El crudo abarcó unos 17 kilómetros, entre ellos costas de Boca de Aroa, el Parque Nacional Morrocoy y playas de Chichiriviche. La parte más afectada está en los últimos 10 kilómetros hacia Boca del Tocuyo, detalla el director de Fudena, Samuel Narciso.
Caracas. Casi una semana ha pasado desde que se conoció que una mancha negra se esparcía sobre las playas del estado Falcón. El Ministerio de Ecosocialismo confirmó que los residuos eran hidrocarburos, sin embargo, a la fecha no hay un comunicado de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y las pocas publicaciones de la estatal en sus redes oficiales no mencionan la palabra: derrame.
La Red de Sociedades Científicas Médicas explicaba en su boletín número 35 que la actividad industrial relacionada con la extracción del petróleo puede asociarse a diferentes accidentes, incluyendo los derrames, algunos accidentales o intencionales. Estos eventos llegan a causar daños en la salud de las personas, la flora, la fauna, en el ambiente y en los ecosistemas.
Hasta ahora el que es considerado el mayor derrame petrolero en agua dulce fue el ocurrido el 4 de febrero 2012 en el río Guarapiche, estado Monagas. La Red de Sociedades Científicas Médicas calcula que se vertieron entre 64.000 a 120.000 barriles de petróleo, sobre ese río que surtía de agua potable a las comunidades de la zona. La fuga se prolongó durante 21 horas.
La semana pasada un nuevo derrame, que llegó hasta el Parque Nacional Morrocoy, alertó a la comunidad ambiental de Venezuela. Estos eventos que se han repetido desde 2012 para acá, tienen algo en común: no hay información oficial sobre la cantidad de barriles derramados, ni qué origina las fugas, tampoco hay un informe de Pdvsa sobre los daños. La sociedad civil junto con instituciones regionales y empresa privada se han dedicado los últimos días a retirar los residuos en las playas de Falcón.
Samuel Narciso, técnico pesquero, director del Centro de Investigación y Atención Comunitaria de Fudena en Chichiriviche, contó a Crónica.Uno que las primeras fotos satélitales muestran que ya el 31 de julio había sustancias de hidrocarburos de varios grosores en las playas de Falcón. Los desechos habrían salido desde la planta de El Palito, una de las pocas refinerías que Pdvsa ha intentado mantener operativa los últimos meses.
El crudo abarcó unos 17 kilómetros, entre ellos costas de Boca de Aroa, el Parque Nacional Morrocoy y playas de Chichiriviche. La parte más afectada está en los últimos 10 kilómetros hacia Boca del Tocuyo detalla el director de Fudena. A la fecha los organismos regionales, voluntarios y las ONG han logrado remover –con palas y rastrillos– los residuos de las playas entre tres y cuatro kilómetros, quitar el resto requiere de maquinaria pesada que esperan conseguir en los próximos días.
La Sociedad Venezolana de Ecología envió una carta al Ministerio de Ecosocialismo para que le permita a diferentes investigadores acceder al Parque Nacional Morrocoy. Los científicos aspiran a hacer una evaluación para saber cómo se encuentran los ecosistemas del lugar y el tamaño de la afectación. Sin esto, los especialistas no podrían recomendar políticas de saneamiento y recuperación.
El gremio asegura que cuenta con personas capacitadas en Tucacas dispuestas a hacer las evaluaciones. Este jueves 13 de agosto esperaban respuesta de autoridades competentes como Inparques para que le permitan entrar al Parque Nacional Morrocoy. La Sociedad Venezolana de Ecología explica en su cuenta de Twitter que cuando el crudo se asienta sobre los corales les produce asfixia y daño mecánico; en el caso de los manglares que albergan esponjas, peces, crustáceos y moluscos, estos acumulan una buena parte del crudo, y perjudican la vegetación y su fauna.
El 11 de agosto Pdvsa escribió en sus redes sociales: “Con la puesta en marcha del protocolo de seguridad y la activación del plan de saneamiento, en coordinación con MinPetróleo, organizaciones gubernamentales y el pueblo organizado, continuamos con la limpieza y saneamiento de la playa El Palito”. Días antes el ministro para el Ecosocialismo, Oswaldo Barbera, publicó: “Hoy (7 agosto) con el fin de garantizar el equilibrio ecológico del Parque Nacional Morrocoy estado Falcón, realizamos inspección al avance de las jornadas de saneamiento en las playas y cayos afectados por la presencia de Hidrocarburos”.
El segundo mayor desastre por derramamiento de crudo se le atribuye al ocurrido el 1° de noviembre de 2016 en el río Aribi, estado Anzoátegui, se estima que allí se fugaron entre 30.000 y 40.000 barriles. Los derrames no han parado desde entonces. Solo en ese mismo año la Asamblea Nacional registró cuatro derrames en Monagas y dos en Anzoátegui.
Entre 2012 y 2020 Venezuela registra nueve derrames petroleros, tres de ellos ocurrieron en 2018 y otros tres en 2019, según medios de comunicación.
El técnico pesquero Samuel Narciso explica que los derrames ocurren siempre, no obstante, dice que existe un contingente para frenar la fuga y evitar que se extiendan, como lo ocurrido en Falcón. “Hay protocolos internacionales y personal encargado para ello, pero en esta oportunidad no se pudo contener y logró llegar a estas latitudes. Antes no había pasado porque se hacia la remoción rápidamente”, recuerda.
Los hidrocarburos son altamente contaminantes por su cantidad de metales pesados, entre ellos el plomo. Hay entre siete tipos de metales pesados que son tóxicos y pueden llegar a causar problemas de salud, en especial, a los organismos marinos que son directamente tocados por la fuga, advierte el especialista.
El Ministerio de Ecosocialismo asegura en su cuenta de Twitter que pudieron corroborar que “no hubo afectación a la fauna y flora por el incidente en el que aún las investigaciones se encuentran en manos de los cuerpos de seguridad MinPúblico y MinPetróleo”, sin embargo, los especialistas aún no han hecho las evaluaciones, que en algunos casos tardan años en medir el impacto ambiental.
La Sociedad Venezolana de Ecología por ejemplo, explica que los litorales arenosos albergan organismos como chipi-chipi y guacucos, en estos el crudo puede causar asfixia y al resto de organismos que allí habitan. “Los hidrocarburos se filtran entre las partículas de arena y persisten por años”.
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