Frente al cerco de Estados Unidos ante la crisis política, el primer mandatario logró comercializar parte del crudo gracias a Rusia, vendió oro y efectuó una flexibilización de los controles.

Caracas. En 2019 el gobierno de Estados Unidos incrementó las sanciones contra Venezuela, pero en la medida que se imponía un cerco al comercio del crudo y en el acceso al sistema financiero global, la administración del presidente Nicolás Maduro buscó las maneras de sortear esas medidas.

El mandatario en sus discursos dice que le “han robado 30.000 millones de dólares” y que “no pueden abrir y cerrar cuentas bancarias ni comprar productos”. Sin embargo, la realidad es que el Gobierno logró obtener algo de ingresos mediante ventas de petróleo a Asia y colocaciones de oro.

Cómo fue el bypass

Sanciones e impacto. En agosto de 2017 la administración de Donald Trump impuso sanciones al gobierno venezolano que en 2019 aumentaron, lo que afectó la venta de petróleo a Estados Unidos y restringió más el acceso al sistema financiero internacional de los entes oficiales.

Mercado asiático. Frente a las sanciones, la venta de petróleo a Estados Unidos se limitó y Pdvsa encontró escape en Asia, siendo el intermediario la petrolera rusa Rosneft, de acuerdo con reseñas de Reuters y datos de Ecoanalítica.

Oro. Además de las exportaciones de crudo, el otro oxígeno fue la comercialización de oro no monetario y monetario (que forma parte de las reservas internacionales). En 2018 el Gobierno vendió toneladas de oro de las minas a Turquía y Emiratos Árabes, política que se mantuvo en 2019. Las cifras del BCV mostraron que en el primer trimestre del año hubo un sorpresivo salto en las exportaciones no petroleras, las cuales alcanzaron los 2300 millones de dólares. Analistas estiman que parte de esos fondos fueron por las ventas del metal.

Euros en efectivo. Parte de las operaciones tanto de crudo como de oro se han cancelado con euros en efectivo, divisas que el Banco Central ha puesto en la banca local para que sean ofrecidas a empresas para la importación de insumos y que además el gobierno y Pdvsa han empleado para pagar a contratistas, según reportes de Reuters.

Flexibilización perversa. Ante las restricciones, a principios de 2019 el Gobierno no solo comenzó a ofrecer euros en efectivo al sector privado, también permitió a las industrias utilizar sus propios dólares. Y aunque las empresas pueden tener un mayor acceso a divisas y las fijaciones de precios se han relajado, las industrias producen a baja capacidad a consecuencia de los 16 años de controles y la baja demanda. En medio de la flexibilización, circulan otras divisas en la economía, y numerosas tiendas venden artículos importados en dólares gracias a las exoneraciones de impuestos.

Maduro dice que ese proceso es una “autorregulación de la economía” y que no van mal las transacciones en dólares. No obstante, el marco legal de los controles sigue vigente.


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