Policía de Aragua desaloja vendedores ambulantes de la estación de servicio Las Morochas en la ARC

estación de servicio las morochas

Son al menos 10 vendedores ambulantes que reclaman al gobernador de Aragua cumplir su promesa de no desalojarlos, luego de que el Ejecutivo regional tomó el control y administración de las dos estaciones de servicio ubicadas en el kilómetro 98 de la Autopista Regional del Centro.

Maracay.- Al menos 10 trabajadores ambulantes que por más de 20 años han trabajado en las estaciones de servicio Las Morochas, ubicadas en el kilómetro 98 de la Autopista Regional del Centro, denunciaron el desalojo del que fueron objeto este miércoles en la mañana, por parte de funcionarios de la Policía de Aragua.

Nerio Enrique Gómez, de 53 años de edad, con discapacidad y vendedor de CD durante más de 15 años en estas estaciones de servicio, fungió como vocero del resto de los afectados, entre los que se encuentran vendedores de café, tostones, jugos, empanadas, cachapas, arepas, perros calientes y chucherías. Una de las vendedoras además está embarazada. En declaraciones a Crónica.Uno dijeron haber sido despojados de sus mercancías y herramientas de trabajo, incluyendo las pertenecientes a una cauchera con 20 años de servicio.

Qué desgracia con este gobierno inepto que por sus decisiones arbitrarias dejan a la gente sin trabajo de un momento a otro, desalojando a los trabajadores de Las Morochas. ¿Dónde quedan esos 20 años de servicio en el lugar?”, se pregunta una de las afectadas, propietaria de una cauchera.

El pasado 17 de julio, el gobernador de Aragua, Rodolfo Marco Torres, anunció desde el lugar, que las estaciones de servicio Las Morochas I y II, pasarían al control del Gobierno de Aragua y de Pdvsa.

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Les quitaron la mercancía a los vendedores. Foto: Gregoria Díaz.

“Buenas noticias para Aragua. Vamos a iniciar un plan especial de recuperación de estos espacios y mantener operativa la estación, las 24 horas del día. Brindaremos servicio de alimentación, seguridad, alumbrado, junto con la clase obrera y trabajadora que está acá”.

En aquel momento, el mandatario regional se  comprometió con los trabajadores ambulantes a que no serían desalojados del lugar. Pero mes y medio después, la promesa fue incumplida.

Nos dieron la palabra –dice Gómez– de que no nos sacarían, y fíjese. Nos quitaron la mercancía y se llevaron nuestras cosas.

Las Morochas bajo el control de la Gobernación de Aragua

“Vamos a poner esta estación de servicio a valer, para darle todos los servicios, todo el apoyo y respaldo a los viajeros y a los usuarios de la ARC. Será una estación modelo”, fue otra de las promesas hechas por el mandatario regional.

“Con la administración de estas estaciones de servicio, la Gobernación de Aragua se reserva la venta y consumo de combustibles a la hora de una posible nueva contingencia de escasez de gasolina”, explicó a Crónica Uno, una fuente interna de Pdvsa, para quien los cambios han sido pocos en los dos meses desde que las bombas pasaron a manos del Ejecutivo regional.

La gobernación, junto con la propia Pdvsa, asume las estaciones de servicio en las que con recursos propios, debería dar mantenimiento, instalar alumbrado público y brindar seguridad a través de la Policía Nacional.

“Son dos las estaciones de servicio, pero la II, permanece abandonada hace más de tres años, tiempo en el cual le fue robado todo el sistema eléctrico. En el año 2016, Pdvsa revocó la concesión a los privados que la regentaban y se la otorgó a un consorcio asociado con un fondo de pensionados del Instituto de Previsión Social de las Fuerzas Armadas, Ipsfa, que por cierto, maneja otras estaciones ubicadas en el kilómetro 34 de la ARC y en Los Cocotales, vía Tucacas, estado Falcón”, señala la fuente que pidió la reserva de su nombre.

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La Policía de Aragua participó en el desalojo. Foto: Gregoria Díaz.

De las casi 110 estaciones de servicio que existen en la región, seis son de propiedad exclusiva de Pdvsa y dos del Ipsfa. Toda la infraestructura de las estaciones de servicio es propiedad de Pdvsa, incluyendo los locales donde funcionan las ventas de comida rápida. Las restantes estaciones son privadas, aunque la concesión sigue siendo de la estatal petrolera.

Las concesiones son otorgadas por  cinco años prorrogables, salvo que alguna de las  partes manifieste su  intención de no renovar.


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