Más de 240 mil niños y jóvenes abandonaron los pupitres en 5 años

Al menos 267.758 niños entre 6 y 11 años de edad están excluidos de la escolaridad. En 6 años más de 40 mil abandonaron los pupitres en primaria

Isayen Herrera/@isayenHG

Caracas. En Antímano la Escuela Técnica  Industrial San José Obrero de Fe y Alegría comenzó a tener una estampida es sus pupitres. Al menos 235 adolescentes de los 462 inscritos dejaron de asistir a clase desde enero. Sus directivos comenzaron a hacer entrevistas a los jóvenes y contactar a los padres para traerlos nuevamente a las aulas. Se encontraron que 160 de ellos quería comenzar a trabajar y ya otros 15 estaban en el campo laboral en las noches y fines de semana.

El liceo de Antímano no es un hecho aislado. El abandono escolar en el ámbito nacional se observa en el desgaste matricular en cinco años. El departamento de investigación Memorias Educativas de la Universidad Central de Venezuela contabiliza 40.568 niños que dejaron de estar inscritos en la Educación Básica en 6 años y otros 199.924 jóvenes desaparecieron de la matrícula en 5 años.

Los números que reporta la Memoria y Cuenta del Ministerio de Educación en la cohorte de 2009 es que hubo un ingreso a primer grado de 593.781 niños y en 2015 quedaban 550.568 estudiantes inscritos en sexto grado. El descenso de la matrícula fue de 7%.

Los estados con más estudiantes que se van del sistema en esa cohorte estudiada fueron Trujillo con 8.173 niños que abandonaron la escuela por lo menos durante este lapso, lo que representan 8,39% de la matrícula total de esa jurisdicción. Le siguen Amazonas con 2.190 estudiantes menos  (8,28%)  y Guárico con 6.628 de desgaste (6,33%).

Luis Bravo Jáuregui, investigador de Memorias Educativas, señala que hace tres años  267.758 niños entre 6 y 11 años estaban excluidos de la escolaridad.

Gloria Perdomo, activista de la Fundación Luz y Vida, tiene desde el año 2000 el programa Aulas Comunitarias en Petare para rescatar y nivelar a los niños que quedaron excluidos de la escolaridad. En estos momentos tiene 36 niños, entre 9 y 12 años de edad, en la educación no convencional para prepararlos ante una futura reinserción escolar. De estos, seis nunca han asistido al colegio.

“Los colegios de Fe y Alegría han observado que los padres no mandan a los niños a la escuela porque no tienen comida en casa, el PAE no está funcionando con regularidad, hay violencia en la zona y tienen hasta problemas de transporte. En un ambiente así los padres postergan la escolaridad”, explica la activista.

Bravo Jáuregui prefiere no adelantarse a decir que hubo abandono total de la escolaridad, por lo que utiliza un término más comedido y lo denomina “desgaste matricular”, pero el director de la Escuela Técnica de Antímano, Rafael Peña, certificó en el diagnóstico del liceo que los jóvenes muestran la necesidad de trabajar antes que estudiar por los problemas económicos de la familia. Se une, además, que en su zona solo trabajan 30 jeep de 173 que había el año pasado y el traslado de los estudiantes se dificulta, el ambiente violento, problemas de alimentación de hogares y un nuevo factor: los jóvenes faltan a clase para ir a hacer colas en automercados cuando les toca su número de cédula.

Una docente de un liceo en Petare, que prefirió no identificarse, tiene el mismo diagnóstico, aunque más empírico. “Al entrar en el liceo, sobre todo en noveno grado, los jóvenes se sienten más libres y faltan a clases. Hace 15 años un salón tenía hasta 45 alumnos, ahorita pocos llegan a 30.  Yo he llamado a los padres y hasta 20 teléfonos no me los contestan. Este año el abandono escolar es igual, pero además se observan más juegos de azar para buscar dinero y más embarazo de adolescentes. De 7 secciones de quinto año donde trabajo, por los menos dos muchachas están embarazadas en cada una”, comenta la docente.


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