En el Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil, María Verónica Paiva, creadora de El cocuyo lector, recomienda encontrar libros con una temática que sea de interés para el niño o niña, para captar su atención.

Caracas. Solo quien ama los libros puede enseñar el amor por leer es el lema de María Verónica Paiva, licenciada en Educación, egresada de la Universidad Central de Venezuela, y especialista en la enseñanza de lectura y escritura.

A su juicio, los planteles educativos deben invertir más en libros y personal docente que, con su amor por la lectura, enseñen a sus estudiantes este hábito.

A propósito del Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil, que se celebra este martes, 2 de abril, la educadora manifiesta que lo más importante es ofrecer un abanico amplio hasta encontrar el tema o historia que sea de interés para el estudiante.

Hay tantas cosas que se pueden usar que hacen que el cuento sea más cercano a los niños y niñas, dice la educadora con casi 20 años de experiencia en el área.

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María Verónica busca el libro o cuento con el tema que más le guste a su alumno para incentivar su interés. | Foto cortesía El cocuyo lector.

La especialista recuerda que la lectura es un proceso que se aprende y que, a diferencia del habla, el cerebro humano no está preparado para ello por tratarse de un constructo social.

Si pones un libro ahí, pero no pones un mediador de calidad, el estudiante no va a aprender por ósmosis, reitera.

Leer para encontrarse

Paiva sostiene que, en ocasiones, los padres les dan importancia a otras actividades, como los deportes, sin pensar en sus intereses o motivaciones. Pero, al hacer clic con lo que les gusta, se pueden observar otras facetas de su vida.

Puede que el niño sea más científico, hay libros científicos; de animales, manualidades. Hay para todo, por lo que cuando se abre ese abanico para los niños y niñas, se les abre un mundo increíble, ratifica.

Entre otros beneficios, señala que aumenta el vocabulario, reduce estrés, permite conectar con un mundo diferente, se desarrolla interés y empatía por el resto.

Empiezas a entender un poco más tu historia y te ayuda a ver la vida a través de otros ojos, resalta.

Propone preguntarles a los niños qué quieren leer y aprender según el tipo de lectura que les guste.

La edad ideal

La especialista indica que las estrategias para enseñar a un estudiante que comienza a leer después de lo debido, que generalmente es desde el primer grado de primaria, es el mismo método de enseñanza, indistintamente de la edad: muchos libros y el método adecuado que puede ser global o fonético.

En su caso, utiliza el método fonético, el cual es empleado en otros idiomas.

Entre más grandes son, más les cuesta, debido a que también hay problemas de autoestima, sientes que no van porque se dan cuenta de que tienen compañeros que saben y ellos no, plantea.

Por esa razón, insiste que, aunque cuesta un poco más, es posible.

De acuerdo con el monitoreo de la Red de Observadores Escolares de la Asociación Civil Con La Escuela, 13,08 % de la población de niños y niñas de 10 años no saben leer ni una palabra.

Incidencia tecnológica

Dada su dilatada experiencia, Paiva asevera que, pese a que sí hay incidencia en el uso de celulares y otros recursos tecnológicos en el desinterés de la niñez por la lectura, los adultos también se han visto afectados por ello. No obstante, hace hincapié en que nunca es tarde para adquirir el hábito.

También menciona que hay quienes leen a través de Google y otras plataformas.

Para los padres que por razones económicas no compran libros, les recomienda sitios en los que se consiguen textos gratuitos, tales como AM / FM Lectura, o el Banco del Libro, en donde además, se hacen distintas actividades para niños, niñas y adolescentes.

Es invertir un poquito en eso que para el futuro será muy bueno y que da la posibilidad de crear, lo que en la mente tiene un poder inigualable.

Clubes de lectura

Paiva, quien también es creadora de El cocuyo lector, un espacio en el que niños y niñas pueden aprender a leer y cultivar el amor por los libros, explica que los clubes de lectura son espacios de enseñanza que, además de darla a los niños y niñas, ayuda a los adolescentes a quienes les gusta leer y no tienen quien los ayude o guíe.

La idea es leer en voz alta en ese encuentro, hacer lectura compartida si hay otros niños que leen y, finalmente, intentar hacer una actividad de comprensión en la que se pregunte sobre lo leído para saber qué quedó sobre eso.

Insiste en que los cuentos ayudan a conectar con la historia de cada persona, con los demás y con el placer de leer. Entre los beneficios, afirma que ofrece estrategias y herramientas útiles para la vida. Los libros sirven para la vida.

El cocuyo lector

En agosto de 2023, María Verónica Paiva, quien continúa sus estudios con una Maestría de Literatura para niños y niñas en la Universidad de Rosario (Argentina), creó El cocuyo lector, un espacio donde niños y niñas pueden conectar con la lectura en un ámbito diferente, sin correctivos, “cercano al poder y la alegría”.

Desde la pandemia, mientras dictaba clases en Argentina, observó que el método que utilizaba a través de las clases en línea, tenía éxito.

Me di cuenta de que los niños estaban aprendiendo muy lento, se quedaban en el ma, me, mi, mo ,mu, o sea, con el método silábico. Me dije: esto hay que hacerlo diferente. Al ver cómo tras la pandemia los niños no comprendían lo leído, observé que existía una necesidad que atender.

Desde agosto de 2023, enseña y promueve el amor por la lectura en niños, niñas y adolescentes. | Foto cortesía El cocuyo lector.

Algunas escuelas, como el Madre Divino Pastor, ubicado en El Marqués, han buscado estrategias como los rincones de lectura. En este plantel, las docentes lo crearon con el propósito de incentivar y mejorar las habilidades de sus alumnos en el área de lectura, así como sus competencias de comprensión lectora y pronunciación.

Algunos centros educativos usan estrategias como los rincones de lectura, para incentivar el interés de sus alumnos por la lectura. | Foto: Tairy Gamboa

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