Desde el 30A están paradas las unidades quirúrgicas debido a una inundación. Los médicos residentes decidieron no recibir consultas electivas hasta nuevo aviso. Dicen que no hay insumos y que de una gama de 50 antibióticos solo cuentan con cuatro.

Caracas. No es nada nuevo que el hospital José María Vargas, ubicado en la parroquia Altagracia, atraviesa una crisis. Desde 2007 cuando se iniciaron las obras de remodelación en las instalaciones, este nosocomio pasa las de Caín: se cerraron servicios, se reubicaron otros y otras áreas quedaron inconclusas o se culminaron con poca calidad. Ocho quirófanos entran en ese último renglón, a tal punto que luego de una severa inundación ocurrida el pasado 30 de abril quedaron completamente inoperativos.

Los relucientes pabellones —apenas estrenados en 2011— hoy en día están desmantelados. Las fuertes lluvias del 30A causaron serios estragos en las salas quirúrgicas y de recuperación.

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Aproximadamente 10 centímetros alcanzó a subir el agua. Lo que explican los médicos cirujanos es que cuando los obreros hicieron la limpieza descubrieron que el piso estaba abombado y despegado en algunos extremos, lo que hizo que el agua se filtrara.

Todo el piso fue removido tras la inundación.

Tuvieron que remover las láminas dañadas, pero al final quitaron todo el piso de los ocho quirófanos: de la sala de recuperación que tiene capacidad para 15 pacientes, del área de la faena y médica y del pasillo.

La sala de recuperación, con capacidad para 15 pacientes, está desmantelada.

La promesa de la directiva es que estará listo pronto, pero ya van 8 días y en el Vargas no se han hecho operaciones por el retraso en las reparaciones. También les ofrecieron abrir dos pabellones, pero igual los doctores sostienen que la actividad quirúrgica sufre un retroceso.

Acuerdos de los residentes

  • Suspender hasta nuevo aviso las consultas electivas.
  • Solicitar a la directiva que saque del hospital a los grupos de choque.
  • Cumplir con el horario dentro del hospital mientras se realicen las asambleas.
  • Hacer pública la crisis y llamar a la comunidad de pacientes para que los apoye en la lucha. Quieren sensibilizar a la población, pues insisten en que no están dejando de prestar el servicio.
  • Nombrar un comité de enlace con el resto de los hospitales.
  • Llamar a elecciones de las Somir (Sociedades de Médicos Residentes).
  • Pedir respuestas a la Federación Venezolana de Médicos.
  • Hacer un plan de contingencia ante las llamadas a concentraciones.
  • Asistir el jueves 11 a la reunión de residentes a realizarse en el Decanato de Medicina de la UCV.

Las camas en estos momentos están agrupadas en uno de los pabellones, los equipos fueron desmantelados y el fuerte olor a humedad se expande por todo el lugar.

Debajo de las losas había hongos. De allí que el trabajo ahora es de fondo, pues es necesario retirar las capas del piso hasta remover todo el foco de contaminación.

Así luce uno de los quirófanos.

“Este servicio siempre se lava con abundante agua y lo que se descubrió tras la inundación es que el agua de la limpieza se estaba filtrando, por eso había hongos debajo del piso, y por eso los pacientes salían de aquí con infecciones posoperatorias. Ahora todos esos problemas hay que resolverlos”, dijo uno de los médicos residentes, que participó en la asamblea realizada en este nosocomio.

En el sitio hay un fuerte olor a humedad.

Médicos en alerta

En el Vargas, además de los ocho quirófanos fuera de circulación, se acentuó la escasez de insumos y medicamentos. Situación que no dejaron pasar por debajo de la mesa los médicos residentes quienes desde este 8 de mayo suspendieron todas las consultas electivas. Entre 20 y 30 por servicio.

Es decir, que si un paciente tiene una cita programada en Endocrino, Oftalmología, Traumatología, o cualquier otro servicio, no será atendido. Solo las emergencias serán tomadas en cuenta, esto es: alguien que llegue con un dolor fuerte, con un caso de trauma severo, en estado aséptico y que no comprometa su vida. De lo contrario será referido a otro centro hospitalario. Pero cabe destacar que en el Vargas no hay en estos momentos servicio de ambulancia.

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Manuel Guevara, residente de cirugía, quien asumió la vocería de los residentes, dijo que no tienen gasas, guantes, que faltan las soluciones y que de 50 antibióticos en estos momentos cuentan con cuatro.

Medida

Los hospitales se declaran en asambleas permanentes

Contó que tienen que pedir todos los insumos a los pacientes que entran por Emergencia, y si es para una operación, los familiares deben comprar todo el kit quirúrgico, además de los medicamentos.

No es nada nuevo lo que padecen, dijo, el problema es que se acrecentó la escasez y que en los momentos actuales donde se desarrollan situaciones de contingencias con las protestas, este hospital no está en capacidad de atender heridos. Además, el área de Emergencia desde hace dos años no tiene aire acondicionado.

También denuncian amenazas y hostigamientos por parte de la directiva y de los grupos armados que hacen vida en el hospital.

De hecho, cuando los galenos daban las declaraciones en la entrada del edificio antiguo de El Vargas, cinco sujetos los rondaron en todo momento, lo que obligó a los residentes a terminar la asamblea en la sala de Anestesiología.

Fotos: Mabel Sarmiento


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