“Queremos que Maduro no se burle más de nosotros”, exigen en el CNE Zulia

La marcha zuliana hasta el Consejo Nacional Electoral fue medianamente entorpecida por bloqueos en las calles, pero los asistentes sortearon varias cuadras para llegar al punto de concentración.

Maracaibo. Los cuerpos policiales resguardaban las adyacencias de la av. Delicias con prolongación Circunvalación 2. Representantes de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) ya se encontraban en el punto de concentración, pero las carreteras estaban desiertas. Una gran parte de los asistentes caminó algunas cuadras con banderas y gorras tricolores para llegar al sitio. Cerca de las 10:30 am arrancó la marcha.

La coalición hizo un recorrido de más de cuatro kilómetros hasta la Oficina Regional Electoral (ORE) de la entidad para entregar un documento que exigía el cronograma para el referendo revocatorio del presidente Nicolás Maduro y las condiciones necesarias para que el universo de votantes pueda ejercer su derecho. El evento se replicaba en las sedes del Consejo Nacional Electoral (CNE) de los demás estados, salvo en Caracas.

Gerardo Antúnez, coordinador de la MUD Zulia, explicó que los objetivos son el anuncio de la fecha de recolección del 20 % de las firmas y la habilitación de 1.300 centros de votación y las 2.000 máquinas que existen en el estado. Aseguró que no aceptarán las mismas condiciones impuestas en la verificación de 1 % para la activación del proceso.

“Queremos que Maduro no se burle más de nosotros”, afirmó una funcionaria de un organismo de seguridad que pidió su anonimato. Con lágrimas en los ojos, cuenta que este año los sacrificios se volvieron más contundentes: su salario de 10.000 bolívares quincenales puede cubrir apenas una bandeja de carne, pan y queso para su familia de cinco personas.

[irp posts=”34640″ name=”CNE hace lo imposible para que no se recoja el 20 %”]

En su casa, los adultos engañan al estómago con vasos de agua para que los niños y su mamá de 82 años puedan comer. “No me alcanza casi nunca. Estuvimos una semana tomando sopita y ensalada, otra semana pasta con salsa y así vamos, no ha sido fácil”. Resuelven con una venta de agua, hielo y “tetas” —un helado de frutas envuelto en una bolsa— que aporta entre 1.000 y 1.200 bolívares diarios a la mesa familiar.

No firmó. Teme que la despidan de su trabajo, pues es el sustento de su hogar: “Tengo 50 años, comenzar desde cero en esta situación es difícil y porque trabajo en un cuerpo de seguridad en el que no puedo dar evidencia de quién soy”. Pero —afirma— se unirá a las actividades de la MUD para ofrecer su respaldo.

“Maduro, vete ya, estamos hartos de ti. Sal todavía con dignidad, si es que acaso te queda”, dice Gisela Martínez, ama de casa. El aspecto que más le afecta de la crisis es la escasez de alimentos y considera que hacer colas significa perder la dignidad. Recurre a los productos colombianos, que podrían desaparecer por las órdenes del gobernador Francisco Arias Cárdenas de frenar las importaciones: “Si él hace eso, es porque no quiere a su pueblo de Maracaibo porque ahorita nos estamos abasteciendo con esos productos”.

Foto: Cortesía Primero Justicia


Participa en la conversación