Usuarios esperan hasta cuatro horas las dos unidades que prestan el servicio a 500 bolívares el pasaje. Afirman que al dejar de circular los autobuses oficiales están obligados a montarse en todo tipo de camiones de carga para movilizarse más rápido, pero cuando no tienen dinero les toca caminar 10 kilómetros desde sus hogares hasta el casco central de Guarenas y viceversa.
Caracas. “Los que vivimos en Ciudad Belén trabajamos para comer y pagar pasajes, porque nos quedamos sin los autobuses rojitos por falta de repuestos y ahora tenemos que pagar mototaxis de 3000 bolívares o los camiones de barandas para irnos a la casa. Dijeron que están resolviendo, pero no veo nada. Todo sigue igual sin los autobuses y la gente desordenada en las colas“.
María Eugenia, residente de la zona, contó al equipo de Crónica.Uno las calamidades que pasan para entrar o salir del urbanismo Ciudad Socialista Belén Guarenas, construido hace más de cinco años por la Gran Misión Vivienda Venezuela para adjudicar a familias de limitados recursos y damnificados de zonas de riesgos del municipio Plaza.
María Eugenia tiene en Ciudad Belén el mismo tiempo de construido el urbanismo. Sale de madrugada de su casa para trasladarse a Caracas, llega a las 5:00 p. m. a la parada de las unidades ubicada en el sector Valle Verde, en Guarenas, para abordar uno de los dos autobuses que quedan, porque las del Sistema Integral de Transporte Superficial (Sitssa), se paralizaron después de las elecciones regionales de octubre de 2017.
Relató que no quiere acostumbrarse a este “sistema de transporte estilo cubano”, y menos montarse en unidades que no son aptas para la movilización de personas.
Según cifras del Sitssa, 7000 personas del referido urbanismo son usuarias del transporte, es decir, ese número de personas lleva más de un mes pasando penurias debido al cese de funcionamiento del servicio del Bus Ciudad Belén, inaugurado hace dos años para cubrir de lunes a viernes —entre las 5:30 a. m. y las 8:00 p. m.— un recorrido diario de 10,3 kilómetros, con 17 puntos de paradas desde el casco central de Guarenas hasta Ciudad Socialista Belén.
Al quedar la comunidad sin las unidades marca Yutong del Sitssa —mejor conocidas como los “rojitos”— comenzó el despelote en Valle Verde. Antes, en la parada del metrobus, había dos colas: la de los que viajan sentados y la de los parados. Todos pagan 100 bolívares.
Con el colapso del servicio, frente a la panadería La Llanada se formó hace un mes una nueva parada, donde llega todo tipo de transporte pirata, desde mototaxis hasta camiones de volteo, gandolas con barandas de madera, pick up, que cobran 1000 bolívares. La gente se monta sin estar pendiente de si funcionan bien o no, la meta es salir de allí para llegar a sus hogares.
Alicia Guerra, con cinco años residenciada en el urbanismo socialista, llevaba tres horas en la parada que se creó hace un mes cuando dejaron de funcionar los “rojitos”.
“Pésimo es el transporte, cobran 1000 [en parada nueva], allá cobran 500 bolívares, busco la parada donde hay menos despelote, aquí pasan camiones. Yo trabajo en Caracas, bajo hasta la terraza 30 a pie, y grupos de familias bajan hasta Guarenas a pie. Subo en moto, trabajo para comer y transporte. No sé a qué se debe el problema del transporte“.
Otros habitantes de Ciudad Belén dieron su testimonio con el compromiso del resguardo de sus identidades. Dijeron que están a la deriva, a merced de los piratas, los mototaxisats y los camiones de carga. Aseguran que están pasando trabajo y que a pesar del peligro que representa la movilización hacia el urbanismo no les queda otra.
“Hay tres colas: la de motos, piratas y las unidades. Tú ves mucha gente por la Trocha a las 5:00 a. m. Hay gente que sube caminando, personas mayores, niños, mujeres embarazadas. Hay gente que está vendiendo sus apartamentos y se está yendo por el transporte. La gente del consejo comunal no habla con nadie“, relatan los vecinos.
Aunque los piratas cobran entre 1000 y 3000 bolívares, cuando el transporte brilla por su ausencia, los usuarios pagan hasta 10.000 por el traslado hasta sus hogares. Un señor dijo que el pasado jueves llegó a Valle Verde a las 5:00 p. m. y al esperar mucho tiempo tuvo que pagar 10.000 a un mototaxista.
Otra señora expresó su malestar por la falta de atención al problema de transporte. Contó que cuando no consigue carro debe quedarse en la casa de un familiar que vive en el sector Las Clavellinas.
“Hasta el mismo día de las elecciones [15 de octubre] había metrobuses para arriba y para abajo, hasta para tirar pal techo. Los autobuses rojos los eliminaron, el pasaje de los rojitos era a 100 bolívares. Yo he tenido que agarrar mototaxis, vivo en la 33 y me dejan en la 30 y tengo que caminar. Me he montado en camiones, hasta en una grúa que cobra 1000 bolívares. Aquí cobran lo que a ellos les dé la gana“.
Una señora de 66 años que padece de trombosis también ha sufrido el colapso del transporte. Pide a las autoridades municipales que resuelvan a la mayor brevedad el problema que perjudica a una comunidad entera. Y una embarazada dijo que en la página de Facebook del urbanismo no han planteado el asunto con mayor profundidad, no montan fotos del despelote para abordar los camiones en los edificios y en la parada de Valle Verde; está convencida de que visibilizar la realidad que sufren ayudaría a lograr su solución.
El burrito de Belén
En la página de Facebook Ciudad Socialista Belén Guarenas, el pasado 1° de noviembre algunos vecinos se refirieron a este servicio que comenzó el 4 de junio del 2015 con la asignación de 6 unidades Yutong a 10 bolívares por pasaje.
Los vecinos escribieron que a veces esperan hasta cuatro horas. Otro escribió que retiraron el metrobus por el mal comportamiento de los usuarios a la hora de abordar las unidades. Todos piden que se solucione el problema.
Señalaron que la comunidad reportó las calamidades que pasan a Luis Figueroa, candidato por el PSUV a la alcaldía de Plaza para el período 2017-2021, quien se comprometió a poner operativas las unidades a las que le están buscando los cauchos.
Y un vecino comentó que los habitantes del urbanismo están como la canción de Navidad de Hugo Blanco, El Burrito Sabanero, es decir, a falta de transporte van a pie camino de Belén.
En nota de prensa publicada la semana pasada por la Alcaldía de Plaza, las autoridades municipales, habitantes de Ciudad Belén y transportistas se reunieron y alcanzaron los siguientes acuerdos:
- Volverán a su ruta cobrando un pasaje de 500 bolívares.
- Una comisión de la dirección de transporte continuará estudiando la situación.
- Voceros comunales vigilarán que se cumpla el acuerdo.
- El alcalde Rodolfo Sanz ordenó la instalación de efectivos de la Policía Municipal de Plaza en las paradas hacia Ciudad Belén para que apoye la organización de las colas, garanticen el orden y eviten cualquier situación.
Fotos: Alexander Ramos
Video y edición: Norma Rivas/Francisco Bruzco
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