Un grupo de personas se concentró en la entrada del centro de salud para denunciar la paralización de las cirugías. La respuesta oficial es que no hay quirófanos. La dirección del hospital no atendió los reclamos de quienes protestaron.
Ciudad Guayana. Al menos 26 pacientes del hospital Uyapar, de Puerto Ordaz, tiene más de tres meses esperando para ser operados. La respuesta de la institución ha sido la de siempre: no hay quirófanos habilitados.
Fue por eso que en la mañana de este jueves salieron de sus camas y de sus salas de hospitalización y tomaron la entrada del hospital para exigir respeto al derecho a la salud.
Omar Urriola, quien tiene dos meses hospitalizado esperando para ser operado por una osteomielitis en el fémur izquierdo, denunció que hay más razones para el retraso de las operaciones. Una de ellas es el tráfico de influencias.
Nosotros sabemos, porque ya hemos visto en todo el tiempo que tenemos hospitalizados, que sí hay un quirófano funcionando y que hay gente que operan pero porque son amigos de alguien del hospital y porque ese quirófano lo agarraron para emergencias”, explicó.
No solo las operaciones
Urriola apunta que las irregularidades no son únicamente por tráfico de influencias. “Los insumos vienen pero, por otro lado, se los llevan. Acá el Gobierno quiere pintar una realidad que no es tal mientras que la emergencia está abarrotada”.
Los pacientes dependen de dos iglesias cercanas al hospital, una católica y otra evangélica, para comer, pues, como añade Urriola, en el hospital no les sirven ninguna de las comidas.
“Ellos vienen y nos dan una arepa en la mañana y una sopa a mediodía. Los pacientes dependemos de nosotros o de la caridad para comer”.
La Dirección del hospital no atendió ni a los pacientes que protestaron ni a la prensa.
“Además de todo eso, cada paciente que va a ser operado tiene que comprar todos sus insumos mientras ven que gente que se muere a las 8:00 de la mañana, por ejemplo, se la llevan a las 9:00 de la noche porque no hay cómo sacar los cuerpos”, dijo Alirio Hernández, padre del paciente Ángel Hernández, de 22 años, quien tienen cuatro meses hospitalizado esperando por un clavo bloqueado de tibia.
Las esperas de dos y de cuatro meses son pocas, muchos de los 26 pacientes tienen siete meses hospitalizados. Todos deben velar por su subsistencia cada día y ninguno tiene una certeza mínima sobre cuándo será operado.
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