Nueva presidenta del IVSS deberá dar la cara a más de 300.000 pacientes crónicos

no hay trasplantes

La “papa caliente” que le dejaron a Magaly Gutiérrez Viña está que quema: recibió una deuda de inmunosupresores, antirretrovirales, tratamientos oncológicos, medicinas para hemofílicos y, ahora, deberá hacer más que magia para evitar más muertes.

Caracas. Desde que salió Carlos Rotondaro de la junta directiva del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS), este organismo no tenía presidente oficial. Ocupó su cargo, hasta el 15 de junio de este año, el ministro de Salud, Luis López, hombre radicalmente chavista, que ha pasado por alto la crisis humanitaria, lo que ha agudizado aún más el problema.

Ahora, frente al IVSS, como presidenta encargada, estará Magaly Gutiérrez Viña, salida del ala de la familia de la primera dama, Cilia Flores, a la que le dejaron una “papa caliente”: una deuda de inmunosupresores, antirretrovirales, tratamientos oncológicos, medicinas para hemofílicos. Deberá hacer más que magia para evitar más muertes.

Su nombramiento fue publicado en la Gaceta Oficial N.º 41.420 con fecha del 15 de junio. En el decreto N° 3468 se especifica que está en condición de encargada.

Gutiérrez Viña fue presidenta de la Fundación Nacional El Niño Simón. En el año 2014 fue nombrada presidenta del Instituto Nacional de Servicios Sociales (Inass) y, a su vez, jefa de la Gran Misión Amor Mayor y de la Misión Hogares de la Patria, ambos cargos en sustitución de su madre, Magaly Viña Castro. Estuvo también como directora de Despacho de la Asamblea Nacional.

La agenda de trabajo que le espera tiene como prioridad a los más de 300.000 pacientes crónicos que hay en el país, a los cuales el IVSS dejó de suministrar tratamientos desde 2016.

Las ausencias de estas medicinas pueden ser totales. En el caso de los enfermos renales, la Organización Nacional de Trasplante de Venezuela y la Sociedad Venezolana de Nefrología totalizan 366 complicaciones de pacientes trasplantados, de los cuales 26 perdieron la vida por cuenta del desabastecimiento de fármacos.

Respecto a quienes sufren VIH-Sida, se calcula que, actualmente, 88.000 personas en todo el país no tienen acceso al programa de antirretrovirales.

Ahora, las organizaciones que velan por el derecho a la salud, agrupadas en Codevida, esperan ser las primeras en sentarse en una mesa con la nueva presidenta del IVSS.

Foto: Archivo Crónica


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