OBU exige al gobierno de Maduro restituir institucionalidad democrática en Universidad de Oriente

El Observatorio de Universidades exigió al Ejecutivo de Nicolás Maduro que, en lugar de nombrar protectores para las universidades, debe acabar con la asfixia financiera que mantiene sobre las instituciones autónomas de educación superior, a la par de restituirles el derecho de elegir a sus autoridades que fue paralizado hace más de una década.

Barcelona. Frente a la posibilidad de nombrar la figura de protector para la Universidad de Oriente (UDO), el Observatorio de Universidades (OBU) emitió un comunicado en el cual rechaza la figura del protectorado y exigió al Ejecutivo de Nicolás Maduro restablecer la institucionalidad académica del país y respetar la autonomía universitaria.

El ente refirió que en lugar de designar protectores, el enfoque debería ser “acabar con el estrangulamiento financiero de las casas de estudio superior, entre ellas la Universidad de Oriente, lo que deriva en que las mismas no puedan invertir en materia de seguridad y, por ende, sean víctimas de la arremetida del hampa”. 

Según declaraciones de sus autoridades dadas a Crónica.Uno en 2018, en el núcleo de Anzoátegui no existe presupuesto para la contratación de una empresa de vigilancia, por lo que apenas cuentan con dos vigilantes que se tornan insuficientes para resguardar las instalaciones del campus barcelonés. 

“¿De quién es la responsabilidad de tales desmanes sino del mismo Gobierno central que constitucionalmente está obligado a asignar presupuestos justos, adecuados al normal desenvolvimiento de todas las universidades? La vocería oficial se zafa del aprieto que ella misma ha creado señalando como culpables del deterioro institucional a los rectores y vicerrectores. Esta vez, el dedo acusador apunta a la rectora Milena Bravo y al resto de las autoridades. Y como condena, le suplantará un “protector”, sostiene el OBU en su comunicado. 

Al igual que el señalamiento que hiciera el pasado martes el secretario de Sintraudo Anzoátegui, Ignacio Díaz, el organismo refirió que desde hace una década, el Tribunal Supremo de Justicia mantiene paralizados los procesos electorales de al menos cinco universidades autónomas, con lo que se ha imposibilitado la renovación de los cogobiernos de las mismas. 

“La UDO es una de las cinco universidades autónomas que hasta 2010 pudo escoger a sus autoridades. Desde entonces, han muerto en el ejercicio de sus cargos un rector y algunos vicerrectores de varias casas de estudio del país. Si fallecen o renuncian, desde el ministerio se imponen autoridades, contraviniendo lo establecido constitucionalmente y la voluntad de la comunidad académica para decidir quién ejerce su autogobierno”, señaló. 

En mayo de 2019, la toma de la sede del rectorado ubicado en la ciudad de Cumaná, por parte de seguidores del oficialismo, que inclusive desmontaron un cuadro de la rectora Milena Bravo y colgaron uno de Hugo Chávez, generó el rechazo de toda la comunidad estudiantil y derivó en marchas simultáneas en los cinco núcleos que componen la Universidad de Oriente.

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Este episodio fue recordado en la comunicación del OBU, refiriendo que quienes organizaron aquel episodio son los que ahora pretenden designar un protector. 

“La manera de burlar un proceso comicial democrático es el artilugio legal y cuando este no funciona, el oficialismo apela a la violencia. Así ocurrió con la ‘toma’ del Rectorado y la quema del auditorio de la UDO en 2019. La imagen de los libros incendiados de la Biblioteca Central de la Universidad aún perturba a los miembros de la comunidad académica venezolana y de otras partes del mundo”, señaló la misiva.

Sin mucho escándalo

Bajo la figura del llamado “Protector de Anzoátegui”, Luis José Marcano, desde el pasado mes de febrero, en el núcleo Anzoátegui ha emprendido una serie de trabajos de recuperación de aulas y desmalezamiento del campus anzoatiguense, que la comunidad estudiantil mira con cierto recelo ante lo que pudiese ser un trampolín político para el también exalcalde de Barcelona y diputado por Anzoátegui a la Asamblea Nacional.

Según Marcano, con la participación de varios entes del estado como Hidrocaribe, Transanzoátegui, alcaldías de Barcelona, Sotillo y Guanta, entre otros, se han logrado recuperar 50 aulas de clase aunque la meta es recuperar los 220 salones que conforman la alma mater barcelonesa. 

José Figueredo, dirigente del movimiento UDO Somos Todos, indicó que este año apenas aprobaron 8 % del presupuesto que necesita la universidad para su funcionamiento, por lo que “si bien aplaudimos los trabajos que se hacen en la universidad, esperemos que no sean usados como trampolín político, la universidad necesita mucha inversión”.


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