La ONG Acaps considera que cuando sea evidente que los casos de COVID-19 aumentaron significativamente en el país, la enfermedad ya se habrá extendido ampliamente y podría esperarse un alto número de infecciones entre los trabajadores médicos.

Caracas. Frente a la tendencia de la administración de Nicolás Maduro a aplicar test rápidos de COVID-19, el control gubernamental de las cifras, el retorno de venezolanos al territorio nacional, y la capacidad médica limitada, existe un alto riesgo de que el número de infectados, y las tasas de morbilidad y mortalidad aumenten, aseguró la ONG Acaps en un informe sobre Venezuela.

A juicio de la organización de investigación y análisis de datos, es poco probable que las medidas del gobierno de Maduro contengan completamente la propagación de la COVID-19. Esta afirmación parte de la dificultad de mantener a las comunidades populares sin generar ingresos durante una cuarentena en la que tampoco se le garantizan los servicios básicos. Otro factor que impide un manejo seguro de la pandemia es la sensación de control que generó el gobierno en la población al mantener una tendencia baja de casos positivos.

Aunque un importante brote de COVID-19 no se reflejaría en la información oficial, la Acaps (inicialmente conocido como Proyecto de Evaluación de Capacidades) precisó que existen ciertos indicadores que servirían para monitorear si el riesgo se está materializando y está ocurriendo un brote importante:

Picos en las cifras de casos informados por el gobierno, incluso si los números absolutos permanecen bajos debido a las pruebas de PCR limitadas.

• Aumento de los informes de periodistas y médicos sobre la carga de trabajo, y mayor censura a los medios independientes o redes sociales por dar información extraoficial.

• Mayor demanda de fondos y servicios de ONG relacionados con la salud. El gobierno solicitaría apoyo adicional a las Naciones Unidas o aliados como China, Rusia y Cuba.

• Aumento de los informes de muertes de personal médico.

La ONG considera que cuando sea evidente que los casos de COVID-19 aumentaron significativamente en el país, la enfermedad ya se habrá extendido ampliamente y podría esperarse un alto número de infecciones entre los trabajadores médicos, la disminución de personal de salud, y las tasas de mortalidad y morbilidad superior a la media.

El documento resalta que, incluso, es probable que muchas muertes no se registren en relación con el coronavirus debido a la falta de pruebas. Serían tasas de mortalidad inexactas.

Otra consecuencia de un incremento de casos de coronavirus en el país que toma en cuenta la Acaps es la extensión y endurecimiento de las medidas de contención, como el bloqueo nacional. Podrían ocurrir restricciones de movimiento mucho más fuerte junto a la escasez de combustible, una mayor escasez de alimentos y el aumento de saqueos o protestas por la inseguridad alimentaria.

Foto: Tairy Gamboa
Brechas de información

La Acaps sostuvo que es posible que se desconozca el alcance real del brote actual. La confianza en las pruebas rápidas, con capacidad limitada para realizar pruebas de PCR, probablemente distorsiona aún más la visión general del número total de casos.

Según el gobierno de Maduro, hasta el 21 de mayo de 2020, realizaron más de 697.000 tests, que incluyen un estimado de 16.000 pruebas de PCR, y solo el Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel procesa esta información. Por lo tanto, es probable que no se detecten muchos casos.

A esto se le suman los venezolanos que están regresando al territorio nacional. Hasta la fecha, el estado Amazonas en Brasil, que limita con Venezuela, se encuentra entre los estados más afectados, con más de 30.000 casos, lo que equivale a 748 casos por 100.000 personas, la segunda tasa más alta en ese país.

El estado de Roraima, donde se encuentra uno de los principales cruces fronterizos entre Venezuela y Brasil, registró más de 2500 casos, con la cuarta tasa más alta por cada 100.000 personas. En Colombia, hay más de 23.000 casos registrados. Es muy probable que sigan aumentando los contagiados que ingresen al país durante los próximos días, pero ¿existe la capacidad de atenderlos?

En el informe destacan riesgos como los servicios limitados de morgues en los hospitales, la escasez de insumos médicos, centros de salud sin agua y luz, las limitaciones de la movilidad por la escasez de gasolina, el incremento de manifestaciones por la ausencia de servicios públicos, la desnutrición que arrastra la población, la vulnerabilidad económica y la crisis política.

En Venezuela hay 1245 casos de COVID-19 hasta el cierre de este 27 de mayo, de los cuales 302 ya se recuperaron, mientras que 932 son casos activos. El número de fallecidos es de 11 ciudadanos. Según el último reporte que dio el ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, 524 personas se encuentran en hospitales, 391 en Centros de Diagnóstico Integral (CDI) y 17 en clínicas privadas.


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