Creadora de la Red Ambientalista Venezolana y de Forja (Federación Organizada de Juntas Ambientalistas), ahora impulsa el proyecto AMA, Adulto Mayor Activo, que ya está aplicándose en la parroquia Santa Rosalía y que, ahora, aspira concretar en Coche.

Caracas. Mayita… Así le dicen sus amigos, muchos en el mundo ambientalista. Ella, amante y defensora del Ávila y del parque Los Caobos, en pleno corazón capitalino, lleva a cuestas 77 años, pero no cesa en su lucha por la ciudad y, ahora, trabaja en la conformación de una red de voluntariado.

Su foco inicial es el adulto mayor, pero en el abanico solidario incluye a los niños, a los jóvenes y a todo ciudadano que hace vida con propósito en Caracas.

Desde 1997, Omaira Delgado (Maya) trabaja de la mano de Fundamor, una organización impulsada por Argelia Laya, que tiene como fin promover los vínculos y la integración de grupos humanos.

La idea que madura es que se dé el intercambio de experiencias y responsabilidades, y que fomenten un nuevo liderazgo proactivo y diverso.

Pretende establecer un ecosistema de relaciones de calidad, “y todo parte con la educación. Uno aprende enseñando, y esa ha sido la labor de la fundación”.

Ahora desarrolla el proyecto Volvamos a la Escuela, que se aplica en una unidad educativa de la parroquia Caricuao. “Queremos impulsar escuelas para la vida”.

red de voluntariado

Habla de llevarles talleres sobre los valores, de insistir en la importancia de preservar lo verde en las ciudades, de conocer a la gente dentro de las comunidades y de crear emprendimientos que den sostenibilidad.

Pero el consentido de Mayita, creadora de la Red Ambientalista Venezolana y de Forja (Federación Organizada de Juntas Ambientalistas), es el proyecto AMA, Adulto Mayor Activo, que ya se aplica en la parroquia Santa Rosalía.

Ahora, durante el 69° aniversario de Coche como urbanización, pretende impulsar tejiendo una red de voluntariado, un programa social de atención al adulto mayor al que bautizó como 0800-AMA. “Y ojalá Cantv me asigne esa línea algún día, pues a través de ella queremos organizarnos y saber dónde estamos”, contó.

Exactamente, ¿qué propone? No solo que la gente llame y pida medicinas, sino que además exista una plataforma donde los vecinos sepan que pueden conseguir un bastón, personas de acompañamiento, traslados y se enteren de los eventos deportivos, sociales y recreativos.

“La tercera edad necesita mucho. Uno paga taxis y de repente en la misma comunidad hay personas que pueden prestar ese servicio y convertirse en emprendedor”, explicó Maya, de origen guayanés.

Entonces, la red de voluntarios servirá para levantar esa data y para ser agentes de cambio.

De hecho, ya está organizando un curso de primeros auxilios con personal de la Cruz Roja, dirigido a las comunidades, que se dictará entre febrero y marzo del año entrante.

“¿Sabes cuántas personas están en esos cerros haciendo algo bueno y no lo sabemos? Para eso también es la red, para comunicarnos y saber qué estamos emprendiendo por nuestras comunidades”, dijo.

Su proyecto va de boca en boca entre los vecinos de su zona, en la urbanización Carlos Delgado Chalbaud de Coche. Y ya hay quienes le envían propuestas e incluso datos históricos y anecdóticos de la parroquia.

En la misa de los domingos, el padre Efrén Cisneros la ayuda con la promoción del proyecto que busca el bienestar comunitario y conformar la red de voluntarios.

“Maya del Ávila”, otro apodo con el que la conocen los ambientalistas, es fanática de la montaña y amante de Caracas, que tiene muchos hijos adoptivos por la ciudad: decenas de árboles sembrados y recuperados con sus propias manos.

Además es coleccionista de sombreros. Los tiene de paja, para andar con ropa de diario, y los de vestir. Nunca sale sin ellos. Es su sello personal.

En estos días está recabando ropa y calzados para los niños de las comunidades asentadas en el Ávila y para los que están en el área de oncología del hospital Luis Razetti. 

Ahora, insiste en dejar su legado y es que para el aniversario de Caracas, en 2020, Coche tenga presencia, tenga proyectos viables y se conozca por su gente emprendedora. Otra tarea que pretende formalizar con la red de voluntariado, trabajo ad honorem, que el 5 de diciembre celebra su fecha.

Emprendimiento sociocultural, solidaridad y bienestar. Esas son las palabras claves con las que quiere hacer una marca con el proyecto AMA. “Algo no político, sin fines de lucro, que quiero dejar organizado en mi parroquia, con proyección a gran escala”.

Puso a disposición el correo fundamordvenezuela.2010@gmail.com.


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