Obispo de Margarita alertó sobre prolongación del contagio de COVID-19 en Venezuela

Virgen del Valle

Durante la celebración de la misa central por los 110 años de coronación canónica y el primer siglo de declaratoria de la Virgen del Valle como Patrona de Oriente, el obispo de la Diócesis de Margarita, monseñor Fernando Castro Aguayo, lamentó tener que realizar los actos en medio de extremas medidas de bioseguridad.

Nueva Esparta. Al igual que el pasado primero de septiembre, día de la bajada de la Virgen del Valle, el obispo de Margarita, monseñor Castro Aguayo, durante la eucaristía por la celebración de los 110 años de coronación canónica y primer siglo de su declaratoria como la Patrona de Oriente, renovó el llamado a la población neoespartana a cuidarse ante el incremento de los casos de COVID-19 en la isla, Venezuela y el mundo. 

“Mis queridos feligreses, veo que esta pandemia no acabará pronto, y por eso debemos cuidarnos y cuidar a nuestros semejantes. Oh, amada Madre María, te pido nos protejas”, exclamó monseñor Castro Aguayo.

El prelado pidió a las familias neoespartanas sembrar la conciencia en los niños y jóvenes sobre el peligro de esa enfermedad, que calificó de mutante.

Para la celebración de la misa, desde el pasado martes fueron limitados los accesos a la Basílica Menor y al Campo Eucarístico, tanto por la avenida Francisco Fajardo como por la Concepción Mariño, como parte de las extremas medidas de bioseguridad adoptadas por el clero neoespartano.

El aforo del Campo Eucarístico fue extremadamente reducido y se permitió solamente el ingreso de los representantes locales de la Iglesia católica, músicos, cantantes y comunicadores sociales.

En las afueras, feligreses venidos de otras regiones del país expresaron su frustración por no haber tenido acceso al sitio adonde este año fue llevada la venerada imagen, en ocasión del primer siglo de su declaración como Patrona del Oriente venezolano.

Virgen del Valle
Pese a las restricciones por la COVID-19, los feligreses acudieron en masa a venerar a la Patrona de Oriente. Foto: Cortesía Héctor Marín

Tal fue el caso de Daniel Dueñas, quien viajó desde la capital de la República a pagar una promesa a la Virgen de los pescadores.

Me siento muy frustrado por no haber podido estar cerca de mi virgencita del Valle. Me indigna ver a funcionarios y personas en el Campo Eucarístico y que a mi familia no nos permitan la entrada. Es discriminatorio”, acotó.

Todo un proceso

Isbelys del Valle Mota llegó desde el fin de semana a Margarita, proveniente de Ciudad Bolívar, y hasta este miércoles apenas pudo entrar a la misa del domingo.

Contó que fue bautizada en esa iglesia y que lleva 50 años visitando cada año a su santa patrona, a excepción del año pasado, cuando la pandemia no se lo permitió.

Hice el sacrificio de quedarme hasta hoy porque una familia de la iglesia que conocí en la misa me prometió ayudarme a llegar hasta aquí. Debo conformarme con esto porque no tengo otra opción”, sostuvo.

Misa sin invitados

El máximo representante de la Iglesia católica en Nueva Esparta insistió en su pesar por las condiciones en que se celebra una ocasión tan especial como es el patronazgo de la Virgen Valle, lo que a su entender merecía una amplia presencia de feligreses.

No obstante, insistió en la necesidad de reforzar las medidas de prevención, entre las que recomendó restringir las reuniones, así sean familiares.

Igualmente, ratificó la recomendación de no bajar la guardia ante el uso del tapabocas y los otros protocolos mínimos para evitar la propagación del coronavirus.

Virgen del Valle
Varios creyentes lamentaron no poder entrar al Campo Eucarístico para presenciar la misa. Foto: Cortesía Héctor Marín

Aunque se había anunciado la presencia del dirigente político y excandidato presidencial Henrique Capriles Radonski, quien ha hecho tradición estar presente cada 8 de septiembre en las celebraciones de la Virgen del Valle, en esta ocasión no sucedió.

Ni siquiera el gobernador Alfredo Díaz y el alcalde del municipio García, Cruz Lairet, estuvieron presentes en el acto religioso, ya que así lo estableció la Diócesis de Margarita en su instructivo para encarar la pandemia.

Tampoco fueron invitados otros obispos, como tradicionalmente ocurre en esta fecha tan especial para los feligreses de la Patrona de la Armada venezolana.

Luego de la misa, la sagrada imagen fue trasladada desde el Campo Eucarístico hasta la nave central de la Basílica Menor, donde tiene su trono desde el primero de septiembre, día de su bajada.

Los feligreses que aguardaban en la explanada rompieron las extremas medidas de bioseguridad que habían sido tomadas desde el comienzo de los preparativos de las festividades religiosas en honor de la Virgen del Valle, y acudieron a venerar a su patrona.

Música y torta de honor

La Coral de Este Lado del Sol fue la encargada de hacer el acompañamiento a los artistas que tradicionalmente le cantan a la Virgen, entre ellos, Lucienne Sanabria, Nora Cardona, Jennifer Moya, y otros que en esta ocasión también le rindieron tributo musical por la solemne ocasión.

Una torta con adornos alusivos al entorno de la Virgen fue puesta al lado del trono donde la Madre del Mar lució su imponente figura rodeada de lirios y rosas rosadas, que lleva, además, un manto con el mapa de Venezuela. Resaltó la presencia indígena de las etnias que por más de una centuria ocupan diferentes localidades del oriente venezolano.


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