En Chapellín y el 23 de Enero hay dos escuelas que enseñan a los niños con juegos

La Asociación para el Desarrollo de la Educación Integral y Comunitaria (Aseinc) incorpora sus programas de paz e innovación en la formación de sus docentes

Caracas. En el preescolar Don Bosco de Chapellín, la maestra Verónica Soto divide a los niños en dos equipos para una competencia. Se forman en las dos filas. Cada participante tiene que llenar una medida de agua en el punto de partida y llevarla sin derramarla al punto de llegada, ahí la vacían en una jarra con pintura. Luego debe regresarse con la medida vacía y entregarla al siguiente niño de su equipo.

El juego empieza cuando la maestra dice preparados, listos, fuera. Pero antes de pronunciar el último comando, los niños ya meten sus manos al tobo. Los corrige y vuelve a empezar. Los niños caminan rápido y ríen.

Foto: Luis Morillo

Es una estrategia para la enseñanza de matemáticas llamada “la carrera de agua”, en el que comparan con la observación el nivel de líquido que tienen los envases. Pero en el proceso ejercitan la atención, el trabajo en equipo y la psicomotricidad.

Durante tres años la Asociación para el Desarrollo de la Educación Integral y Comunitaria (Aseinc) formó a 28 docentes en Caracas con el programa Aula 20. Verónica Soto fue una de las 11 maestras de Chapellín, un barrio al oeste de Caracas, que recibió el curso.

La maestra Verónica Soto forma a sus alumnos en Chapellín.| Foto: Luis Morillo

En esta escuela subvencionada los niños suben a sus salones después del desayuno, cantan y luego empiezan a jugar según la actividad que tenga preparada la maestra. Durante y después de cada experiencia reflexionan sobre su propio aprendizaje. A veces la clase empieza en el comedor con el análisis de los alimentos.

Durante el curso, el facilitador de Aseinc planificó las clases semanalmente al usar las estrategias de los libros de lecto escritura y matemáticas de Aula 20. Luego de graduar a las maestras, estos textos se quedaron en la institución para seguir con su uso. Cada niño también tiene un cuadernillo de actividades para llenar.

Foto: Luis Morillo
El plan de captar y formar

Yudith Soto estudió en este preescolar de las hermanas salesianas y ahora es su directora. Comentó a Crónica.Uno que la alianza con Aula 20 surgió de la urgencia de innovar en la educación. Por eso, todas las maestras que trabajan en el plantel tomaron el curso. Sin embargo, no todas estuvieron de principio a fin.

Nosotros tuvimos la mala vivencia de que se nos fueron muchos docentes.

De acuerdo con la directora Soto, las renuncias se debían a los bajos salarios, ya que El Ministerio de Educación pagaba salario mínimo a las maestras que todavía estudiaban la carrera y, quienes no vivían en Chapellín, no podían costear el traslado constante a la zona.

Según el Diagnóstico Educativo de Venezuela (DEV 2021) un cuarto de los docentes de educación básica y media han abandonado las aulas desde 2018. Sin embargo, el Estado exige que las maestras sean profesionales en Educación o se estén formando.

Al Ministerio de Educación se le dijo: Conoce nuestro proyecto de Aula 20 y permítenos enamorar a un equipo dentro de la comunidad que tengan el perfil docente.

Las maestras que fueron convocadas mediante esta iniciativa ahora estudian los sábados en la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez, donde la directora Soto también es profesora.

Este equipo con respecto a otros estudiantes tiene una experiencia única de cómo ellas acá se enamoraron de la educación inicial, comenta Yudith Soto.

Foto: Luis Morillo

La docente expone que las matrículas para la licenciatura en Educación son bajas y que esta experiencia anima a los prospectos.

Soto valora que Aseinc haya sido una “institución solidaria” que acompañó a las docentes durante la pandemia de COVID-19 y brindó estrategias “muy cercanas” para retomar las clases presenciales.

Nos aportó herramientas y recursos para que el docente pudiera brindarle mejor calidad educativa a ese niño que tenía en aula.

Foto: Luis Morillo
Innovación, como no se enseña en la carrera

En cada salón de preescolar o primaria donde las docentes cursaron Aula 20 hay un rincón con una colección de juegos hechos a mano.

Foto: Luis Morillo

Para Geraldine Peña, maestra de primer grado en el colegio Divino Maestro de la parroquia 23 de Enero, la formación de Aseinc sirvió “para que los niños puedan alcanzar sus aprendizajes jugando”.

Para que de una vez por todas las docentes puedan romper el paradigma de lo tradicional y pasar a la educación lúdica, la educación actual, innovadora, complementó.

Peña también es profesora universitaria. Le da clases de la materia lúdica a las futuras docentes Educación Preescolar en el Instituto Universitario José Obrero, de Catia. En su experiencia profesional, cuenta que Aula 20 fue un impacto positivo.

Aula 20 me enseñó a planificar el inicio, desarrollo y cierre. La pregunta de conflicto se hace al principio de la clase y al final te das cuenta de si se logró el objetivo del tema si haces la misma pregunta y te la pueden contestar.

En su opinión, este programa está más actualizado que la formación que recibió haciendo la licenciatura en el Instituto Pedagógico de Maracay.

Foto: Luis Morillo

Especialmente Aula 20 le brindó las herramientas para afrontar la educación bimodal. Durante los meses de confinamiento por la pandemia de COVID-19, trabajó educando a los padres para que llevaran la clase a sus hijos.

Tenía mucho miedo de que no se lograran las estrategias porque había que hacer mucho material, pero me llevé la sorpresa de que hicieron todo lo que hice, paso a paso.

Promover el aprendizaje en familia en la pandemia

Geraldine Peña confiesa que en un principio los padres estaban “muy renuentes” pero que ella los motivó. Hubo unión familiar. Se integraron familiarmente. Siempre salían en el video todos juntos, comentó.

Foto: Luis Morillo

El curso implementa el programa Aulas de Paz, que es transversal a todo lo que hace Aseinc.

De acuerdo con su página web, Aulas de Paz busca construir una cultura de paz y no-violencia en la población escolar de zonas vulnerables; y extender la acción del aula al núcleo familiar y social.

Foto: Luis Morillo

A la profesora Peña le llamó la atención un ejercicio en particular en el que la familia debía compartir con su núcleo qué le gusta y qué no le gusta de cada integrante. También realizó esa actividad en su casa, ya que sus hijos estudian la primaria en Divino Maestro.

Hasta como mamá me tocó Aula de Paz.

Peña está satisfecha del trabajo que se realizó a distancia y el que se logró este año escolar con Aula 20. Las estrategias fueron complementarias con los objetivos pedagógicos del Ministerio de Educación y los valores de la Asociación Venezolana de Educación Católica (Avec).

“Yo me involucré tanto con el programa que no tenía límites”.


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