La carencia formativa dentro de los partidos en Carabobo es, quizás, el principal problema para abordar esta realidad.
Valencia. En Carabobo la situación de la comunidad LGBTIQ+ parece no tener un lugar en la agenda política de la mayoría de los partidos.
Julio Castellanos, coordinador regional de Derechos Humanos en Carabobo para Acción Democrática, explicó que antes de entender la situación de los políticos en el contexto LGBTIQ+ en la región hay que entender al colectivo. “Este movimiento vivirá en la medida que la población exprese su deseo de una sociedad más tolerante, diversa y respetuosa”.
Sin embargo, la crisis de los últimos 20 años ha desarticulado los liderazgos en Carabobo. Esto se traduce en carencia de vocería y de agendas propias.
“Hay mucho desconocimiento de las realidades de la comunidad LGBTIQ+ y los estándares internacionales de los derechos humanos”, dice Castellanos.
La crisis acabó con la fuerza
Solo los partidos UNT, VP y AD han mostrado una capacidad para tocar los temas de la comunidad, aunque no queda tan claro esto. En el caso de Castellanos, lleva desde 2009 luchando por la causa de la sexodiversidad.
Pero, Carabobo ha perdido sus liderazgos sexodiversos. Ejemplo de esto fue la plataforma Alianza x el Arcoíris (AXA). Entre 2009 y 2013 organizó marchas y otros espacios para hablar sobre la comunidad LGBTIQ+. Tanto su líder, Jessica Polo, como los otros miembros huyeron ante la crisis.
Estos vacíos dejan, a juicio del experto, una ausencia de denuncias contra la comunidad. De ahí que Castellanos considere importante que los dirigentes regionales asistan a las marchas del orgullo.
Defensores hasta cierto punto
Que algunos políticos defensores de derechos humanos den importancia a unos derechos y excluyan otros demuestra que ejercen un “papel pobre” en su concepción de la materia, opina el politólogo.
Un ejemplo para Castellanos son los discursos del secretario de la Universidad de Carabobo, Pablo Aure, quien ha dicho públicamente: “Esa onda de movimientos raros que hay. Hombre es hombre y mujer es mujer, punto. El matrimonio es hombre y mujer. La naturaleza no se equivoca, pero nosotros tenemos que ver con seriedad esto porque nos descuidamos y nos vamos destruyendo a nosotros mismos y a lo más sagrado de la sociedad que es la familia”.
Para Castellanos, mensajes así son palabras de odio fundamentados en la falsedad. A su vez, reveló que 65 organizaciones firmaron un comunicado dirigido a la Universidad de Carabobo y a Aure para ponerle fin a este tipo de mensajes. Sin embargo, no se obtuvo respuesta. “Existe homofobia institucional que solo puede ser corregida con reformas legales y no solo con respetuosas recomendaciones”.
Según el Observatorio Venezolano de Violencias LGBTIQ+ en Carabobo, entre enero y abril se registraron siete casos de violencia contra miembros de la comunidad.
Sin embargo, Pablo Aure, en conversación con Crónica Uno, aseguró no tener nada en contra de la comunidad. “Siempre he alzado la voz es con la agenda de niños o lo que se llama la ideología de género”.
Desde su visión, se deben respetar los gustos de cada quien, pero que en el caso de los niños hay que esperar a que ellos definan cuál es su preferencia. “Mientras tanto, al niño hay que inculcarle sus principios de varoncito. Después que crezcan, allá ellos”.
Además aprovechó la oportunidad para condenar lo ocurrido con los 33 detenidos del Ávalon Spa y tildarlos de haber sido víctimas de un mal manejo judicial. “No se les respetaron sus derechos, ni su dignidad. Aquí se presume inocencia hasta que no exista una sentencia específica”.
Hasta el 31 de julio, solo el director de VP Carabobo se ha pronunciado en redes sociales en rechazo a lo ocurrido con los 33.
Ver esta publicación en Instagram
El mensaje falta
Castellanos opina que el rol de la comunidad debe ser más exigente con las autoridades sobre sus necesidades. Esto en referencia a la creación de ordenanzas para garantizar sus derechos.
Una fuente de VP Carabobo, que pidió mantener su identidad a resguardo, admitió a Crónica.Uno que debido a la falta de liderazgos sexodiversos en esa organización existen muchas limitaciones para incluir temas LGBTIQ+. “Si me dices que apoye el matrimonio LGBTIQ+, los apoyo, pero no puedo tomar parte de una causa que no siento mía y que no padezco. Creo que eso le corresponde a gais o trans”.
Castellanos concluye que el gran error de los políticos en Carabobo es no empatizar con la causa y verla desde la distancia. “No hay que ser negro para rechazar al racismo, no hay que ser mujer para defender los derechos de la mujer. Yo soy heterosexual y siempre me verás abogando por derechos para gais, lesbianas y trans”.
Participa en la conversación