Los establecimientos de venta de textiles han sido muy visitados en esta época decembrina. Largas colas bordean las tiendas, pues los clientes aseguran que ahorran confeccionando su ropa y, aunque los precios se rigen por el dólar paralelo, insisten en que es más económico adquirir la tela que comprar la prenda hecha.

Maturín. Con una inflación galopante ante una economía inestable en los que los precios de la ropa, comida y calzado son establecidos en divisas y los sueldos de los trabajadores en bolívares, economizar es una de las principales premisas del venezolano. Para el último trimestre del año, los monaguenses comienzan a pensar en los estrenos para el mes de diciembre, y las opciones para cumplir con esta tradición van desde reciclar atuendos hasta la compra de tela para la confección de nuevas prendas.

Los ciudadanos expresan que pueden ahorrarse hasta 10 dólares (10,7 millones de bolívares para el momento de publicación de esta nota) al confeccionar su ropa, por lo que deciden acudir a los establecimientos de venta de textiles, en los cuales se forman largas colas para poder ingresar.

Los precios de las telas van desde 2,2 millones hasta 5,6 millones de bolívares, dependiendo del tipo. Quienes prefieren esta opción sostienen que a pesar de incremento de telas en los últimos meses sigue siendo más económico que comprar la ropa ya confeccionada.

Como yo sé coser le dije a mi hija que yo podía encargarme de los estrenos de los niños. Lo único malo es esa tremenda cola, pero corre rápido. Nos pusimos a comparar y un pantalón cuesta 15 dólares (Bs. 16.125.000), en ese precio lo vi hace días, pero aquí todo aumenta en un abrir y cerrar de ojos, y en tela no gastamos ni 10 dólares (Bs. 10.750.000), explica Olaida Crespo.

En la acera del establecimiento textil se puede ver la aglomeración de personas que hacen fila para ingresar a la tienda. Hay quienes comentan que van hasta dos veces por semana, pues las telas suelen agotarse con facilidad sumado al incremento de los precios.

Cuando recibo un dinero voy y me compro aunque sea un metro de tela y lo voy teniendo ahí, porque aquí en este país las cosas aumentan todos los días y si uno tiene el dinero debe aprovechar. Desde que levantaron la cuarentena, las colas en El Castillo han sido terribles, pero aun así uno la hace, porque sabemos que ahorramos más o menos, expresa Blanca Mariño.

Foto: Cortesía

Para la mayoría de los padres, los estrenos de los niños son la prioridad, y en este 2020 también han acudido a los centros textiles y no a las tiendas de ropa como en años anteriores.

“La ropa de niños siempre ha sido más costosa que la de adultos. Este año en particular decidí mandarles a hacer la ropa para ahorrar dinero. Por ejemplo, con un metro de tela sale un conjuntico para mi hija menor y en una tienda un conjunto cuesta alrededor de 20 dólares (21,5 millones de bolívares). Yo busco ahorrar porque tengo tres niños y además les tengo que comprar el regalo del Niño Jesús”, sostiene.

Los compradores explican que en el proceso de confección lo que suele costar un poco más es la mano de obra. Por su parte, las costureras indican que los precios los establecen de acuerdo con la cantidad de piezas y la dificultad para hacerlas.

Yo por blusas sencillas cobro entre tres y cinco dólares. Si se trata de un vestido mucho más elaborado cobro 10 o 15 dólares, si la persona trae todo el material. Si yo debo poner el material o salir a comprar la tela, le sumo un poco más al precio. Para mí el mes de diciembre siempre ha sido de mucho trabajo, porque siempre hay quien manda a hacer su ropa. Pero este año, desde que empezó octubre, he estado full trabajo, detalla Leida Ruiz, costurera.

A pesar de las largas colas, los precios establecidos a la cotización del dólar paralelo, los ciudadanos siguen prefiriendo comprar telas antes que ropa ya confeccionada. En el caso de los padres insisten en que no permitirán que la crisis empañe la infancia de sus hijos, por lo que sus estrenos están dentro del presupuesto para esta Navidad.

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