Finalizando el mes de noviembre, la organización informó que se vieron obligados a tomar la decisión de retirarse del puesto asistencial ubicado en Petare, en el que llevaban colaborando desde marzo en la lucha contra la pandemia de la COVID-19, porque el Gobierno no autorizaba la entrada de un equipo esencial para sus operaciones.

Caracas. Médicos Sin Fronteras se retiró formalmente de las instalaciones del hospital Ana Francisca Pérez de León II, ubicado en Petare. Finalizando, el mes de noviembre, la organización informó que se vieron obligados a tomar la decisión de salir del puesto asistencial, en el que llevaban colaborando desde marzo en la lucha contra la pandemia de la COVID-19, porque el Gobierno no autorizaba la entrada de un esquipo esencial para sus operaciones.

Desde 2015 Médicos Sin Fronteras está en Venezuela desarrollando proyectos de ayuda médica humanitaria en Amazonas, Anzoátegui, Bolívar, Miranda, Sucre, Táchira y Caracas.

Debido a la pandemia reforzaron sus operaciones con circuitos integrales de COVID-19, uno de ellos en el Pérez de León, donde diseñaron toda el área de emergencia, hicieron un sistema de bioseguridad específico de acuerdo con los estándares hospitalarios de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para este tipo de virus; completaron con servicios extraordinarios como atención psicológica, seguimiento domiciliario y habilitaron dos ambulancias.

MSF sumó casi 250 personas al proyecto, 100 de ellas del hospital, que recibían una ayuda económica, inversión que corrió por cuenta de la organización internacional, que además readecuó las instalaciones, hizo el equipamiento del concentrado de oxígeno, donó más camas (de 10 pasó a tener 40); y arregló ventiladores mecánicos lo que permitió aumentar la capacidad de la terapia intensiva

Isaac Alcalde, coordinador general del proyecto, dijo en su momento a Crónica.Uno que todo este proyecto fue consensuado con el Ministerio de Salud cuando se empezaron a ver los primeros casos.

Para el momento del anuncio del retiro, 3500 pacientes pasaron por ese triaje, hospitalizaron a 300 personas y otras 100 estuvieron en terapia intensiva.

“El número de trabajadores llegó a 250, pues se buscaba una atención 24×7, eso incluía al personal de limpieza, intensivistas, emergenciólogos, laboratorio, psicólogos, trabajadores sociales, un equipo multidisciplinario”.

Pero, según Alcalde, no se llegó a un acuerdo satisfactorio para la autorización de 45 permisos de trabajo para fortalecer el proyecto en los siete estados. “Ya salimos definitivamente. No ha habido avance en la permisología. Aunque hemos recibido algunas llamadas para intentar resolver la situación”.

Este problema puede generar un efecto dominó en los proyectos que tienen en los siete estados donde hacen incidencia humanitaria. “Aún no sabemos, esperemos unas semanas”.

MSF solicitó los permisos de trabajo para su personal esencial a principios de año para poder cubrir puestos clave, y en noviembre todavía no había respuesta.

El proyecto específico del Pérez de León deja, además, un mural de agradecimiento. Cada vez que un paciente era dado de alta, pintaba sus manos en la pared, para así celebrar su recuperación de la COVID-19 y darle aliento al personal de salud del Pérez de León II.

Foto cortesía MSF: El personal de salud luego de una ardua jornada


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