Más de 200 familias quedaron en la calle por la crecida de ríos y quebradas en el sector Santa Fe del estado Sucre

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Hoy los habitantes de las comunidades de Botalón, El Manguito, La Curva, Querequere, El Naranjo y San Pedrito en Santa Fe, parroquia Raúl Leoni del municipio Sucre, padecen las consecuencias de las grandes inundaciones ocurridas recientemente por el desbordamiento de ríos y quebradas. Los bomberos están atendiendo las necesidades de la población. La crecida de los ríos Colorado y Blanco reventó la tubería madre que surte de agua al sector y empeoró las condiciones del lugar dejando a los residentes de las comunidades en la calle y sin agua a toda Santa Fe.

Cumaná. Las torrenciales lluvias que han caído en el oriente del país debido a ondas tropicales y vaguadas que se forman en esta época del año han provocado la crecida de los ríos y quebradas en las montañas de Santa Fe, en la parroquia Raúl Leoni del municipio Sucre del estado homónimo, y las fuertes corrientes han arrasado con todo a su paso. Comunidades enteras quedaron bajo las aguas.

Hoy en Santa Fe se vive una tragedia. Los efectos de las inundaciones y los deslizamientos de tierra derrumbaron viviendas y socavaron tramos de las vías internas de comunicación. Está interrumpido el  paso vehicular y el acceso a las comunidades. Los pobladores de las zonas afectadas dan cuenta de que ya van tres crecidas que desbordaron el cauce de los ríos Limonal, Colorado y Blanco.

Desde el 16 de septiembre los habitantes de las comunidades de Botalón, El Manguito, La Curva y Querequere, El Naranjo y San Pedrito viven en zozobra y en un estado de angustia permanente debido a que continúan las lluvias, que aumentan el caudal de agua de los ríos y quebradas.

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La mayoría de las casas tienen pérdida total. Foto: Mónica Salazar.

Contaron que el pasado 16 de septiembre fueron sorprendidos por el desbordamiento de las agua del río Limonal.

En la parte baja no estaba lloviendo pero la descarga de lluvia era en las cabeceras del río; arriba en la montaña, y de un momento a otro, sin darnos cuenta, ya el agua estaba arrastrando con todo”, recordaron.

Pero este domingo 27 de septiembre una nueva crecida de los ríos Colorado y Blanco se llevó lo que pudieron salvar de la primera inundación. Hoy, los residentes de las comunidades afectadas piden auxilio a gritos. Están desesperados. No se explican por qué a más 15 días del primer desbordamiento de los afluentes en esta temporada de lluvias ni el gobernador Edwin Rojas, ni el alcalde del municipio Sucre, Luis Sifontes, han aparecido por la zona.

Aquí no ha llegado nadie. ¿Cómo es posible que estemos pasando esta tragedia y todavía aquí no llegan las autoridades para auxiliarnos? Seguro que si fuera para buscar votos ya estuvieran aquí”, reclamó Tony Romero.

Hoy más de 200 familias están en la calle. Lo han perdido todo. Hasta ahora solo han recibido la ayuda solidaria de los mismos vecinos de Santa Fe, que, organizados en un voluntariado social, han podido recolectar ropa y comida para asistir en la inmediatez de la emergencia, además del aporte de la iglesia, los bomberos y lo motorizados coordinados que se han convertido en valiosos aliados en esta emergencia debido a que a muchos sectores solo se llega en moto, bicicleta o en burro.

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Las vías están obstruidas. El paso solo es en moto, bicicletas o burros. Foto: Mónica Salazar.
Y siguen las crecidas

Ya han pasado dos semanas de la primera inundación provocada por el desbordamiento del río Limonal. Desde el 16 de septiembre los damnificados “están a la buena de Dios”.

“Hasta ahora no ha venido ni el alcalde ni el gobernador”. Esta es la queja de todos en las comunidades.

Este domingo 27 de septiembre cuando los ríos Colorado y Blanco rebasaron su cauce, pero esta vez como nunca antes, el nivel de las aguas alcanzó entre los tres y hasta cuatro metros.

