La Planta Valencia de Sidetur fue paralizada con la excusa de no poder dar alimentos en el comedor, pero los trabajadores afirman que la empresa cuenta con materia prima para producir. La debacle comenzó en 2012 cuando se ejecutó la expropiación que emprendió Hugo Chávez en 2010. Sostienen que el Ejecutivo nunca ha honrado los compromisos laborales.

Valencia. Al menos 330 trabajadores del Complejo Siderúrgico Nacional en el estado Carabobo, afirmaron vivir en la pobreza porque desde 2019 las tres plantas ubicadas en la entidad se mantienen paralizadas, pese a contar con materia prima.

A simple vista el escenario es desolador en la planta siderúrgica de Valencia. Montacargas paralizados, zonas atrapadas por el monte, maquinarias oxidadas al igual que la materia prima que aún queda. En esta empresa se producían 400 toneladas diarias de material terminado para la construcción: cabilla, cerchas, paneles prefabricados y mallas, entre otros. 

En 2010, durante la administración del fallecido presidente Hugo Chávez, comenzó el proceso de expropiación de Sidetur. Fue en 2012 cuando tomaron las riendas de las plantas, desde entonces se inició la debacle de este complejo.

José de la Trinidad Montilla lleva 15 años de servicio como obrero en la planta de Valencia. Vivió la época de bonanza de la antigua Sidetur. Con su salario logró sacar adelante a su familia que está compuesta por su esposa y siete hijos. Recordó que tenían seguro HCM, beneficios de comedor, transporte, plan vacacional, entre otros.

En el recuerdo de Montilla quedó su estabilidad económica. Desde que fue expropiada la empresa comenzaron los problemas. La administración pública no ha honrado las 77 cláusulas que tiene el contrato colectivo que los ampara. 

Complejo Siderúrgico Nacional
Trabajadores aseguran que la planta cuenta con materia prima para producir / Foto: Leomara Cárdenas

El salario semanal de estos obreros apenas llega a 1,6 millones de bolívares, que se traducen en menos de un dólar. Con este monto el salario se puede catalogar en la banda de la extrema pobreza, pues las Naciones Unidas considera un salario pobre devengar 1,25 dólares al día.

Sin recursos

Montilla sostuvo que la administración actual del Complejo Siderúrgico Nacional paralizó las plantas en Carabobo con la excusa de que no podían ofrecer el servicio de comedor y transporte.

El obrero asegura que ha vendido los artefactos eléctricos de su vivienda y herramientas de trabajo para alimentar a su familia. También trabaja como mensajero.

Ya no tengo licuadora, vendí los repuestos de la lavadora, mis herramientas. Mato tigritos de mandado para poder medio comer, relató José de la Trinidad Montilla.

La exigencia de los trabajadores del Complejo Siderúrgico Nacional son claras: iniciar el proceso productivo porque cuentan con materia prima, y que se respeten las cláusulas del contrato colectivo, que les garanticen la alimentación y transporte. “Queremos trabajar, poner el país a producir”.

Complejo Siderúrgico Nacional
La infraestructura de la empresa sucumbe ante el abandono / Foto: Leomara Cárdenas

Los trabajadores indicaron que si en los próximos días los llaman a retomar la producción no cuentan con uniformes, deben realizar una limpieza general a las plantas y dar mantenimiento a las maquinarias.


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