El presidente del Frente Nacional de Panaderos Comunales del municipio Torres denunció la irregularidad en el suministro de materias primas. Hasta ahora solo han recibido excusas: primero que la fluctuación del voltaje en el estado impedía que los molinos procesaran el trigo, luego les alegaron que no había trigo disponible.
Caracas. Ante la imposibilidad de gestionar el modelo de negocios que sostiene a la red de Panaderías Clap, una comisión de 60 panaderos artesanales proveniente del estado Lara se trasladó hasta Caracas para denunciar irregularidades en el despacho de materia prima en la región, específicamente en el municipio Torres. Desde hace dos meses no reciben materia prima y la dirección de distribución de Sunagro admite que solo se despacharán 800 sacos de harina de trigo entre los panaderos del municipio.
Esta denuncia se debe a que operar con una estructura de costos basada en el libre mercado resulta inaccesible para la red de panaderías, que destina 70 % de su producción a la distribución de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap), lo cual les ha traído como consecuencia la descapitalización con cada aumento de precios.
Jesús Reyes, presidente del Frente Nacional de Panaderos Comunales del municipio Torres (Lara), declaró desde la sede de Sunagro en Caracas que las solicitudes de información a las autoridades en su entidad no fueron suficientes, pues recibieron respuestas confusas y nunca llegaron los sacos de harina de trigo de 45 kilos a 75.000 bolívares.
Específicamente, según la versión del Frente de panaderos, se mantuvieron comunicaciones con la presidenta de Sunagro en Lara. No obstante, las excusas recibidas estuvieron vinculadas a que la fluctuación de voltajes en el estado impedía que los molinos procesaran el trigo. Y una vez la situación se regularizó, les informaron que ya no había trigo disponible. “Si no hay electricidad para poder procesar el trigo, el trigo debería estar allí ¿Dónde está el trigo?”, denuncia Reyes.
Además, agregan que las panaderías artesanales que empezaron recibiendo 40 sacos de harina de trigo, pasaron a recibir 10. Incluso, hay panaderías que recibieron 2 sacos de harina de trigo panadero la última vez que fueron surtidas.
Este martes, una comisión del Frente de Panaderos Comunales del municipio Torres de Lara fue recibida por las autoridades de Sunagro en Caracas y, en efecto, solo recibieron negativas: según Jesús Reyes, la dirección de distribución de Sunagro les informó que los siete molinos de trigo que quedan en funcionamiento en el país se encuentran paralizados por la fluctuación del voltaje.
A su vez, los panaderos aún deben esperar un correo electrónico con la asignación de recursos, pues la plataforma Sunagro esta “caída”, y bajo el sistema de contingencia no pueden contabilizar la asignación de despacho. Sin embargo, las autoridades admitieron que no tienen la capacidad de abastecer a toda la entidad.
Según Reyes, Sunagro no tiene la intención de obligar a las empresas privadas a conseguir plantas eléctricas y la institución es consciente de que el costo de los sacos de harina que se ofrecen en el mercado provienen de empresas que importan el trigo con su propio capital y que responden a una estructura de costos alta.
La red de panaderías del Clap se fundó hace más de dos años y está adscrita a la Misión Saber y Trabajo y a la Superintendencia Nacional de Gestión Agroalimentaria (Sunagro). Estos dos entes son los encargados de proveer a la red de materia prima (harina de trigo, azúcar, sal, levadura y grasas) a precio “regulado”, con el fin de controlar la distribución y el precio final al consumidor, especialmente del pan salado.
No obstante, las irregularidades suelen ser de todo orden: pese a que en Lara se ubican dos centrales azucareros, el vocero de esta comisión advierte que en su entidad pueden recibir azúcar, por parte de Sunagro, solo una vez al año. Lo mismo ocurre con la sal, la levadura, la manteca. Las deficiencias en los servicios públicos también los afecta.
Así, los panaderos artesanales optan por cambiar de rubro o comprar materiales provenientes de Colombia y otros países para ganarse la vida. Según pudo conocer Crónica.Uno, otros comerciantes les ofrecen la harina de trigo entre 35 y 50 dólares por cada 45 kilos; el kilo de azúcar en 7000 bolívares; la caja de 15 kilos de manteca, en 200.000 bolívares y la levadura de 40.000 bolívares cada 500 gramos.
“A veces que tenemos que optar por eso para no vernos en la necesidad de cerrar la panadería. De bajar la santamaría”, señaló María Pernalete.
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