La fuerza de las corrientes derrumbó postes eléctricos, en consecuencia, varios sectores se encuentran sin luz y se reventó la tubería madre, empeorando el escaso suministro de agua en toda la zona.

Ahora Santa Fe está sin agua. En medio de la emergencia los pobladores de las comunidades afectadas toman agua de los manantiales cercanos.

Los vecinos relataron que algunos funcionarios de gobierno aparecieron con unos tanques para almacenar agua y los dejaron en las comunidades “en calidad de préstamo, hasta que resuelvan”.

También denunciaron que pretendieron entregar unas colchonetas viejas y no las recibieron. Acto que calificaron como una burla.

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Las lluvias mantienen en constante zozobra a los habitantes. Foto: Mónica Salazar.

“Hay niños, personas de la tercera edad y con discapacidad en condiciones muy precarias, no tienen ni ropa, perdieron todo”, contó Carla López, miembro del Frente Amplio Sucre Libre que organiza las donaciones y suma esfuerzos entre todos los sectores para ayudar a sus paisanos.

Este 30 de septiembre también se vivieron horas de angustia, por tercera vez se desbordaron los afluentes que circundan la zona y desde arriba en la montaña descendieron fuertes corrientes que arrasaron con lo poco que quedaba en pie.

Los habitantes de las comunidades afectadas advirtieron que la amenaza mayor está latente porque arriba en la montaña donde nace el río Neverí, en las cercanías del embalse Turimiquire, los deslizamientos de tierras han taponado la vertiente donde coinciden los caudales de los ríos Colorado y Blanco y los ha represado.

Si continúan las lluvias, la fuerza del agua represada no podrá contenerse y la tragedia podría ser peor”, alertaron los habitantes.

Indiferencia de las autoridades

Los habitantes de Botalon, La Curva, El Manguito, Querequere, el Naranjo y San Pedrito denuncian la indiferencia de las autoridades y claman por la ayuda oficial del Gobierno.

El paso vehicular al embalse del Turimiquiere está obstruido, el desbordamiento de los ríos se ha llevado tramos de la carretera. Ha dejado sectores incomunicados.

Ante esta situación que los convierte en zona de desastre, los damnificados recordaron a los mandatarios locales que la represa del Turimiquire surte de agua a tres estados: Sucre, Anzoátegui y Nueva Esparta y amenazaron, de no atender sus demandas en esta emergencia, con cerrar todo el acceso y tránsito a la comitiva que regularmente debe pasar para llevar los aditivos necesarios para la potabilización del agua, lo que afectará el suministro de agua en estas tres entidades orientales.

Martina Marín recordó la tarde del domingo cuando el río avanzaba aceleradamente:

No nos dio tiempo a nada, quise resguardar algunas cosas y solo dio tiempo de cerrar las puertas de un cuarto donde pude meter algunas cosas. Ahora solo quiero una casa para mis hijos. El río tiró las paredes de mi casa, dejándome en la calle”.

Agregó: “Ahora mismo vivimos arrimados en casa de algún conocido y de la caridad de nuestros vecinos”.

La zona agrícola prácticamente desapareció, Los productores perdieron todos los cultivos y el esfuerzo de toda la siembra. Se perdieron cosechas de auyama, yuca, maíz, ovino y ñame.

Iván Romero, agricultor de la comunidad de Botalon, uno de los sectores agrícolas más afectados, contó: “Aquí siembra tanto el hombre como la mujer; pero el río se ha llevado todo. Y ahora si no sembramos. ¿Qué vamos a comer? Es urgente la atención del Gobierno a nuestras comunidades”.

Romero aseguró que ahora mismo solo en burro pueden sacar desde sus conucos lo poco que pudieron rescatar de la siembra para poder llevarlo al mercado de Cumaná.

Queremos que así como atendieron la tragedia de El Limón en Maracay, nos atiendan a nosotros. Como el gobierno de Nicolás Maduro nos ha ignorado pedimos al gobierno interino de Juan Guaidó que se ocupe de nosotros y atienda a este pueblo que hoy clama por ayuda”.

Este jueves al mediodía, los bomberos atendían las emergencias de varias personas que se desmayaron por la tensión de la situación que viven, así como por la deshidratación debido a la falta de agua potable.


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