Rosalía y Pedro: los cacaoteros más queridos de Barlovento

En el pueblo de Perdomo, en Río Chico, desde hace 39 años unos esposos se encargan de la cosecha de 7 mil plantas de cacao para vivir de ellas

Yohana Marra/@yohanamarra

Río Chico. Todo el pueblo de Perdomo, en Barlovento estado Miranda, sabe quién es Rosalía León de Martínez. Por donde camina la abrazan, le lanzan besos y le pegan gritos: “¡adiós Rosalía!”, “¡adiós mi negra!”. A lo que ella, ni corta ni perezosa, responde con tremenda sonrisa blanca que resalta entre su lisa piel tostada.

A su caserón, con un largo pasillo impregnado de plantas y flores coloridas, entra todo el mundo. Los vecinos le piden cualquier cosa y ella, sentada desde el patio con toda confianza, les dice: “pase, que adentro hay”.

Rosalía es coqueta como ella sola. Cargaba un vestido negro sin mangas y un collar amarillo de pepas que resaltaba en su cuello; en la cabeza una malla -del mismo color de la ropa- que le recogía un poco el cabello de aquel calorón. Así, empintada, se metió al terreno que tiene detrás de su vivienda para mostrar las siembras de cacao que atiende junto con su esposo Pedro Roberto Martínez, desde hace 39 años.

Ambos conocen sus matas mejor que nadie. Desde lejos saben cuándo una está enferma, le cayó alguna plaga o se encuentra lista para tumbarla y procesarla.

“Desde que llegamos al pueblo comenzamos a trabajar. Mis papás eran agricultores y heredé unos terrenos. Tenemos 7 mil matas de cacao entre los fundos Santa Rosalía, La Floja y Pele el Ojo”, explicó.

Esta sonriente mujer vende la cascarilla del cacao, con la que se hace un té sabrosísimo, y también saca unas bolas que adorna con un lindo papel de colores cuando hay actividades en el pueblo de Perdomo. Por si fuera poco, obtiene el polvo del fruto moliéndolo manualmente.

En toda la comunidad la buscan para comprarle o hasta le mandan mensajes a su celular. Junto con su esposo, con quien recién cumplió 41 años de casada, recoge la cosecha entre octubre y noviembre. Los rebusques (así le dicen a la siembra fuera de temporada) son agarrados dos veces al año.

Rosalía vende cascarilla y bolas de cacao, en actividades del pueblo. Crónica Uno/Cristian Hernández
Rosalía vende cascarilla y bolas de cacao, en actividades del pueblo. Crónica Uno/Cristian Hernández

Medicinas para su pueblo

Rosalía y Pedro no solo se dedican al cacao, también tienen sus cultivos de plátano, ají o pimentón. Aunque lo que más le gusta a ella son las plantas medicinales, como orégano orejón, culantro, sábila y malojillo, que tiene en la parte de atrás de su casa y con las que ayuda a la gente de su pueblo.

“Soy privilegiada, yo siembro mi mata haya lluvia o sol, bajo cualquier mito igual se me dan. Me gustan mucho las plantas y le pongo mucho amor, ese es mi secreto. Si en una casa pido que me regalen una y no lo hacen me la llevo, soy respetuosa de lo ajeno menos con las plantas”, contó muerta de risa.

Pedro Roberto Martínez y Rosalía León de Martínez son propietarios de una plantación de Cacao en el pueblo de Perdomo, en Río Chico. Crónica Uno/Cristian Hernández
Pedro y Rosalía cumplieron 41 años de casados. Trabajan juntos desde que llegaron al pueblo, hace 39 años.Crónica Uno/Cristian Hernández

Se rebusca con todo

Esta negra bochinchera no se queda quieta. Se la pasa haciendo cursos de piñatería, foami o chocolate que dictan a través de la Gobernación del estado Miranda.

Además de eso vende chupis en su casa, toallas y sábanas. En las fiestas u ocasiones especiales de Perdomo oferta tizana o papelón, junto con otras emprendedoras de la comunidad.

“Yo me rebusco con todo lo que sea posible por necesidades económicas. Y siempre me meto en las actividades del pueblo”, soltó Rosalía, quien no pierde la sonrisa a pesar de que uno de sus cinco hijos falleció.

Pedro Roberto Martínez  tiene 45 años como agricultor. Crónica Uno/Cristian Hernández
Pedro Roberto Martínez tiene 45 años como agricultor. Crónica Uno/Cristian Hernández

Fotos: Cristian Hernández

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