la única responsable del crimen. Funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) la salvaron en ese momento de la turba que le dio una golpiza y la retuvieron por averiguaciones.

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Sin embargo, el pasado viernes una vez soltada por las autoridades volvió a ser capturada por el mismo grupo, en el que contaban varias mujeres, y luego de golpearla le dieron 30 tiros en las piernas. La dejaron tirada en la vía, hasta que el Cicpc la trasladó hasta el hospital Pérez Carreño, donde murió.

Omar Prato, su papá, comentó que Norky había acusado a quienes le dieron la primera paliza —el jueves— con los efectivos del Cuerpo de Investigaciones y cree que en venganza la mataron. Señaló que alrededor de seis personas están detenidas en el Cicpc, subdelegación Propatria, por el homicidio de su hija.

Hace un mes, ambos se habían ido del sector pues tuvieron una fuerte pelea con estas mismas personas y los amenazaron de muerte. En ese tiempo se quedaron en Charallave, en casa de un amigo de Norky, y el bebé quedó bajo los cuidados de su papá, de 26 años, quien vive en la calle Santa Ana de Propatria.

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En la cartera de Omar Prato hay dos fotografías: la de su única hija y nieto, ambos asesinados

“Los vecinos son muy chismosos, se meten mucho en la vida de los demás y siempre decían que mi hija era mala madre y todas las vulgaridades habidas y por haber. Pero ella estaba pendiente de su hijo, mi nieto comía bastante, estaba bonito”, contó Omar.

La joven no tenía la custodia del menor, pues cuando dio a luz era adolescente y Tony Cañizales, su progenitor, se la quitó. Pese a esto, vivía con ella en casa de sus papás.

El día en que mataron al pequeño, Norky estaba en una entrevista de trabajo en Chacaíto y lo dejó en casa de una vecina, quien además tiene un hijo especial. Tony pasó por ahí y se lo llevó hasta su vivienda.

“Cuando mi hija llegó, lo fue a buscar a casa del papá y la puerta estaba cerrada con llave. La forzó y vio al niño en la cama muerto, lleno de sangre, y a él herido”, contó Isabel Bernal de Prato.

Tony intentó suicidarse luego de quitarle la vida a su hijo, pero sobrevivió y se encuentra detenido en la estación de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) en La Yaguara. Familiares de las víctimas lo acusaron de delincuente y sostuvieron que consumía drogas.

El pequeño fue enterrado el domingo porque sus abuelos no tenían el dinero para encargarse de todo y este martes sepultaron a Norky, sin hacerle velorio, ya que su papá no quería que nadie la viera con la cara golpeada.

“Mi hija estaba buscando trabajo para mantener a su hijo, cuando no le daba plata al papá él no la dejaba tenerlo. Ella quería trabajar, era muy colaboradora con vecinos que iban cargando algo”, soltó Omar.

La joven se graduó de bachiller en la Unidad Educativa Pedro Emilio Coll, en Coche. Era hija única y vivía con sus padres, pues tenía tres años separada del padre de su pequeño.

El Ministerio Público (MP) informó que la fiscal 101ª del Área Metropolitana de Caracas, Lady González, imputó a Tony por delito de homicidio calificado en la persona de su descendiente. El Tribunal 20 de Control dictó medida de privativa de libertad, en el Centro Penitenciario Región Centro Oriental, conocido como la cárcel de El Dorado, en el estado Bolívar.

Fotos: Yohana Marra


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