Al ser diagnosticada por cáncer de mama es importante contar con el apoyo de la familia y amigos para afrontar la enfermedad, así como también tener el acceso a un servicio psicológico como lo es la psicooncología.

Caracas. Los pacientes oncológicos requieren de atención especializada. La psicooncología es una disciplina psicológica que tiene más de 50 años siendo ejercida por los especialistas de la salud mental.

La psicóloga y magíster en psicooncología, Liana Pérez, explicó a Crónica.Uno que esta rama es un campo interdisciplinar entre la psicología y las ciencias biomédicas, relacionado con la oncología clínica, médica, radioterápica, quirúrgica, pediátrica y la hematooncológica.

La psicooncología se dedica a todas las fases que conlleva la enfermedad: la prevención, el diagnóstico y la evolución del paciente en tratamientos tanto oncológicos y psicológicos, indicó.

También aborda la rehabilitación de los sobrevivientes, cuidados paliativos y hacer seguimiento psicológico, ya que algunos pacientes pueden padecer el síndrome de la espada de Damocles, que trata sobre el miedo desmesurado de tener una recaída ante la enfermedad.

Del mismo modo, durante la terapia, se tratan otros puntos como el manejo del dolor ante los procesos quirúrgicos y efectos secundarios de los tratamientos.

La psiquiatra Argelia Melet agregó que la psicooncología es un trabajo largo, lento y a veces doloroso.

El cáncer siempre ha tenido mala fama, no sólo por sus efectos a nivel económico, sino por todo lo que acarrean la enfermedad y los tratamientos: problemas en la familia, en las relaciones íntimas con la pareja, en el ámbito laboral, el temor a las recaídas, los sentimientos de estar indefenso y dependencia que experimenta el paciente, el temor a morir, entre otros conflictos, que emergen casi prácticamente desde que la persona recibe el diagnóstico y a lo largo de ese camino hacia la sanación, la cronificación del proceso o la partida final,  expuso la especialista.

Las herramientas

La mente es una gran aliada para el ser humano y debe ser nutrida con recursos psicológicos para afrontar  las dificultades. La psiquiatra Melet contó que durante los 20 años que trabajó en el Hospital Oncológico Padre Machado —ubicado en el municipio Libertador— observó que la mayoría de las personas afectadas de cáncer reaccionan con una actitud de lucha, optimismo y certeza, porque se sienten capaces de superar el cáncer.

Sin embargo, hay algunos pacientes que pueden padecer de patologías depresivas o ansiosas y requieren de tratamiento farmacológico y de un apoyo más constante.

La herramienta principal que necesita la paciente oncológica es el amor de sus allegados, el estímulo que la familia puede darle a quien está sufriendo. Un ejemplo simple, pero conmovedor, es el de los hijos que se rasuran totalmente el cabello como gesto de solidaridad con sus mamás. La otra herramienta que considero muy valiosa son los grupos de apoyo. Es una experiencia universal y da excelentes resultados, expresó.

Por otra parte, la psicóloga Pérez complementó que cuando se emite el diagnóstico, la persona vive un proceso de shock e incredulidad, por lo que a través de la terapia se pondrán en marcha los mecanismos para afrontar el proceso.

Reveló que los familiares involucrados con la paciente pueden experimentar un duelo oncológico, donde transita la etapa de negación al conocer la diagnosis y, posteriormente, van asimilando la enfermedad de su ser querido.

La atención psicológica es fundamental, porque pueden existir muchos miedos respecto sobre cuáles son las probabilidades de sobrevivir o no, así como también los mitos y creencias que existen alrededor de la quimioterapia y radioterapia. Por eso, la psicoeducación aquí es fundamental, porque educa al paciente para que pueda comprender cuál es la realidad de estos tratamientos, qué puede esperar, cómo puede manejar esos efectos secundarios y cómo pueden manejar la alopecia, detalló Pérez.

La psicooncológa comentó que hay pacientes que pueden verse condicionados a la quimioterapia debido a los síntomas que padecen luego de concluida la administración del tratamiento, debido a las náuseas y vómitos. Incluso, al estar asistiendo frecuentemente al centro de salud, pueden asociar de forma inconsciente olores, sabores y lugares que los transportan a ese momento.

Explicó que en esos casos la psicoterapia trabaja la desensibilización sistemática, donde de manera gradual los van a exponiendo a los estímulos que generan esos malestares con el fin de tratar de disminuir el condicionamiento para que puedan continuar con el tratamiento oncológico.

La comunicación es clave

La doctora Argelia consideró importante que el médico oncólogo tratante debe saber cómo abordar adecuadamente al paciente cuando tenga que recomendar las terapias de psicooncología.

Hay personas que espontáneamente buscan el contacto con el psicooncólogo. Otras lo rechazan absolutamente, aun necesitándolo. La respuesta inicial de muchas personas es negar que padecen cáncer y sentir rabia por tenerla. Por lo tanto, obra en contra de la búsqueda de apoyo y orientación, dijo Melet.

La psicooncológa Liana Pérez agregó que dentro de la dinámica familiar puede existir un proceso muy común denominado conspiración al silencio, que consiste en omitir cierto tipo de información a los pacientes oncológicos con el fin de evitar que sufran.

Es importante entender que de lo que no se habla puede causar problemas y se convierte en un tabú. La comunicación familiar es esencial, si el paciente desea saber alguna información específica es importante informarle de una manera adecuada, acotó la especialista.

Otro de los tópicos que aborda con los pacientes es trabajar la necesidad de volver a conectar con la vida y tener sensación de control. Porque cuando reciben el diagnostico, se enfocan únicamente en la patología, dejando a un lado otros ámbitos de su vida.

Hay que fortalecer las otras áreas como la laboral, afectiva, familiar y los hobbies que pueda tener el paciente, y todas aquellas actividades que puede hacer por sí mismo, con el fin de que pueda conectar nuevamente con su identidad, porque no es solamente una persona con cáncer, resaltó Pérez.

Reestructurar el concepto de la belleza

Las pacientes de cáncer de mama, dependiendo del estadio en el que se encuentre esta patología, deben recurrir a la cirugía para extraer el tumor, ya sea a través de la mastectomía parcial o completa u otro procedimiento quirúrgico y en ocasiones esto puede repercutir en el bienestar emocional, ya que se ve afectada la imagen que perciben de sí mismas.

La psicóloga dijo que, generalmente, los motivos de consulta están vinculados a la imagen corporal, pues al realizar la mastectomía puede generar inquietudes y angustia de cómo se verá afectada la relación que tengan con su pareja y de no sentirse atractivas.

Este punto también lo resaltó el médico oncólogo Emilio Martirene, quien comentó que sus pacientes oncológicas expresan preocupación sobre cómo quedarán su cuerpos luego del procedimiento quirúrgico, y durante las sesiones les recuerda que esas cirugías forman parte del tratamiento para vencer el cáncer de mama. Así como también les orienta que deben acudir a una especialista de salud mental para que las ayude a transitar por este cambio corporal.

Por eso, la psicóloga resaltó que en estos casos se debe trabajar en un nuevo esquema de la percepción corporal, ya que los cánones de belleza de diversas sociedades enfocan como un atributo físico de las mujeres poseer mamas.

Si una persona centra todo su atractivo físico en ciertas partes del cuerpo, seguramente tendrá dificultades para este afrontar ese duelo por la pérdida de esas partes o por la transición de la reconstrucción de las mismas, indicó.

La terapia permite abordar estos temas sociales, así como prever la posibilidad de la pérdida de la pareja por estos cambios físicos como el proceso de adaptación en su estilo de vida.


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