Semana radical empieza con restricción en autopista Caracas-La Guaira y la gente camina por falta de buses

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Al comenzar una nueva semana de cuarentena radical, autoridades militares y policiales aplicaron un dispositivo de restricción vial en la autopista Caracas-Litoral que causó largas colas de vehículos en sentido a la capital. Hubo alcabalas itinerantes en varios sitios para impedir una mayor movilización. La gente resintió aún más el drama de la escasez de autobuses. No pocos decidieron caminar para hacer sus diligencias, la mayoría relacionadas con la provisión de alimentos.

La Guaira. El inicio de la semana de cuarentena radical, tras el anuncio gubernamental de la nueva cepa brasileña del COVID-19, impuso de nuevo la limitación de acceso vial a la autopista Caracas-La Guaira, las alcabalas de control interparroquial y la escasez del transporte público en el Litoral Central.

Desde tempranas horas de la mañana de este lunes 8 de marzo se produjo una larga cola de motos, vehículos livianos y pesados en el sentido hacia la capital de la República. En el punto de control de la mencionada arteria terrestre, efectivos de la Guardia Nacional y de la Policía de La Guaira restringieron a un canal el paso, mientras que solicitaban el salvoconducto a conductores, acompañantes y pasajeros de los autobuses. 

La tranca causó molestias entre los choferes, para quienes “el gobierno no quiere entender que el repunte de infectados no es culpa de Brasil, sino del desastre que autorizó en Carnaval”.

Carla Alviárez, a bordo de su Chevrolet Corsa, dijo que iba a tener paciencia, dado que debía regresar a su casa en Los Magallanes de Catia. 

No me importa lo que tarde, pues ayer tuve que bajar a La Guaira para buscar unos medicamentos para mi mamá que sufre de cáncer y me quedé en casa de una tía para subir hoy bien temprano”, explicó.

Como Carla, cientos de conductores, con el alegato de ir a Caracas por razones laborales, de salud y hasta “para echar gasolina”, rechazaron la restricción para desplazarse por la autopista Caracas-Litoral.

En la medida que avanzó la mañana de este lunes 8 de marzo, los militares disminuyeron el chequeo de carros, motos y buses, por lo que la cola fue cediendo hacia horas del mediodía.

A pie

Entretanto, en las principales arterias viales de la región había cientos de personas caminando ante la escasez de buses de las rutas locales. Apenas, un puñado de unidades Yutong (de subsidio estatal) llevaba usuarios desde las repletas paradas de Catia La Mar, Maiquetía, La Guaira y Caraballeda. Una vez más, se observó que el distanciamiento social y el uso de las mascarillas no eran la prioridad. 

Voy poco a poco, con mis bolsitas, hasta mi casa en el bloque seis de 10 de Marzo (urbanización popular en Maiquetía), porque debía comprar unos víveres que me faltaban”, dijo Eufrasia Perdomo, quien inició su trayecto de aproximadamente tres kilómetros desde el mercado de Maiquetía, cerca del casco colonial de esta localidad.

Algunos transportistas consultados en las paradas manifestaron su preocupación por las dificultades cada vez mayores para cubrir el gasoil de sus unidades, con lo que justificaron la merma de circulación durante este inicio de cuarentena radical.

A las restricciones viales se suman varias alcabalas itinerantes en Catia La Mar, Macuto, Caraballeda y Naiguatá, en las que policías regionales y municipales preguntan aleatoriamente el destino de los vehículos, además de revisar la respectiva documentación.

Igualmente, no pocos agentes de seguridad se han apostado en las zonas más próximas a las playas, a fin de que se cumpla el decreto 043-2020 de la Gobernación de La Guaira, el cual prohíbe bañarse en las mismas durante las semanas de confinamiento.


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