Morgue del hospital Razetti puede colapsar por aumento de muertes sospechosas de COVID-19 en Anzoátegui

morgue del hospital razetti

Quienes laboran en el principal centro asistencial del estado afirman que ante el incremento de decesos por sintomatología asociada al coronavirus están en riesgo, pues no cuentan con cavas operativas, lo que contribuye a la descomposición de los cadáveres y proliferación de bacterias. La morgue del Senamecf está en similares condiciones.

Barcelona. En el último reporte del gobernador Antonio Barreto Sira, emitido la noche del domingo 23 de agosto, se anunciaron dos nuevos decesos de pacientes con sintomatología asociada al COVID-19. La cifra de muertes se elevó entonces a 143 en el estado Anzoátegui, pese a que en el registro que lleva el ejecutivo de Nicolás Maduro oficialmente se contabilizan seis.

La mayoría de estos decesos se han registrado en el hospital Luis Razetti de Barcelona, único centro asistencial de la zona norte de la entidad, que cuenta con un espacio que funciona como morgue, el cual está a punto de colapsar debido a la cantidad de cadáveres que ingresan a diario.

Edison Hernández, delegado de prevención del hospital Razetti, afirmó que desde la llegada de la pandemia al estado, más de 90 % de las muertes que se producen en la institución son declaradas como “sospechosos de COVID-19”. Indica que el riesgo del colapso está latente, más cuando la morgue no cuenta con equipos de refrigeración para preservar los cuerpos. Estas cavas están dañadas por falta de mantenimiento.

El también coordinador del Movimiento de Trabajadores por la Salud en Anzoátegui afirmó que los cadáveres pueden pasar hasta cinco días en el lugar, ya que la mayoría de los fallecidos son de escasos recursos y sus familiares no cuentan con el dinero para que la empresa funeraria encargada de manipular los cuerpos cuya muerte es diagnosticada como sospechosa de COVID-19, los retire y les dé sepultura.

morgue del hospital razetti
En la construcción del hospital de Guanta estaba planteada la edificación de una morgue con su respectivo crematorio. Foto: José Camacho.

Hemos tenido jornadas en las que fallecen hasta 10 personas y permanecen allí hasta por cinco días porque sus familiares no pueden pagar los 400 dólares que exige la empresa funeraria para manipular el cuerpo. Cuando estos logran llevarse al difunto, lo hacen en avanzado estado de descomposición y esos olores llegan al hospital porque la morgue no tiene refrigeración, aquí estamos expuestos a todo”, dijo.

Peloteo de autoridades

Las denuncias por el estado de la morgue del hospital Luis Razetti datan de hace varios años. En 2018, el abogado y defensor de los derechos humanos, José Santoyo, denunció el mal estado de las 10 cavas que componen el recinto e instó a las autoridades a reparar los hornos incineradores para que las familias que no pudiesen retirar los cuerpos por no tener recursos, los cremaran.

Dos años más tarde, Hernández asegura que la situación no ha cambiado y que lo que reina es el peloteo de la responsabilidad entre las autoridades regionales.

La sala situacional de la ODDI (Organismo de Defensa Integral) no hace nada y lo que hace es responsabilizar al gobernador y este a su vez, al ejecutivo de Maduro, pero quienes terminan sufriendo son los trabajadores del recinto que están expuestos a contaminarse”, refirió.

Además de dirigente gremial, Hernández trabaja como camillero en el principal centro asistencial del estado y aseguró que si bien han recibido dotación de insumos de protección,  no tienen la calidad requerida.

“Aquí estamos en riesgo latente porque si no nos friega el COVID-19, las bacterias de los cadáveres nos matan. Los trajes chinos que nos dieron no sirven porque cuando te lo pones se rompen y no son impermeables. Cuando uno traslada un cadáver sospechoso de coronavirus, viene un equipo detrás desinfectando cada espacio por el que pasamos. Comprobamos que todo ese líquido que rocían pasa a través del traje, entonces estamos en doble riesgo de exposición”, sostuvo.

Infraestructura olvidada

En la zona norte de la entidad en teoría debería haber cuatro morgues y tres crematorios. Una ubicada en el hospital César Rodríguez de Guaraguao (fuera de servicio hace más de 10 años), la del hospital Razetti, una adscrita al Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf) y otra, que nunca se terminó al no concluirse el nuevo hospital del IVSS en Guanta, que al igual que las de Guaraguao y Razetti tendría un crematorio.

Estos espacios contribuirían enormemente a tener un mejor manejo de los cuerpos, sobre todo en estos tiempos de pandemia, pero las autoridades prefieren que todo se desbarate antes de garantizar la salud a los ciudadanos, dijo Hernández.

Y al igual que los centros ubicados en los hospitales, en el Senamecf también la situación es similar, desde hace tres meses las cavas están dañadas, por lo que los encargados agilizan la entrega de los cadáveres para evitar la contaminación del espacio.

Trabajadores del recinto indicaron que pese a tener menos de 10 años de funcionamiento, los equipos instalados muestran los embates de la falta de mantenimiento. Pese a que la situación ha sido notificada a las autoridades centrales en Caracas, la respuesta ha sido nula.

De acuerdo con los registros que llevan en la medicatura forense del Cicpc, en lo que va de agosto 109 cadáveres han ingresado, cuyas causas de fallecimiento son neumonía o complicaciones respiratorias, de los cuales apenas seis se han determinado que la causa de la muerte ha sido el COVID-19.

Para evitar la contaminación, residentes aledaños a la urbanización Boyacá III de Barcelona, piden que la empresa privada colabore para que las cavas sean reparadas y a las autoridades elaborar planes de mantenimiento para evitar que la contaminación de la morgue los perjudique.


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