Paciente mató a golpes a otro en el hospital psiquiátrico de Lídice

hospital psiquiático

A Rafael Díaz, de 35 años, lo atacaron con el tubo de una cama. El hombre que lo agredió padece esquizofrenia y  recientemente golpeó a un enfermero. Fuentes internas revelaron que no es la primera vez que le quita la vida a una persona durante una golpiza. Los internos no reciben medicación a menos de que la lleven sus familiares.

Caracas. Cinco días después de la agresión los familiares de Rafael Díaz se enteraron de que un paciente le había caído a golpes con el tubo de una cama. Y esa paliza le ocasionó la muerte. 

Rafael tenía seis años internado en el hospital psiquiátrico de Lídice por esquizofrenia. Además presentaba discapacidad motora del lado izquierdo, luego de recibir un tiro en la cabeza en una discusión. Por un tiempo caminó con bastón pero la rehabilitación lo ayudó a avanzar. 

El lunes 19 de agosto aproximadamente a las 11:00 a. m. lo atacó otro paciente. Lo trasladaron a la Emergencia del hospital de Lídice donde falleció el 21 de agosto.

Según fuentes internas, el atacante, quien padece de esquizofrenia, ya había asesinado a golpes a otra persona, en otro psiquiátrico, aunque se desconocen los detalles. Sus familiares son los encargados de suministrarle la medicación, pero al parecer no hay respuesta al tratamiento. 

Los familiares de Rafael se enteraron el sábado 24 de agosto, por la llamada de un miembro del personal. Les explicaron que el paciente que lo atacó es un caso psiquiátrico crónico. Recientemente, también agredió a un enfermero. 

Personal que labora en el psiquiátrico indicó que la víctima no recibía visitas de sus familiares frecuentemente. También comentaron que el agresor es bastante alto y de contextura gruesa, por lo que resulta difícil de dominar; además practicó artes marciales. 

Psiquiátrico se cae a pedazos

En junio de 2019 Crónica.Uno documentó la deplorable situación del centro médico. Alrededor de 48 pacientes no reciben medicación. No hay agua ni implementos de limpieza y tanto enfermeros como internos conviven entre heces, orina y sangre. 

Hay un ala sin luz, en la que duermen cinco hombres. Algunos baños no tienen pocetas, como los de la sala 3, y hay pacientes que hacen sus necesidades en el piso, incluso al momento de la visita de Crónica.Uno había una pared que tenía escritos con heces. 

En junio había 104 enfermeros para tres turnos, pero hacen faltan 100, entre cinco o seis enfermeras por turno.

La infraestructura está abandonada, los techos se caen y hay camas arrimadas por los pasillos. Los enfermeros deben poner dinero de sus bolsillos para comprar desinfectantes, pues conviven entre moscas, contaminación y malos olores.

Una fuente interna detalló que después de la denuncia que realizaron a los medios de comunicación han recibido varios donativos, que han servido para la limpieza adecuada del centro psiquiátrico.


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